Al otro día fui a la escuela muy alegre, tenía ganas de volver a encontrarme con ella. Pero mi enorme sonrisa se fue en un instante, al ver como Ted y Nash estaban besándose en los casilleros, me partió el corazon, no sabia que hacer.
Voy a irme, necesito despejarme y borrar esa imágen de mi cabeza. Fui al parque, el lugar que más cerca estaba de la escuela. Ahí veia como los niños jugaban con sus padres mostrando una sonrisa feliz y sincera. Y me puse a pensar una vez más que es lo que hubiera pasado si no hubiera abandonado a mis padres. Prendí un cigarrillo y me lo llevé a la boca, me aliviaba fumar de vez en cuando.
Un pequeño niño, al parecer bagabundo se sentó junto a mi en el banco. Miles de recuerdos se cruzaron por mi cabeza, eses pequeño es como yo, yo me crie asi, solo, sin nadie que me apoye y me proteja. Moriría por estar jugando a la Play Station con mi padre, o estar cocinando muffins con mi madre, pero yo abandoné todo eso, fue mi culpa, toda mi culpa.
Me acomodé el castaño pelo, desaté mi corbata, agarre mis libros y me fui. De repente una intensa lluvia me agarró en la mitad de mi camino. Era de noche, estaba oscuro y la luna se reflejaba en mi sombra. Una luz fluorecente se veía a lo lejos, era una estación de servicio, tal vez pase la noche alli.
Entre, me senté en una mesa al fondo del lugar y muy rápido la camarera se acercó a tomar mi pedido.
-Una cerveza- le ordené- y la quiero bien fria.
Ya iba por la tercer botella de cerveza, mi ojos comenzaban a cerrarse y se tornaron rojos. Comencé a ver nublado y a sudar frío. Estaba congelado y no tenia ni un puto abrigo.
-Señor, es el único cliente que queda y ya tenemos que cerrar, son las 4 am- dijo la misma camarera que antes me habia atendido.
-No quiero irme- le dije y seguí bebiendo de mi botella.
-Pero señor, tenemos que cerrar, es muy tarde- dijo suplicándome
-Dije que no quiero irme de este maldito lugar- dije gritándo, me paré de la silla y le pegué una fuerte trompada en la cara.
Luego de unos minutos la policia llegó. Me espozaron y a lo lejos escuchaba que el policia le decia algo al dueño de la tienda.
-Este muchacho ya estuvo incriminado en varios casos anteriores- dijo el oficial, eso es lo unico que pude escuchar. Me sentía mal, estaba ebrio.
Me sujetaron de las manos y me subieron bruscamente a la patrulla.
-Muchacho, te quedaras por la noche encerrado- hablo el patrullero- mañana por la mañana te solatremos e iras a la escuela.
Mi vida puede ser peor? Esa era mi pregunta.