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¡Hey, chico bonito!

La clase de ayer fue un total
D E S A S T R E gracias a lo del asunto del balón

Lo único bueno fue que pude admirarte con el uniforme de educación física. Te veías muy adorable (siempre te ves adorable, en realidad)

No te asustes ni nada, pero hueles taaaan bien
Es como una combinación de fresas y cerezas... creo que soy adicto a ellas ahora

El cielo se ha nublado hoy, cúbrete bien de regreso a casa para que no te resfríes. Tu salud es algo muy importante, para ti y para mi

—Te quiere, J.

—El cielo se ve tan oscuro

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—El cielo se ve tan oscuro. Casi tanto como mi alma. —Jisung estaba pegado a la ventana que daba hacía el patio del colegio. Estaban casi solos gracias a que su equipo había terminado antes de tiempo un trabajo y eran muy escandalosos; en pocas palabras, los habían hachado del laboratorio de química.

—Tú alma incluso es más colorida que la bandera del orgullo. —Felix rio, no tan alejado de la realidad.

—Olvide traer mi suéter hoy. Tengo frío. —Seungmin estaba literalmente temblando por el frío artificial que el aire acondicionado del aula expulsaba. Sus manos acariciaban sus brazos en busca de calor.

—Minnie, eres tan torpe que me causas ternura. —Han se acercó a sus mejores amigos y se sentó en la mesa de Seungmin, dándoles la cara. Seungmin tuvo que correrse hacia atrás en su silla porque no quería tener las rodillas de su amigo en la cara.

—Cualquier cosa que haga Seungmin da ternura. —el pecoso se sentó en la silla correspondiente a la ardilla y apretó las mejillas de Seungmin. De paso le dio un pequeño beso en la frente con cariño— Es como nuestro bebé junto con Innie.

—Número uno: No soy ternura. —la sacudida que su cabeza dio hizo a Felix soltar sus mejillas— Y número dos: No soy un bebé. Soy solo unos días menor que ustedes. —la combinación del puchero, el ceño fruncido y el color rojizo de sus mejillas -a causa del frío- solo logró causar más ternura en sus mayores.

—¡Oh por Dios! ¡Hablando de Jeongin! Me acordé de algo. —gritó Jisung de repente— Escuche un chisme buenísimo.

—Escuchar conversaciones ajenas es de mala educación, Sung. —Felix sería millonario si le pagaran por cada vez que había pronunciado aquella frase.

—Iscichir cinvirsiciinis ijinis is di is di mili idiciciin. —le arremedo Jisung con un tono chillón— Eso lo sé, pero no puedo evitarlo. Y si no fuera por mí, apuesto a que ustedes ni siquiera se enterarían de lo qué pasa a su alrededor.

¡hey, chico bonito!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora