El hombre de la CIA

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Vestido con pantalones de camuflaje y una apretada camisa negra, entró en el despacho como si fuera el dueño.
Intentando enfocar su vacio cerebro en el hombre que le sonreía, Lita luchó para evitar que su labio superior se curvara. La arrogancia en un humano era dura de digerir. Ninguno era tan fuerte, aunque pensaran que lo eran. ¿Por qué John no había regresado de almorzar para mantener a idiotas como éste fuera de su despacho? Ella necesitaba dormir, pero tenía que ser amable con los potenciales clientes aunque estos no le gustasen. Parpadeó nuevamente. Estaba segura que éste no le gustaba.
Levantándose extendió la mano.
—¿Qué puedo hacer por usted, señor…?
Él ignoró el saludo.
— Andrew Furuhata. CIA. Parece enferma.
La rabia la llenó cuando Lita observó fijamente el rostro de él. Este tipo no era solo un idiota arrogante. Era un autentico imbécil.
—Escuche,  Andrew Furuhata mierda de la CIA, si es que me está diciendo la verdad llevo las últimas cuarenta y ocho horas sin dormir buscando a una menor de doce años que ha huido, que pensaba que podría sobrevivir en un bosque de Nevada. Así que váyase a la mierda, pedazo de cretino y no deje que la puerta le golpeé el culo cuando salga.
—¿Besas a tu madre con esa boca? - él le mostró el distintivo y después lanzó una foto sobre el escritorio — Estoy buscando a este hombre.
Parpadeando para intentar enfocar la mirada, ¿eso era una verdadera y jodida acreditación de la CIA lo que le acababa de enseñar? Lita cogió la fotografía, miró un poco más y dijo:
—Sí, lo he visto ¿Por qué lo busca?
Ella entrecerró los ojos a tiempo de ver el destello de sorpresa en los ojos de él.
Sonriendo para sí misma dejó la foto encima del escritorio.
Él no esperaba que ella lo admitiese.
—Dijo que su nombre era Mamoru Fields. Nos quiso contratar para encontrar a su esposa que había desaparecido con un montón de dinero.
El agente de la CIA puso las manos sobre el escritorio y se inclinó hacia delante.
—Su verdadero nombre es Jake Fields, y el dinero pertenecía al gobierno. ¿Tiene idea de dónde puede estar ahora?
El olor de él era completamente masculino. No usaba colonia.
El lobo interior de ella se agitó por un momento.
Lita parpadeó nuevamente. El agotamiento le estaba pasando factura, dejándola cada vez más fatigada.
Su alma de lobo suspiró y cayó en un profundo sueño.
—¿Me va a ayudar o no? — la voz de él era contundente y no se molestó en ocultar su irritación.
Buscando la penetrante mirada de él, Lita empujó la fotografía hacia él.
—Mi asistente trabajó con él. Cuando regrese de almorzar veré si lo recuerda. Vuelva mañana, le diremos todo lo que tengamos.
Después de que duerma y pueda pensar nuevamente.
 Andrew cogió la fotografía, la miró fijamente durante un momento y asintió con la cabeza.
—Volveré.
Girándose salió del despacho.
Lita no se movió hasta que salió y desapareció por la puerta de la calle.
Dejándose caer en la silla observó la pared opuesta, sin embargo no miró los retratos colgados de ella. En cuanto pudiera pensar con claridad se pondría en contacto con su padre. El fantasma que perseguía a Taiki había aparecido ante ella.

Nota Extra:
Con esta pequeña introducción, doy por terminada está historia.
Ya podéis encontrar la continuación ya terminada como:
"Calor Salvaje" en mi perfil.
Verán una unión tan salvaje como lo indica el mismo nombre. ❤

Caluroso Anochecer. (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora