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¡Hey, chico bonito!

¿Por qué eres así conmigo?

Justo cuando creo que puedo manejar los latidos de mi corazón y actuar con normalidad, vienes y me vuelves loco de nuevo

Ese hoodie te queda tan lindo
Pareces muy feliz usándolo, ¿pertenece a alguien especial para ti?

Te quiero como no tienes idea, Seungmin

—J.

—¿Lo olvidaste de verdad o solamente no quieres devolvérselo? —Jisung miraba a su amigo con una ceja alzada, juzgando con la mirada su accionar

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—¿Lo olvidaste de verdad o solamente no quieres devolvérselo? —Jisung miraba a su amigo con una ceja alzada, juzgando con la mirada su accionar.

—Olvide mi suéter en casa, créeme. —la carita de Seungmin estaba en su mayoría oculta dentro del cuello del hoodie de Hyunjin, y su cabeza era cubierta por el gorro del mismo.

—No sabes mentir porque nunca lo haces. —la nariz de Seungmin se vio atrapada por los dedos del chico de grandes mejillas— ¿Dónde está mi Seungmin que siempre decía la verdad?

—Está bien. —suspiró— Es que es muy cómodo y cálido. Y huele bien. Pe-pero prometo devolverlo hoy mismo, aún no somos tan cercanos como para adueñarme de esta manera de sus cosas. —si Seungmin no estuviera metido casi por completo en la prenda, Jisung habría podrido admirar el puchero que había en sus labios.

Ambos chicos quedaron en silencio después de eso, de todas maneras, la biblioteca escolar no era un lugar donde se pudiera tener una conversación sin molestar a los demás. Aunque, a decir verdad, eran los únicos ahí, sin contar al bibliotecario Park.

—Le devolveré esto a Serim hyung, ahora vuelvo. —Seungmin tomó el pesado libro que estaba frente a él y se giró para ir al gran escritorio donde el chico mencionado solía estar.

Pero no le vio ahí, lo que le pareció raro, el universitario era una persona seria y dedicada, nunca se separaba del escritorio. Tal vez solamente estaba ordenando alguno de los estantes de la biblioteca, pensó Seungmin; así que se paseó pasillo por pasillo, cuando estaba por llegar a la último, se detuvo al escuchar unas voces que discutían en un tono muy bajo.

—No me importa lo que digan tus padres. —dijo una de las voces, por el tono exageradamente bajo de ésta, no podía saber a quién pertenecía— Por favor.

—Esto está mal, solo traerá problemas, si alguien se entera podrían mandarme lejos. —contestó la otra voz con un deje de preocupación.

—Nadie va a enterarse, lo juro.

"Escuchar conversaciones ajenas es de mala educación", la voz del ausente Felix sonó en su cabeza haciéndole sentir culpable por estar ahí, espiando sin querer. Él no era chismoso, muy pocas veces se enteraba de lo que sucedía a su alrededor, y si lo hacía era por parte de Jisung, Felix o Jeongin.

El repentino silencio en el pasillo le hizo querer morderse las uñas por la intriga.

Hay un dicho que dice que la curiosidad mató al gato.

A Seungmin le tocó ser el gato esta vez.

El libro que quería devolver resbaló de sus manos por la impresión; el sonido hizo que los dueños de las voces desconocidas -hasta ese momento- le miraran con los ojos abiertos.

No había forma de excusarse, los tres estaban en una situación bastante comprometedora. Seungmin por un lado había expuesto el hecho de que había estado escuchándolos. Mientras que los otros dos chicos, aunque se separaron de manera rápida, habían sido vistos; sus labios rojos e hinchados los habían dejado en evidencia y Seungmin se hizo una idea rápida de todo lo que pasaba.

—Seungmin. —Serim se acercó al menor, que dio un paso atrás por instinto— No es lo que parece. —los ojitos de Seungmin delataban el pánico que sentía.

—A... Allen hyung. —balbuceó Seungmin antes de salir huyendo del lugar.

El libro quedó olvidado en el frío suelo.

(Corregido: 2021

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(Corregido: 2021.11.09)

¡hey, chico bonito!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora