Nació en la ciudad en ruinas, no había nadie vivo.
Ella solo...ella solo quería conocer a su madre.
Ella solo quiere su deseo cumplir.
- Me llamó Kayra Clockworker y le ayudaré a reunir los contenedores de los pecados.
Historia con ayuda de:
@Mizun...
Unas pisadas en la arena se escucharon, el mar se movía majestuosamente ante todo, sus olas chocaban contra la orilla recibiendo a la visita que se encontraba encaminándose hacia el. El atardecer iluminaba la silueta que se había arrodillado. Recuerdos de toda vida llegaron de forma imprevista y sus lagrimas se formaron.
Estiró sus manos y dejó que el mar se llevara una botellita que contenía un deseo dentro de esta, iba a una distancia prudente retirándose, pero las olas la terminaban regresando. Se puso de pie y tomó la botella, con impulso la lanzó, mientras sus largos cabellos estorbaban en su cara.
Las lagrimas seguían cayendo de esos ojos azul cielo, sus ropas se encontraban empapadas. Se arrodilló mientras aún sentía el golpeteo de las olas.
No sabía la figura que era observada por tres figuras. Una rota mentalmente, una en busca de venganza y la última tratando de protegerla de la segunda.
Lentamente te alejas botella de cristal, manteniendo mi mensaje en ti espero que logres desaparecer, más allá del horizonte
Lentamente te alejas botella de cristal, llevándote contigo mi tristeza y dolor, porque todos se dan cuenta de su error, cuando ya es tarde.
La joven monja seguía rezando mientras sus lagrimas no dejaban de salir. Una daga dio un resplandor verde mientras se acercaba a la joven monja que no había dejado de lamentarse. Alzó el arma apuntando hacia la espalda de la joven, pero un espíritu irrumpió en el lugar, el cual abrazaba a la monja,que abrió sus ojos al ver la sombra.
Clarith lloraba en silencio mientras discutía con el demonio, logrando exorcizarse a ella misma de este.
- Hazlo si lo consideras necesario....-hablo volviendo a cerrar sus ojos, esperando el apuñalamiento.
*-.-*
Abbys I.R guiaba a la joven rubia, quien observaba a su alrededor con sus ojos castaños, no había brillos en ellos. Le entrego unas ropas mientras el gato rojo subía a los hombros de la mujer.
- Bienvenida Kayra....no debo llamarte
[Sara*.....]
Ambas habían entrado al área donde se encontraba la Reina viuda de Marlon, quien sostenía a una muñeca de cuerda y sos dos hijos, ambos manteniéndose firmes. Pero la espía se tensó al ver a la rubia mayor, quien sonrió de forma sadica en presencia de ella.
La rubia entró a donde sería su cuarto y se sentó en la cama, mientras la maga le palmeaba la cabeza y esta sonreía cuando la vio retirar su mano, más la sonrisa no era torcida, era de felicidad.
- Descansa pequeña, que muy pronto tu misión comenzará-hablo mientras le entregaba un espejo de mano, el mismo que la joven selló
- Si mamá....-hablo alegre tomándolo y lo guardaba en su nueva ropa.
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