Capítulo 27: ¿Quién eres Brett?

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Jackson

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Jackson.

El final de todo empezó sin que lo note siquiera.

Luego de que Brett se fuera totalmente enloquecido de mi casa, decidí ir al bar para ver si lo encontraba allí con los demás chicos. Al no encontrarlo estaba decidido a seguir buscándolo por toda la ciudad si era necesario, pero Max y los chicos me retuvieron allí. No me negué a tomar algo con ellos.

Entre copa y copa, no me di cuenta cuando comenzó la pelea. Solo note cuando alguien me tiraba al suelo y luego se oían gritos por todos lados.

Al parecer los Dark Blood habían decidido salir a tomar unas copas al mismo lugar que nosotros.

Lo siguiente que supe fue que, en mi estado de alcoholismo, alguien me arrastro al baño de hombres y me dijo que me quede allí hasta que todo pasara. No pude más que hacer caso.

Lo siguiente que recuerdo es a alguien llevarme hasta una cama y acostarme allí.

Y ahora, con una ligera resaca y unas sábanas desconocidas envolviendo mi cuerpo, abro mis ojos y me siento en la cama.

No reconozco el cuarto.

Las paredes tienen la pintura descascarada y hay ropas tiradas por el suelo, me siento en la estrecha cama y busco con la vista mi móvil. Sin encontrarlo, me rindo y me dejo caer nuevamente a la cama; en ese momento la puerta de la habitación de abre.

Max entra por la puerta pero no está solo. Un chico, al que no llego a verle el rostro, y él, entran casi comiéndose a besos. Claramente no me han visto, y hubieran seguido con lo suyo de no ser porque me hago notar.

—¿Por qué estoy aquí? —pregunto, alzando la voz para interrumpirlos.

Ellos se separan de golpe, y ahí es cuando reconozco al otro chico.

Chester esta más rojo que el cabello de Max.

—¡Jacky! ¡Qué bueno que ya estás despierto! —Max me sonríe mientras, para nada disimuladamente intenta echar a Chester del cuarto—. Tuve que traerte a mi casa. Era muy tarde y estabas borracho.

Max finalmente echa a Chester de la habitación y cierra la puerta tras él. Como si nada hubiera pasado, se sienta en la cama a mi lado.

—¿Y Brett? —es lo primero que me preocupa—. ¿Qué pasó en el bar?

Me levanto y abandono la cama. Empiezo a colocarme las zapatillas.

—¿Brett? No lo sé, pensé que tú sabrías. No contesta mis mensajes.

Se me hiela la sangre. Estoy seguro de que cometió alguna estupidez.

Encuentro mi móvil en una mesilla en una esquina del cuarto.

—¿Quieres que te alcance a tu casa? —pregunta Max, pero no respondo.

No tengo ninguna llamada ni mensaje de Brett. ¿Dónde se metió? Todo lo que hay en mi bandeja de entrada es un mensaje de Elliot. 

Green.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora