Cronicas Artianas

EL SER CASI FANTASMAGORICO

Después de toda la conmoción de la tarima, y de la incertidumbre de Sabrina, está bajo de la nave y fue al centro de la arena donde se encontraba Thomas.

-Damas y caballeros -dijo Thomas- ante ustedes, ¡mi nueva aprendiz! -al exclamar esto, Thomas levantó el brezo derecho de Sabrina sosteniéndolo con sus brazo izquierdo.

Pero, mientras aumentaba la algarabía en las tarimas algo peculiar ocurría cerca de donde estaban Thomas y Sabrina, una grieta o ranura estaba flotando en el aire, literalmente parecía que el espacio se estuviera rompiendo, era de un color morado, y lo suficientemente grande como para que dos personas cupieran por este agujero. De repente, un hombre, no tan mayor, gris y de aspecto como un muerto, salió del agujero, es bastante indescriptible su porte y sus características físicas, pero lo que sí es fácil de distinguir es que portaba dos bastones, uno en cada mano, parecía que eran estos los que lo mantenían de pie, pues si piernas se veían dobladas y atrofiadas, si no fuera por el instinto de sentido común que se tiene se diría que ese hombre estaba flotando, en fin, este ser casi fantasmagórico acallo a toda la tarima en un segundo, parecía que los intimidaba con su sola presencia, excepto a Thomas, él se mantenía firme y con una postura normal. Cuando estuvo a unos pasos del rey de Arta 1, el ser dijo:

-Que mal... ¿me lo perdí? De seguro que esta vez lo hiciste, ¿no? -le decía el ser a Thomas- oh, ya veo, tu insípida moral te impidió asesinar a tu sucesora, no sé cómo eres el rey de Arta si no puedes tomar la vida de nadie, pero en fin, ¿dónde está el nuevo futuro perdedor? o mejor dicho ¿dónde está el nuevo futuro miembro del Alto Comisionado? -el ser rio, y moviendo ligeramente los ojos observó que la única persona cerca de Thoma era Sabrina, a la cual se le acercó lo suficiente como para que ella pudiera sentir su respiración en la cara- Así que... tú eres la nueva discípula del rey, dime ¿Qué se siente?

Sabrina no podía hablar, sentía un nudo en la garganta, las respuestas a esta pregunta pasaban tan rápido por su cabeza que no podía entenderlas ni ella misma.

-Ya lo veo -dijo el ser- ¡Tenemos al rey cobarde y a la princesa muda! -exclamó hacia la tarima, la cual permanecía aún más callada que Sabrina- Que... decepción. ¿De dónde eres? -le preguntó a Sabrina- no veo cuero, no creo que seas de los rockeros, imposible pertenezcas a la noble aldea de los clasicians, te encuentras muy tensionada para pertenecer a los nómadas del blues, de hecho, ahora que lo pienso, nunca te he visto en Arta, y yo conozco a todos en el planeta...-de un momento a otro los ojos del ser se abrieron lo más que podían como si la respuesta a su pregunta hubiese llegado de un golpe- Dime que no -le dijo a Thomas- no deshonres aún más el título y el trono al decirme que... que una novata puede ser la futura reina ¡NO ES POSIBLE! -gritó con furia.

Sabrina seguía sin poder hablar, y en el momento en que el ser gritó se espantó aún más, de pronto, sintió una mano en su hombro, era Thomas que parecía que se iba a pronunciar sobre el discurso del ser:

-Sí, sí es posible, porque el mismo Athos la ha elegido para que sea mi sucesora y... tu futura reina -dijo Thomas de manera muy seca e intimidante.

El ser solo cerró la boca, inhaló profundamente y volvió por la grieta en la que había llegado, la cual una vez atravesó se cerró. Una vez que el ser se fue Thomas alzó la mano derecha, la agitó de un lado para el otro y su alfombra voladora llegó a sus pies, Thomas se subió y al ver que Sabrina se mantenía estática le dijo:

-Súbete, Sabria Anlynn Carpenter, princesa de Arta

Estas palabra parecieron funcionar, pues, aunque Sabrina seguía ensimismada logró tener el control sobre su cuerpo y subir en la alfombra. Una vez Sabrina y Thomas estuvieron en la alfombra y volaron a toda velocidad, la algarabía en la tarima siguió, se podía incluso oír desde lejos los gritos que se sincronizaban diciendo: "Sabrina, Sabrina, Sabrina"

Sin embargo, el paseo no fue tan gratificante como Sabrina lo esperaba, durante todo el trayecto Thomas estuvo susurrando, aunque se le oía, cosas como "¿Como es posible? ¿No puede ser él? ¿Por qué él? De todos ¿Por qué él?", cuando llegaron al castillo Thomas saltó lo más rápido que pudo de la alfombra y se dirigió a las escaleras, pero una pregunta de Sabrina lo detuvo de golpe: ¿Qué era eso? le preguntó.

-No es un qué sino un quién... Sab -le respondió Thomas- y es tal vez el hombre más poderoso de Arta

-Pero... ¿Quién es?

-Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, conocido por los amigos como Wolfgang Amadeus Mozart, conocido por mi madre como Mozie y conocido por mí como... papi-en ese momento Thomas subió las escaleras corriendo y se desapareció entre los pasillos del castillos