La nube de humo que envolvían el aire ¿Cuántos cigarros llevaba ya? Yo lo miraba asombrado. No asustado, ni preocupado sólo asombrado. Asombrado como cuando un loco te presenta a otro loco que resulta mucho más loco que tú.
-Vaya, Marsh. Te ha ido bastante de la mierda.
-¿Te ha ido mejor, Craig?
No. Pero no debes saberlo.
La cama soltó un chirrido agudo, mis pies alcanzaron la alfombra y me dirigí hacia la ventana para ventilar un poco. Sentía el frío correr por mi cuello, extrañaba esta sensación, me hacía sentir mal, dolía, me hacía sentir vivo o solo menos muerto. Mi piel se erizaba y por momentos dejaba de sentirla, era divertido, era tan real que pudiera hacerlo por siempre sería tan feliz.
-No seas marica, Craig. Si quieres cogerte a la ventana yo no te voy a juzgar, adelante.
-Me tiraré por la ventana, no a la ventana. Idiota.
-Como sea,¿Te quedarás a cenar?
-Me interesa, ¿Que hay de cenar hoy, chef Marsh? ¿Lágrim ass portu'ex a la Wendy o Inconfundiblemo ción 'omo?
-Ninguna, solo ron con pasta.
-Que apetito. No, me voy a casa nos vemos el...
-Mañana.
-Lunes.
-Mañana es lunes.
-Bueno, adiós.
Caí a la nieve con la sábana envolviendome, vendría por la ropa más tarde. Ahora me basta con cruzar la calle y llegar a mi casa.
Sería muy afortunado si nadie me encontrará así. (Una breve tentación para que Kyle me vea saliendo casi desnudo de la casa de su novio y se eché una rabieta)
Al final solo me encontré nuevamente con el silencio de la casa, la repetitiva ausencia de sus gritos, y los cuadros que eran el único rastro que alguna vez estuvo ahí.
-Mamá, ¿Por qué no estás aquí?
"-Porque se murió, ojete".
ESTÁS LEYENDO
Memoria
Short Story"La vida no es justa, pero tampoco es mala" se repetía, hasta que no pudo más. Craig estaba cansado y la extrañaba mucho. "Era algo que tenía que pasar" se repetian ellos días después.