Capítulo 17: "Reunión familiar" parte 1

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Un rayo de sol entro por la ventana haciendo que abra un poco los ojos. Odio levantarme temprano. Me refriego la cara vagamente para luego salir de mis suaves y lindas sabanas. Me dirigí al baño a pasos lentos con los ojos a medio abrir, abrí la ducha y me mire en el espejo. Admito que me asuste un poco ya que tenia una maraña de pelos y el maquillaje del día anterior corrido.

Pobre del hombre que en un futuro despierte todas las mañanas conmigo.

Ya lo saben, soy lo menos agradable del mundo tan temprano.

Después de la ducha relajante y reconfortante que me di, me cambie para dirigirme al instituto nuevamente. A retomar con mi trabajo. Decidí ponerme unos shorts de jean oscuro, una blusa blanca algo holgada y mis converse negras.

Fui hacia la cocina por una tasa de café para poder despertarme un poco. A pesar de la larga ducha que me di, seguía algo dormida.

Una voz detrás mio me saco de mis pensamientos.

- ¿A dónde crees que vas?

- Ay Lily-me di vuelta para verla- Ya te dije, al trabajo

- Y sigues con eso-me miro frustrada- Yo creo que deberías descansar después de lo horrible que ha sido tu vida en esta semana

- No puedo darme el lujo de descansar-puse el café recién hecho en un vaso térmico- Estaré bien Lily, te lo prometo

- Eso espero, llámame por favor-dijo en forma de súplica-

- Claro que si-acaricie su mejilla suavemente para luego depositar un beso- Te veré pronto, te quiero

- Yo igual, cuídate-sonrío, ahora un poco más aliviada-

- Tú igual-dije agarrando mi bolso para luego salir por la puerta-


(...)

Ahora que lo pienso mejor, no se si fue buena idea regresar tan pronto al trabajo. No se que le diré a Mia y Rachel por mi repentina y larga ausencia. Tampoco había llamado a Ralph para explicarle, o tal vez Sawyer hablo con él, pero ni siquiera él sabia bien como eran las circunstancias. Confiaba plenamente en Sulivan pero lo que había tenido que pasar esta ultima semana es algo fuera de lo normal, no podría decírselo así sin mas. Pensara que estoy loca. O tal vez si lo estoy. 

Estaba totalmente confundida caminando por los pasillos de la institución sin saber que hacer. A unos metros pude divisar una cabellera rubia y otra roja, dándome a entender que tenia ni mas ni menos a mis dos amigas justo aquí. Ellas no me vieron, así que lo mejor que pude hacer fue esconderme en un armario. Si, abrí la primer puerta que se me cruzo en el camino y me metí dentro así sin mas. 

Maldición, maldición, maldición.

Porque la palabra impulsiva me define totalmente.

Prendí la luz para poder darme cuenta que estaba en el armario del conserje. Genial.

Me removí en mi lugar con nerviosismo ya que muy espacioso no era. Esto me pasa por ser una gallina que no se anima a enfrentar sus problemas. Soy una jodida agente encubierta, esto no debería pasarme. 

Mientras me maldecía a mi misma, escucho que el picaporte de la puerta gira lentamente. Trague con fuerza y apague la luz para que aquella persona que abriera la puerta no me viera.

Se abrió rápidamente para luego cerrarse con fuerza. Me sobresalte por un segundo pero luego me reincorpore volviendo mi respiración a su frecuencia normal. Volví a prender la luz y me di vuelta lentamente para quedar enfrente de la puerta, pero una pared me estorba el paso.

Agente EncubiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora