El Trato.-JB.

Capítulo 1.-¿Aceptas?

Mira impaciente el reloj de clase mientra muerde su boli.

Las clases de última hora siempre son las más aburridas.

Por suerte sólo quedan cinco minutos y podrá salir de este infierno que se hace llamar clase de matemáticas.

El timbre suena anunciado el final de las clases.

Todos los alumnos del salón recogen sus libros, cuadernos y escuches con rapidez, en cambio Maggie lo hace lentamente.

-¿Habéis visto el pañuelo que llevaba la profesora?-Pregunta Karen mientras van caminando por los pasillos del instituto.

Maggie tiene su séquito de amigas. Karen, Rebecca y Alex.

-Creo que es de hace dos temporadas.-Responde Maggie mientras bajan las escaleras que dan a la salida del instituto.-Esa señora tiene el gusto en culo.-Añade.-¿Quién combina un vestido de flores con un pañuelo de cuadros?-Pregunta rodando los ojos.

Su mirada recorre el aparcamiento esperando ver a Bieber con alguna de las animadoras del instituto.

Sonríe irónica cuando le ve con una rubia al lado de la moto de él.

"Es tan predecible" piensa en su mente "y tan patético" añade.

-Chicas.-Llama la atención de sus amigas.-A las cinco en mi casa.-Ellas asienten y se dirigen cada una a sus vehículos.

Se queda mirando como Bieber susurra algo en el oído de la rubia y esta ríe nerviosa.

Maggie analiza la ropa de la muchacha, pantalones probablemente de hace tres años, sudadera que le queda enorme y que está desgastada.

"¿Dónde consigue la ropa? ¿En la basura?" se pregunta para ella misma.

Desde luego esa chica no es del instituto puesto que no lleva el uniforme obligatorio.

Decide acercarse, cuanto antes ponga en marcha el plan, mejor.

-Ejem.-Tose falsamente haciendo que la pareja se separe.-Siento interrumpir.-En verdad no lo siente, arruiarle el polvo a su enemigo es algo genial.-Pero necesito hablar con Bieber.-Dice el apellido con cierto odio es su voz.

Desde que era pequeña a Maggie la han enseñado que cualquier cosa que tenga que ver con los Bieber no se merece su interés.

La rivalidad de los Montgomery y los Bieber se remonta a siglos pasados, realmente Maggie no sabe porque se odian ambas familias, pero desde pequeña le han inculcado que tiene que odiar cualquier cosa relacionada con esa familia.

-¿Por fin te has dado cuenta de que estás enamorada de mi?-Pregunta Justin olvidándose completamente de la rubia que observa la escena con miedo.

Siempre que Justin y Maggie mantienen una conversación, se corre el riesgo de que empiece una tercera guerra mundial.

Y es mejor no estar cerca.

-Ya quisieras.-Dice Maggie riendo sarcasticamente. Mira a la rubia y arquea una ceja.-¿Aún no te has ido?-Pregunta con tono cansado.

-Yo...

-Largo.-Dice la pelinegra.-Y es mejor que no consigas la ropa de la basura, pareces un mendigo.-Sin decir nada más, la rubia se va cabizbaja.

-Me la iba a follar.-Dice Justin cruzandose de brazos molesto.

-Bueno, digamos que tengo algo mucho mejor que un polvo con un mendigo.-Maggie sonríe orgullosa.

-Realmente, todo lo que tenga que ver contigo, me da igual.-Dice Justin sacando las llaves de su moto.-A no ser que quieras que nos acostemos, en ese caso, puedo dejar de lado el odio que te tengo por unas horas.

-¿Horas? Cariño no aguantas ni dos minutos.-Dice Maggie burlona.-Y yo no pienso acostarme con alguien que se acuesta con vagabundas. ¿Qué clase de enfermedades sexuales puedes tener?-Dice haciendo una mueca de asco.

Justin rueda los ojos.-Si no quieres un polvo, apartate.-Ordena.

Pero Maggie le mira fijamente y niega con la cabeza.-Peter Anderson.-Es lo único que dice, suficiente para tener la atención de Bieber.

-¿Qué pasa con ese gilipollas?

-Quiero hacerle daño, y tu eres la persona perfecta para hacerlo.-Dice con una sonrisa inocente.

-Me gusta por donde va esto.-Justin sonríe pícaro y se apoya en su moto.-¿Qué tienes pensando?

-Fingiremos que estamos saliendo.-Dice con soltura.-¿Te imaginas la cara de rabia que pondrá cuando se de cuenta de que su enemigo y su ex ahora están juntos?-Ella sonríe maleficamente, Justin imita el gesto.-Después, cuando me pida volver, le humillaré delante de todos.-Hace una pausa-Bueno, no sé si haré exactamente eso, pero si que haré algo que le haga mucho daño.-Añade, ampliando la sonrisa del rubio.

-¿Esto es por ponerte los cuernos?-Maggie asiente.-Me encantan las venganzas.-Hace una pausa y frunce el ceño.-Pero no va a colar que estamos juntos. Todo el mundo sabe que te odio y viceversa, nuestras familias se llevan fatal desde siempre.

-No anunciaremos que estamos juntos de golpe, idiota.-Dice Maggie rodando los ojos.-Iremos apareciendo juntos a algunos eventos. Los paparazzis se encargarán de difundir el rumor y cada vez les daremos más pruebas de que "estamos juntos"-Hace comillas.

-¿Y qué gano yo con esto?-Pregunta Justin cruzandose de brazos mirando a la chica.

Sabía que no iba a aceptar sin ganar nada a cambio.

-¿Qué quieres?

-He oído que tienes contacto con la modelo Kendall Jenner.-Maggie rodó los ojos sabiendo lo que quería.

-¿Quieres que te consiga un polvo con ella?-Justin asiente con una sonrisa de niño emocionado.-Está bien.-Acepta, total, no sería muy difícil.

Justin es uno de los adolescentes más deseados del mundo. Sería pan comido.

Además, su amiga había dejado claro varias veces que le gustaría tener una noche loca con el rubio. Cosa que Maggie no entiende. ¿Qué ve la gente en ese niño mimado y egocéntrico?

-¿Aceptas?-Pregunta Maggie extendiendo su mano.

-Acepto.-Dice Justin estrechando su mano y sonriendo.

Maggie sonríe satisfecha.-Iremos al mismo club este viernes. Por separado.-Aclara.-Las portadas de las revistas serán algo así.-Hace una pausa.-"Bieber y Montgomery en la misma disco". Con eso ya tendremos la atención de todo el mundo.

Justin asiente.-¿Algo más?-Pregunta.

-Adiós.-Sin más, la chica se da la vuelta y camina en dirección a su coche.

Justin le echa una mirada a su trasero, si ella no fuera quien es, ya la habría rogado que le hiciera un twerk con ese culo grande y firme.

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