16. Capítulo

20.9K 1.4K 137
                                    


Los días siguientes fueron tranquilos. De día entrenaba y acudía a clases. Las guardias transcurrieron sin problemas, con solo un par de salidas y las noches... bueno, los dos estaban pasando el suficiente sueño para que Cole se riera de ella cada mañana.

Pasaron dos rápidas y felices semanas. En ese tiempo, otro de los grupos consiguió cazar un demonio y éste confirmó que preparaban un ataque al colegio aunque no hubo forma de que confesara quién era la traidora.

-Todos están convencidos de que no sabe nada-cuchicheó Lynn que estaba saliendo con alguien del equipo de investigadores.

-¿Y ha dicho cuándo será el ataque?-preguntó Kat también en un susurro.

-Señorita Elézkano, parece que mi clase la aburre-la voz de Isobel era de verdadero enfado.

-Lo siento, profesora-se disculpó Kat.

-Salga de mi clase-ordenó la profesora.

Kat apretó los labios en un esfuerzo por ser respetuosa y se dirigió a la puerta.

-Ser la querida de un profesor no te da ventajas con los demás-aseguró Isobel con maldad.

Kat contó hasta 10 antes de hablar.

-Siento haber interrumpido la clase, profesora, pero eso no tiene nada que ver.

-Siempre te has creído más lista que los demás-siguió atacando-al principio por ser la hija de Elisabeth, y ahora por ser la zorra de Ian.

La clase se llenó de murmullos. Kat no sabía si se debía a que sus compañeros acababan de enterarse de quién era su madre o al insulto de la profesora.

-Profesora-Cole intervino tratando de ayudar-la realidad es que Kat es más lista que cualquiera de nosotros.

Isobel le miró casi enloquecida.

-¿Lista?-preguntó volviendo luego la mirada hacia ella-¿y si es tan lista porqué está haciendo el papel de tonta? O¿quizás sabes toda la historia?

-Voy a salir de clase, profesora. No me interesa lo que tenga que decirme.

-¡Oh, no, querida! Te interesa mucho. Quizás tengas que preguntarle a tu amante quién es mejor en la cama. Después de todo, eres la segunda Elézkano que se tira. Aunque, al menos, tú no estás casada.

Kat la miró aturdida.

-Inventarse eso es rastrero, Isobel.

La profesora lanzó una carcajada.

-¿Crees que me lo invento? ¿Por qué crees que Ian quería que te fueras?

A Kat se le nubló la vista momentáneamente. Durante un momento le costó respirar y, a duras penas, consiguió salir de clase. Cole y Lynn salieron tras ella.

-Kat, tranquila-Lynn la sostuvo de un brazo.

-Vamos, respira-Cole la miraba preocupado-necesitas el aire.

Cuando la vista se le aclaró, la chica echó a andar sin mirarles.

-¡Kat! ¿A dónde vas? Espera.

La chica pareció no oírles. Avanzó hasta el gimnasio y entró sin importarle que Ian estuviera en plena clase grupal.

-Kat-se sorprendió él-¿Qué ocurre?

La chica llegó hasta él.

-¿Te acostaste con mi madre?-preguntó con voz temblorosa.

La cara del profesor se transformó. Una mueca de dolor se dibujó en ella y cerró los ojos un momento.

-Kat, no fue así, yo…

Kat le abofeteó con todas sus fuerzas.

-No vuelvas a acercarte a mí-susurró antes de darse la vuelta para salir.

Ian trató de salir detrás de ella pero Cole se lo impidió.

-Quita del medio si sabes lo que te conviene, Aguirre.

Cole se encogió de hombros.

-Tendrás que pegarme, Ian. No voy a dejar que hables con ella ahora. Necesita estar sola.

Por un momento, pareció que iba a hacerlo pero se contuvo.

-La clase ha terminado-anunció apretando los puños.

Lynn había acompañado a Kat hasta su habitación. La chica se tumbó en la cama temblando sin parar. Lynn la puso la manta por encima y se sentó a su lado.

-Déjame sola, Lynn, por favor-suplicó.

Su amiga salió y Kat salió de la cama para cerrar el pestillo. No consiguió volver a la cama. Los sollozos la desbordaron y se derrumbó en el suelo.

Cuando, por la noche, llamaron con suavidad a la puerta, pudo al menos contestar.

-Soy yo, Kat. Estoy sólo y, si no me dejas entrar, dejaré que Ian tire la puerta abajo-respondió Cole.

Kat abrió y volvió a poner el pestillo tan pronto como el chico entró.

-Estás horrible-aseguró su amigo mirándola, después de dejar la bolsa que traía encima de la mesilla.

La abrazó cuando los ojos se la volvieron a llenar de lágrimas. La dejó llorar sin decir nada, hasta que se calmó de nuevo.

-Ve a darte una ducha. Todo se ve mejor después-ordenó.

Kat obedeció y, cuando volvió a la habitación tras ponerse un pantalón de chándal y una camiseta, Cole había preparado en una bandeja el sándwich y la coca cola que llevaba en la bolsa. La hizo una seña para que se sentara en la cama y la dio el sándwich.

-No protestes. Es tu favorito.

Kat le sonrió con tristeza.

-Gracias, Cole. No sé qué haría sin vosotros.

-Seguramente pasar hambre.

Kat se sintió mejor después de comer y beber.

-¿Qué vas a hacer ahora?-preguntó el chico cuando terminó.

-No lo sé. Lo mejor sería irme pero…no puedo renunciar a todo por lo que he luchado tanto.

-¿Hablarás con tu madre?

A Kat se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas.

-Mi madre nunca me dijo por qué se divorciaron. Fue mi padre el que me lo contó hace poco. No voy a decirle que sé quién fue su amante…y que es también el mío.

Cole la miró serio.

-Kat, Ian era un niño entonces. Tu madre era la adulta. No puedes culparle sólo a él.

-Debió decírmelo cuando me conoció, Cole. En lugar de eso, se empeñó en echarme y cuando no pudo hacerlo me…bueno, ya lo sabes.

-Sinceramente, creo que trató de alejarte porque se sintió atraído por ti desde el principio. Y, luego, ha tenido miedo de decirte la verdad.

-Por su culpa el matrimonio de mis padres se rompió. No puedo perdonar eso.

Kat estaba llorando otra vez sin quererlo. Su amigo volvió a abrazarla.

-No sé cómo voy a vivir sin él, Cole.

-Lo harás, cariño. Eres una chica fuerte. Sólo tienes que levantarte cada día y vivir lo que venga.

-¿Puedes quedarte conmigo esta noche?

-Estás buscando que me maten, Kat.

-Por favor…

-Está bien, sólo espero que cold man recuerde que soy gay.

Durmió abrazada a su amigo. Sorprendentemente, consiguió descansar lo suficiente para encontrarse mucho mejor por la mañana. Decidió ir a hablar con la directora antes de nada así que, después de vestirse y asearse, salió de la habitación dejando a Cole aún dormido.

KaterinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora