CAPITULO 05

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Narrado por Isaza

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Narrado por Isaza

Nunca me había sentido de esta manera. Me siento tranquilo, feliz y tan diferente hablando con Ana. Por la manera en la que hablamos parece que somos amigos desde años. Hablamos de tantos temas que no sentí que el tiempo se había ido tan rápido. He incluso le conté mi vergonzoso secreto de cuando tenía ocho años.

Saqué mi teléfono del bolsillo y fue cuando me di cuenta de la hora. Son las seis de la tarde, Villa me va a matar. Si llego tarde al ensayo se va a molestar mucho y eso que los ensayos siempre son en mi departamento.

Me siento tan bien estando con ella y no quiero irme.

─Oye, ¿sabes qué hora es? No traje mi teléfono ─pregunto.

Mire de nuevo mi teléfono y vi la hora, solo ha cambiado un minuto.

─Son las seis con un minuto.

Al escuchar eso abrió los ojos como platos y se levantó enseguida.

─¿Las seis? Es un poco tarde, nunca he estado afuera tanto tiempo ─se pasó las manos por el cabello.

─Tranquila, te acompaño a tu casa.

─Gracias, aunque no quisiera molestarte y ya me aguantaste toda la tarde.

─No me molesta, no tengo nada que hacer.

Mentí. Tengo el ensayo y posiblemente los chicos me están esperando afuera del departamento.

─¿Estás seguro?

─Por supuesto ─me puse de pie y la seguí.

Comenzamos a caminar. En momentos la miro de reojo, noto que está nerviosa y preocupada, es como si algo malo le fuera a pasar en cualquier instante. Su respiración cambio y su dedo pulgar se mueve rápidamente chocando con su dedo anular.

Empiezo a sentirme preocupado, no quiero incomodarla por lo que estoy intentando no hablarle o mirarla. Lo único que estoy logrando es un terrible e incómodo silencio.

─Creo que hablamos de muchas cosas de la vida aunque me gustaría saber más de ti... ¿Por qué no me cuentas algo?

Me arrepentí enseguida de haber preguntado eso.

─Yo... yo... no lo sé, mi vida no es tan interesante y llegamos a mi casa ─sonrió algo nerviosa.

─Si, lo siento ─me disculpe y la encamine a la puerta.

─No te preocupes ─paso un mechón de su cabello detrás de la oreja ─, mañana podemos hablar sobre eso. Vamos a tener mucho tiempo en el trabajo ─comenzó a toser.

Su tos suena al igual que cuando te enfermas en el invierno. Estamos en verano, es raro cuando una persona se enferma en esta época.

─Discúlpame ─soltó un pequeño tosido.

Punto Y Aparte// Juan Pablo Isaza//En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora