Evillious Chronicles

10-. La Chica De Blanco

[Pido disculpas por estar viva]

No se cuantas veces e repetido esas palabras durante mi vida. Todos me odiaban, todos me rechazaban, todos me lanzaban palabras hirientes y algún que otro objeto que tuvieran a la mano lastimándome.

Me dirigía al árbol milenario, hay rezaba a Dios, mis ojos estaban rojos de tanto llorar.

[No me importa quien sea, solo pido un amigo]

Esas eran mis palabras, sabía que nadie me escucharía ala arriba, pero de ese modo logro desahogarme.

De regreso a la villa, había chocado con un grupo de hombres, que me comenzaron a gritar. Yo solo me agachaba tratando de protegerme. Uno me iba a golpear, lo vi tomar una roca que iba dirigida a mi, pero el impacto jamás llegó. Abro mis ojos y veo una larga cabellera rubia.

Esa joven se había interpuesto y recibió el golpe, su mejilla tenía un ligero arañazo, más no parecía importarle, sus ojos se encontraban furiosos. La vi extender sus brazos cubriéndome, ¿porque lo hacía?

- Aléjate preciosa, es problema nuestro y de ella.

- .Que Les hizo?

- Le debe a nuestro patrón la mesada anterior, nos dijo que cuando la viéramos le recordáramos

- ¿Golpeándola....así le harán recordar?-seguro me protege por pena, no la vi mirarme ningún momento. Pero, se sentía agradable en esta zona, espero que en algún futuro, ella y yo seamos amigas.

- ....-silencio por parte de ellos.

- Eso pensé, ahora....lárguense de aquí-su voz se escuchó firme, ellos se retiraron a regañadientes, mientras ella mantenía su postura-malditos, lastimando a alguien que también es como ellos-La escuche murmurar, la vi girarse y me sonrió de forma amable, extendiéndome su mano. Retrocedí del miedo, temiendo que me lastimara-....tranquila, no te haré nada malo-alce la vista y ella sonreía de forma amable, no había maldad en sus ojos. Al ponerme de pie, me acompañó hasta la aldea, todos me miraban mal, pero ella parecía no importarle que dijeran malas palabras sobre ella.

*-.-*

- ¡¿QUÉ CREEN QUE HACEN MOCOSOS?!-Ella había llegado a salvarme cuando unos niños me habían comenzado a lanzar piedra, todas me herían horriblemente y dolía, odiaba mi vida,como desearía morir.

- ¡ES UNA NETSUMA, ¿PORQUE LA DEFIENDE?!

- ¡ELLA DEBE SER TRATADA POR IGUAL, ASÍ QUE DÉJENLA EN PAZ!

- ¡MUJER DEMONIO!-Me gritaron, yo limpié mis lagrimas, pero me extendió un pañuelo

- Sécate esas lagrimas, no quedan en tus ojos carmesís-Me reveló, ella, era un ángel.

- ¿Porque me defiendes?

- Me pareces demasiado linda para tener heridas, seguro algún día te enamoraras y te casarás con alguien-Me hablo cerrando sus ojos y sonreía.

*-.-*

Había pasado un mes y no volví a saber de ella, seguramente fue a un viaje.

Me encontraba caminando por el bosque cuando la vi a ella; una chica inconsciente bajo el árbol milenario.

*-.-*

- ¿Donde estoy?-Me pregunto cuando ella despertó.

- Te encontré en el bosque-le revelé, ella se giró a verme y me sonrió mientras se sentaba.

Platicamos de varias cosas, ella provenía de Lucifenia, mejor dicho, nació en ese lugar donde vivían todo tipo de razas, se dirigía a Aceid, pero desmayó porque se enfermó.