La tenue y frágil luz de la mañana entraba tímidamente por las rendijas de la ventana iluminando con pereza la pequeña habitación, los primeros rayos de sol impactaban delicadamente sobre la cama pincelando de un color dorado ambos cuerpos bajo las finas sábanas blanca.
Ambos cuerpos yacían abrazados.El primero en despertar fue Chuuya quién sonrió en el acto al recordar la primera noche pasional que tuvieron como pareja, fue un momento muy íntimo y casi utópico que ambos compartieron para sellar su confianza.
El pelirrojo llevó su mano hasta el rostro tranquilo de Dazai y lo acarició delicadamente siguiendo el gracioso contorno de su mejilla. Era tan hermoso. Le apartó con cuidado un mechón moreno colocándolo detrás de la oreja, se sintió desvanecer mirando el angélical rostro de su pareja, las facciones suaves que poseía, sus labios finos y rosados, las largas y oscuras pestañas...Osamu era como una obra de arte y cada vez que Chuuya le observaba lo hacía como sino fuese a verlo alguna vez más porque así se aseguraba de poder recordarlo por siempre.Los ojos de Dazai se abrieron mostrando las dos orbes grises que poseía, sonrió abiertamente.
- Buenos días, Chuuya- dijo ronco mientras su mano acariciaba la de Chuuya
- Buenos días- contestó el pelirrojo sintiendo una oleada de afecto imposible de ignorar
¿Cómo podía querer tantísimo a alguien?
Las respiraciones de ambos estaban acompasadas, las caricias mutuas volaban por cada centímetro de piel. Se sentía de ensueño.
Dazai acariciaba con amor los ondulados cabellos anaranjados de Chuuya, se inundó por unos segundos por el delicioso olor que los sedosos cabellos del mayor.
- ¿Cómo está hoy el día, chuuya?
Chuuya volvió su vista hacia la ventana, hoy el día se había despertado despejado y puede que más tarde hiciera algo de calor.
- Ni una nube
- ¿Podremos ir hoy a pasear?
- Claro ¿Dónde quieres ir?- preguntó el pelirrojo adormilado por los mimos recibidos
- podemos ir a casa hoy quiero enseñarte algo- dijo Dazai
- ¿Sí?- Chuuya preguntó entusiasmado como si cualquier cosa que viniese del castaño le asombrase.
Dazai rio levemente por la inocencia que portaba su novio a veces ¿Cómo podía ser tan adorable?
- Es muy importante para mi ¿Sabes?- dijo pasando sus dedos por las hebras suaves
El de ojos oceánicos no dijo nada solo se sintió alagado de que Dazai le mostrase cosas importantes para él.
- Estoy muy feliz de que tú y yo ahora estemos juntos Chuuya
Chuuya cerró sus ojillos y sonrió alegre- y yo de que hayas aparecido en mi vida
- Aw, eres un cursi Chuuya- rió Dazai- pero eso me gusta de ti
- ¿Decirte lo especial que eres para mi es ser cursi?- el pelirrojo enarcó las cejas cuestionando medio divertido al menor
- Sí si lo haces con ese tonito
- No puedo evitarlo- se quejó infantilmente el mayor
- me gusta eso de ti
- Puede que si sea un poco cursi cuando estoy contigo- le dio una última caricia cariñosa en la que apartó un mechón de pelo reberde de su cara y despositó un tierno beso en su frente- Te quiero Dazai
Dazai sonrió como solía hacerlo, sonrojándose levemente, por mucho que Chuuya le dijese que le quería jamás iba a acostumbrarse al amor que se sentía en el momento estallar en su pecho. Era una sensación tan mágica de sentir.
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Desde tus ojos [Soukoku]
Fanfiction『Dazai es ciego de nacimiento y Chuuya es un universitario que le ayuda leyéndole sus obras favoritas.』 © de la imagen de portada a Ruret en pixiv