Quería confesarte
que siempre quise ser inolvidable.
Que ya hay otros que me recuerdan
como un ángel desnudo y dulce
como nieve con sonrisa perversa
como flores de primavera
como una rubia encendida
como un tornado que besa
y todo se lo lleva.
Contigo quiero que me encuentres
cuando yo ya no quiera
que cuando quiera huir de todos,
huyas conmigo, que cojamos la autopista.
Que me invites a dormir
en un hueco de tu almohada,
a vivir bajo tu ventana
escondida en tu cuello del mundo
mordiendo tus huesos sin mantas
mientras me acaricia tu sudor
que las estaciones nos vean pasar a nosotros.
Ya no quiero que me recuerdes.
Quiero que me hagas recordar
cada vez
que soy más que fotogramas,
y que juntos, cielo, lo somos todo.