Toda la maldita manada de lobos voltearon a verme, algunos se acercaban lo bastante rápido como para morir ahí mismo. Me levanté lo más rápido que podía y volví a correr, se ve que el destino quiere verme muerta en manos de cualquier lobo. Cuando por fín divisé el pueblo, no lo pensé dos veces y corrí todo lo que mis piernas daban hasta que entré ahí mismo, estoy a salvo, me salvé, viviré.
Llegué como pude a mi casa y cerré la puerta tan fuerte que se habrá escuchado por todo mi barrio. Tuve que sostenerme de una mesa porque sentía que en cualquier momento me iba a desmayar. Tomé la iniciativa de ir directamente al baño y relajarme por lo menos un rato, hasta que mi cuerpo deje de doler.
Con el jabón limpié un poco mis heridas, ardían tanto que hasta tuve que morder mi labio para soportar aquella maldita cosa, creo que habré sacado alguna que otra lágrima pero no lo sabría con certeza. Pero cuando terminé, estaba relajada completamente, sin heridas que sangraran y sin dolor que abarque por mi cuerpo, o bueno, si había un poco de dolor pero no era tan fuerte como antes.
Creer que casi muero por una bestia enorme y luego casi ser devorada por una manada de lobos es algo... imposible, por así decirlo. Lo que no entiendo es la primera parte de todo esto, cuando la cosa enorme ni siquiera se tomó el tiempo para morderme o al menos darme una lamida para probarme, si supuestamente lo que me dijo Minnie es que al instante te despedazaba y se comía tus entrañas. Y estamos hablando de la misma bestia, porque un lobo blanco enorme con los ojos azules grisáceos es imposible de ver según mi punto de vista, o mejor dicho, inexistente en este mundo. Tendría que aclarar mis dudas con alguien que sepa de esto, porque me tratarían de loca demente ni aun que les demuestre las pruebas intentaran pensar algo coherente sobre esto.
Subí a mi cuarto y me cambié con mi pijama, de seguro no iba a dormir esta noche luego de todo lo que pasó al menos que intente resolver todo este lío, pero desde ya que a la escuela no asistiré ni por que sea el último día de clases. Algunas heridas que estan "abiertas" las sellé con curitas de ositos y perritos.
*Crack*
Qué... ¿Qué mierda fue eso? Se oyó en la cocina. Mi corazón empezó a latir con fuerza y mis piernas comenzaron a temblar, pero del miedo.
No, ni se te ocurra bajar ahí Lalisa Manoban, puede ser un ladrón y puede estar armado. Deja que se vaya, no tienen nada que robarte, solo llama a la policía.Pero mi teléfono quedó allí abajo.
¡Mierda! Tendré que bajar rápido con algo para defenderme, ugh, ¿pero qué puedo tomar de mi habitación? La lámpara, perfecto. Bajé con cautela para que no me oiga, pero los ruidos ya no se escuchaban, esto es sumamente raro.
Llegué a la sala y recorrí todo el lugar pero no había nada. Tal vez se haya ido, estoy más que segura que ya se fue porque no había nada que robar, en esta pequeña casa no hay nada de valor. Bajé la lámpara porque estaba segura, pero ahora tendría que limpiar los malditos vidrios rotos de la cocina y luego comprar un reemplazo, genial, más dinero que gastar. Encontré mi teléfono y obviamente que lo iba a llevar conmigo para no cometer el mismo error dos veces.
Al dirigirme a la cocina no encontré nada más ni nada menos que vidrios rotos, como yo creí. Nah, los limpiaré mañana, hoy estoy muy agotada mentalmente como para lidiar con esto. Subiendo las escaleras había migajas de mis galletitas por el piso... ¿pero qué mierda?
Y cuando entré, oh por Dios, casi me agarra un infarto instantáneo. Había una chica casi desnuda en mi cama, comiendo las sobras de galletitas y huesos de patas de pollo. Me observó, mi sangre se heló al sentir esos ojos azules grisáceos profundos que se me hacían muy familiares. Comencé a temblar y en la garganta se me hacía un nudo, pero me había dado cuenta de que mis pies se movieron hacia atrás por si solos.
- ¡Oye! -Se había levantado de mi cama y ví que el torso era tapado por una camisa manchada de sangre, sucia, destrozada, y no parecia ser una chica normal. Se acercaba a mí despacio, no encontraba el coraje para salir corriendo y llamar a la policía-
- U-un.. ¡L-LADRÓN!
Salí corriendo hacia la sala para ganar tiempo y llamar a la maldita policía. Pero no sentí cuando el mismo me fue arrebatado de las manos y lanzado por algún lugar de la sala.
- OH DIOS MÍO, OH DIOS MÍO -Empecé a correr por todos lados, tratando de buscar algo para arrojarle en la cabeza-
- ¡Hey espera! -Le lancé la canasta que estaba arriba de la mesa pero la esquivó mientras se acercaba hacia mi torpemente-
- ¡ALEJATE DE AQUÍ MALDITO LADRÓN! -Encontré el control remoto de la televisión y se lo lancé, pero otra vez lo esquivó y caí en cuenta que no tenía nada más que lanzarle, estaba acorralada en la pared- T-toma todo lo que quieras pero no me lastimes ni me hagas daño p-por favor.
Me cubrí y cerré mis ojos por instinto. El corazón me latía a mil por hora, mi cuerpo entero me temblaba y mis lágrimas volvieron a salir, por favor sé piadosa y no me mates...
- Hey -Tomó mis muñecas y me obligó a observarla. Algo en ella se me hacía muy familiar- Soy yo. -Sonrió mostrando los dientes, bonita sonrisa-
- ¿Q-Quién eres t-tú y que haces en m-mi casa? -Mi voz me temblaba demasiado como entablar una conversación con esta desconocida-
- Soy Jennie Kim y tú eras la que estaba en el bosque conmigo.
- N-no... -Aún tenía el nudo en la garganta, no podía ni mirar a la infiltrada en mi casa. Pero ella negó y me soltó la muñeca-
- Si estuviste conmigo, eres una persona que se asusta muy fácilmente. -Comenzó a reír-
Cayendo en cuenta de la situación, con la única cosa que me encontré en el bosque fue la bestia blanca y la manada de lobos pero jamás había visto a esta chica, algo en mi interior me decía que la ví, o bueno, sus ojos azul grisáceo. Pero lo único que se me viene a la cabeza son los de aquel lobo blanco.
Espera... ¿no será?... No. Imposible.
¡Voten y comenten!
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The Princess' Wolf ;Jenlisa vs. G!P
Fantasy"Nadie creería que Lalisa Manoban, una humana, se encontraría con la leyenda de aquel bosque helado" Jennie G!P ~ • Preguntas por adaptación. • Completa.