ALL WE ARE │NIAM│☯

Capitulo tres.

En Londres estaba lloviendo demasiado fuerte. Las calles estaban llenas de agua y se me había hecho difícil pasar por el intento de parque que había cerca de mi casa, estaba empapado hasta los zapatos y para colmo no abrían la estúpida puerta -debo recalcar que yo no quería estar allí en ese momento.

Después de infinitos minutos de seguirme empapando, abrieron el portón de esa gran casa.

 -Buenas tardes, señor. -saludé a un tipo vestido completamente de negro pero ni siquiera se inmuto cuando lo hice. Restándole importancia decidí entrar de una vez. Por cierto, seguía lloviendo.

-¡Hey, Liam!. -escuché que me llamaron.

Allí en la puerta de la gran casa estaba Niall Soy Mejor Que Todo El Mundo Horan, arrogante como siempre y con una sonrisa que a kilómetros se notaba que era de burla. "idiota" murmuré y me acerqué a la puerta. Cuando estuve frente a Niall el me examinó de arriba a abajo, luego elevó una ceja y vi como su cara se ponía roja, pero no era vergüenza...

-Jajajajajaja. -soltó de una vez agarrándose el estómago por tanto reírse. Yo lo miré mal y giré los ojos.

-Eres un idiota. -le dije. El dejó de reír un poco y me miró expectante para luego sonreír de manera arrogante.

-Oh, disculpa, Payne, pero yo no soy el que salió de su casa sin un paraguas.

Tenía razón, bien jugado.

-No estaba oscuro al salir de mi casa. -me defendí.

-¿No ves el pronóstico del clima?.

-No, ¿tu?. -Tampoco, pero deberías. -dijo señalándome con una sonrisa. -Oh, pero que descortés soy, pasa, por favor. -se hizo a un lado para que entrara. Se le notaba que toda esa cortesía era sólo en forma de burla.

La casa Horan era todo menos una casa ordinaria. Había mesas demasiado elegantes como para ser corrientes, y sobre ellas, había jarrones decorados que sentía que podían romperse con sólo mirarlos. En el centro de la casa había una enorme escalera que llevaba al segundo piso, eso era gigantesco. Niall me halo del brazo indicándome que pasará a la sala de estar, y, Cristo bendito, era preciosa, como esas que salen en las películas de millonarios que pasan por la tv. Tuve que tener autocontrol para que mi boca no llegara al piso.

-Supongo que no querrás quedarte así, ¿verdad?.

-¿a..ah? -Niall rodó los ojos.

-Debes cambiarte, no es que me importe demasiado pero, puedes coger un resfriado o algo así.

Niall subió las escaleras y me indicó que lo siguiera. El segundo piso era igual que el primero, muy elegante. Llegamos al final del interminable pasillo y Niall abrió la última puerta. Me quedé afuera por educación.

-¿Qué?, ¿Piensas cambiarte allí afuera?.

-Bueno, yo solo... -Sólo entra, Liam.

Esperaba que la habitación de Niall combinara con toda la elegante casa, así que cuando entré me sorprendí de que no era así. Estaba pintada de un color blanco y había sólo una pared color gris, en las paredes habían demasiados posters de bandas que no alcanzaría a nombrarlos en ese momento y sus estanterías estaban llenas de discos y papeles.

Tenía dos guitarras; una eléctrica y una clásica, entonces me pregunté sí podría tocarlas bien o sólo estaba aprendiendo. También tenía un gran espejo -como no- y un estante cubierto con una manta, pero no preguntaría que había allí. El cuarto de Niall era diferente a toda la casa, pero no estaba mal, en realidad, estaba muy bien.

 -buscaré algo que te quede. -Niall se acerco a una puerta que supuse era el armario, yo me quedé allí parado esperando a que encontrara algo.

-Esto debe quedarte, Liam. Aunque me duela en el orgullo admitirlo, eres más grande que yo. -dijo viendo hacia otro lado. Tomé las cosas que me ofrecía y vi que había un boxer.

 -yo.., no es necesario.

-descuida, está limpio. -dijo sonriendo con malicia. -¿Qué esperas?, anda, Liam, entra al baño y cámbiate. Te espero abajo.

Hice lo que me dijo y me cambie, dejando mi ropa mojada en una bolsa para llevármela luego. Salí del baño y me vi en el espejo; camiseta blanca, jeans azules y con un par de calcetines -porque Niall andaba igual en calcetines por la casa-, la verdad, ese estilo no me quedaba mal, y la ropa olía a Niall, y no es que yo me hubiera fijado antes en como olía, es sólo que sabía que así debía oler.

Bajé por las escaleras y llegué a la planta de abajo. Niall estaba sentado de piernas cruzadas en el gran sofá y tenía unos libros cerca, sonreí internamente, al parecer, el sí deseaba estudiar.

Me acerqué un poco más y vi que en sus manos tenía su psp y estaba jugando. Rodé los ojos Me acerqué hasta el y le arrebaté el aparato de las manos.

-¡Hey!, eres un... -Niall alzó la mirada y me examinó de arriba a abajo, luego sonrió.

-No puedo creer que dejas química y no te interesa ni tomar un libro. -le dije dejando el aparato sobre la mesa de centro y sentándome en la otra punta del sofá.

-Te queda bien ese estilo, Liam. -dijo ignorando completamente lo que le había dicho. -yo que tú me lo pensaría.

 Lo miré con los ojos entrecerrados para ver la burla que lo caracterizaba pero no logré encontrar nada. Niall sólo se encogió de hombros y tomó un libro suspirando.

-¿Qué?, ¿No empezamos ya?. -me dijo medio sonriendo.

 La verdad, estas serían unas largas tardes.

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