Capitulo nueve.

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Cuando Harry se fue de la biblioteca volteé hacia Niall y le sonreí con suficiencia, me acerqué a él colocándome entre sus piernas pero cuando quise besarlo se apartó.

-Apestas. –me dijo con el ceño fruncido.

-¿A sí?. –pregunté confundido, llevé mi brazo derecho hasta mi nariz y lo olfateé. –Yo no siento nada.

-Apestas a Harry. –dijo mientras me empujaba y se bajaba de la mesa.

Me quedé estático por unos segundos y luego comprendí, estaba celoso. ¡Qué divertido era!.

-Jajajaja. –reí como loco.

-Idiota.

-¿Estas celoso?. –pregunté intentando dejar de reir.

-¿Celoso?, ¡que va!, esa palabra me da grima, Liam, ¿yo celoso?, ¿por ti?, no hables demencias. –dijo demasiado rápido que apenas pude entenderle.

Eso se me hacía divertido, Niall Soy Mejor Que Todos Horan estaba celoso, ¡Ja! Tenía que contarles esto a George y a Harry luego. Sonreí para mi mismo y me acerqué a Niall poniendo una mano en su cintura e inclinándome a besarlo.

-No puedo creer que Niall Horan esté celoso. –dije mientras me acercaba a besarle el cuello. El me apartó pero solo un poco.

-Escucha, ya te dije que no estoy celoso, y es por eso, porque soy Niall Horan, y yo siempre gano, ¿de acuerdo?. –dijo ya cansado.

-¿Entonces me estas peleando?. –pregunté con una sonrisa.

-No, pero si así fuera yo ganaría. Yo-Siempre-Gano, Liam- dijo lentamente enfatizando las palabras.

Solté una risa ante eso ultimo y me acerqué a él un poco más, uní mis labios con los suyos y entre el beso lo tomé de los muslos para sentarlo de nuevo sobre la mesa, me coloqué entre sus piernas y esta vez no protestó.

La verdad era que Niall Horan era un idiota, ¡vaya que lo era!, se creía demasiado por tenerlo todo y siempre salirse con la suya, me enfermaba horrible todo aquello. Cierto era que de pequeños habíamos sido amigos pero eso ya no importaba, porque todos los años que me humillaron por culpa de sus comentarios o burlas los habían cubierto. Por esa razón había decidido sacarle provecho a las clases de química.

Había hablado con George y Harry acerca de hacer algo para hacer pagar a Horan todos los malos ratos, claro que George no estuvo de acuerdo, el era demasiado correcto en ese sentido y no lo culpo, yo tampoco hubiera estado de acuerdo, pero Niall necesitaba una lección, y yo estaba dispuesto a dársela. Harry me apoyaba al cien por ciento, la verdad es que el grupo de Niall ya le había hecho pasar malos ratos desde que no calificó para el equipo de futbol y Harry quería vengarse de eso. Así que, ¿Por qué no?.

Pero no era tan sencillo, claro que no lo era, porque Niall lo hacía difícil. A veces cuando estábamos en su casa estudiando siempre me hacía comentarios “amables” haciendo que me sonrojara y el soltara carcajadas o como cuando nos estábamos besando y susurraba mi nombre mientras sonreía sobre mis labios. Eso era lo difícil. Por todo el instituto siempre hablaban de los mismo “Niall Horan tiene poder sobre cualquiera” y no poder de dinero, sino que se referían a que encantaba a cualquiera, y estaba empezando a creer que tenían razón.

-¡auh! –me quejé llevando mi mano derecha a mi labio inferior. –No hagas eso.

Niall me miró y tapo su boca con sus manos para evitar soltar una carcajada, joder, ¡que molesto era!.

-Disculpa, fue involuntario. –me dijo encogiéndose de hombros y soltando una risa. –No es mi culpa que tu nunca me hayas mordido.  –levanté una ceja.

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