Capítulo 6

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No sé que hora es pero mi cuerpo se siente extremadamente pesado. Después de lo sucedido hoy en la madrugada solo entré al que se supone es mi cuarto y me lanze de una a la cama.

La luz no se cola por la ventana. En realidad todo está oscuro a como cuando me dormí. Busco en los bolsillos de mi jeans el celular y veo  la hora.

1:00 pm.

¿Que extraño, por qué tanta oscuridad? Fue cuando me di cuenta que no estaba en casa. Active mi GPS y me fui a hora local.

8:00 pm.

Que demonios.

Salto rápidamente de la cama algo desorientada.

Como pude dormir por todo un día.

Enciendo una lámparita que está junto a mi cama.

La habitación es totalmente blanca. Sin ningún tipo de decoración. Solo por la cama, el closet y la lámpara. Todo está vacío.

El tamaño de la habitación es lo bastante apropiado para un individuo. Posee un gran ventanal rectangular que toca el piso. Pero una fina cortina blanca lo cubre.

Me acerco al ventanal y hecho un vistazo afuera.
Todo esta en suma tranquilidad, miro a lo lejos la ciudad. Todo Madrid iluminado. Es hermoso.

Doy otro vistazo y veo una puerta la cual no es por la cual entré hoy en la madrugada.

Deduzco que es el baño, rápidamente abro una de mis maletas y la vacío en el piso. Saco las primeras prendas que encuentro y entro al baño.

El agua cae por mi cuerpo y me permito pensar un poco en mi familia. Debo llamarlos, mamá debe de estar como loca al no tener noticias de mi. Pienso llamarla después de la ducha y también llamar a Arthur. Necesito sentirme en casa, lo necesito demasiado.

Un gruñido en el estómago hace que termine rápidamente la ducha.

Muero de hambre y no me apetece mucho ver a mi compañero de cuarto.
Es demasiado arrogante y malditamente sexy. Esa combinación es peligrosa.

Abro un poco la puerta de la habitación y doy un vistazo a la sala de estar. Todo se ve vacío, creo que el arrogante no está.

Ya con ánimo de ver que estoy sola en el piso salgo con tranquilidad de mi escondite.

Llego a la pequeña pero muy moderna cocina.

No he comprado nada de comida lógicamente, pero no creo que el idiota de Keysi se enoje porque tome algo de su nevera. Se lo merece por no ir por mi en la madrugada de todas formas.

Encuentro varias cosas en su alacena pero decido por hacerme un sandwich de jamón. Meto el sandwich ya preparado en un pequeño hornito y mientras espero que esté llamó a mi madre por Skype. No tarde prácticamente nada en contestar.

-Hannah Grabiela Torres- grita mi madre al otro lado de la línea.

-Auch, si estoy muy bien y ustedes- le respondo con ironía.

El hornito empieza a sonar y saco mi sandwich.

-He estado más de 24 horas en agonía. Por Dios porqué no has llamado, estaba a punto de comprar un tiquete de avión para allá. ¿Cómo estuvo el viaje? ¿Qué tal Madrid? ¿Tú compañera de cuarto te cae bien?

Volteo los ojos al escuchar la última pregunta.

Saco una lata de Pepsi de la nevera y me dirijo con mi sandwich al desayunador mientras mi madre no para de hablar por el teléfono.

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