Arrasaré ciudades enteras para estar contigo

Capítulo VII

*PDV Jesús*

Un leve pitido proveniente de la máquina me desveló.Mi brazo se había quedado pegado al cuero del sillón debido al sudor,he pasado toda la noche ahí.
4 días.

No se despierta.Los médicos dicen que hay esperanzas,y sí,yo la tengo,pero es muy difícil continuar adelante sin la persona que te da la vida.

Sólo respira.

Alex no se mueve,no habla,no abre los ojos.Dicen que es un coma bastante inusual,pero que se puede recuperar del mismo,aunque haya secuelas.

Y yo me pregunto,¿qué tipo de secuelas?

Lo único que me importa es que pueda despertarse,volver a vivir,volver a estar conmigo.

La volví a mirar.

Me levanté del asiento y cogí una silla de plástico para ponerme justo a su lado.Acerqué mi mano a la suya y se la cogí con las pocas fuerzas que me quedaban.

-Jesús,te he traído ésto,anda,come algo.

-Dani,tengo un nudo en el estómago,no me entra nada,en serio.

-No voy a dejar que estés sin comer.¿Has visto las ojeras que tienes?

-Es del puto sillón ese,que es más malo que yo que sé.

Los dos nos reímos.Se acercó a mí y me puso su mano sobre mi hombro.

-¿Y María?

-Ha ido a comprarle un regalo a Alex en la tienda del hospital.

Esbozé una sonrisa.

-Estaré fuera,¿va?Con lo que sea o lo que necesites,me llamas.

Asentí con la cabeza y abrazé a mi hermano.Acto seguido,abrió la puerta del cuarto y se marchó.

Noté algo moverse.

Inmediatamente me giré,y vi su dedo índice rozándome la palma de la mano una y itra vez.

Se me encogió el corazón.

-Alex,Alex por favor,despierta,por favor,te necesito-le susurré aguantándome las lágrimas.

Entornó los ojos,ya casi los tenía abiertos y un rayo de luz me iluminó,sonriendo de oreja.

Se me quedó mirando,como extrañada.

No pude evitar y le abrazé,aliviado y demasiado contento por tenerla de nuevo.

-Pero,¿qu-quién eres?-me preguntó.

Me separé de ella,la miré y recapacité sobre lo que acababa de decir.Tragué saliva.

-¿No me recuerdas?Alex,soy yo,Jesús.

Miró hacia otro lado,movió los ojos y volvió a clavar la vista en mí.

La puerta sonó y entró el doctor que le trata.Se quedó mirando a Alex,impresionado de que esté despierta.Luego de volvió hacia mí,con los ojos abiertos como platos.

-¡Increíble!-gritó mientras se acercaba hacia la camilla.

No sabía qué decir,yo estaba totalmente en shock.Empezó a toquetear los cables y la máquina,revisando las vías que la conectaban a la misma.

-No me reconoce.

En seguida dejó lo que estaba haciendo.

-¿No sabe quién eres?