Capítulo 37. Código azul

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Narrado por Isaza.

Dos meses después...

Escuche muchos golpes en la puerta lo que me hizo despertar de mi siesta por la tarde, me levante molesto por lo sucedido. Los golpes aún seguían lo que me molesto aún más ¿Quién viene a molestar mis sueños? Fue lo que me pregunte mientras abría la puerta.

─Código azul ─dijo Martin enseguida de que abrí la puerta.

Simón y Martin sostenían de los brazos a Villamil el cual se veía terrible, los ojos llorosos y unas ojeras horribles. Me moví un poco para que los chicos entraran con Villa el cual lo traían casi arrastrando, solo vi como lo arrojaron al sofá grande.

─Supongo que el código tiene que ver con Villamil ─me senté en el otro sillón quedando enfrente de él.

─Perro es momento de que nos cuentes lo que paso ─le indico Simón.

─Gabriela termino conmigo ─soltó el llanto ─. No me dijo bien porque pero yo creo que por la vez que salí con esa fan que se metió a mi departamento y por la vez que nos fuimos de gira a México no la llame ni una sola vez ─limpio sus lágrimas con las mangas de su sudadera.

─¿Saliste con una fan? ─pregunto Martin.

─Era mexicana. Me prometió tacos al pastor lo que no me pude negar y la verdad estaban brutales aún me los saboreo ─los tres lo miramos decepcionados ─pues que estaban muy buenos.

─¿Y no hablaste con ella? ¿No te explico absolutamente nada? ─pregunte.

─No, solo que desde tiempo que sintió que las cosas ya no estaban funcionando y que lo mejor era terminar ─recargo la cabeza en el apoyabrazos sacando de nuevo su llanto ─. Además yo le perdone muchas veces que no fue a apoyarme en los conciertos importantes ─alzo de nuevo la cabeza ─y la vez que llego tarde a nuestra cena de aniversario.

─Villa ─me levante yendo hacia el ─aquí no es lugar para desahogos y es un código azul por lo que sabes lo que tenemos que hacer.

─¿Escribir una canción? ─pregunto el inocente Martin.

─No, ir a nuestro bar favorito hasta perdernos por completo ─respondí.

─Creía que en estos casos se escribía canciones.

─Eso es después ─explico Simón ─. La vez de lo de Isa con Regina un día antes nos emborrachamos y al día siguiente Isa escribió Como Te Atreves y fue un exitazo.

─Entonces ¿Qué estamos esperando? ─pregunto Marto emocionado.

─Vamos a sacar todo este dolor ─se levantó Villa con demasiadas fuerzas corriendo hacia la puerta, fui a ponerme las botas ya que estaba descalzo, tome una chamarra y mi sombrero.

Subimos a mi auto donde Villa se acostó en el asiento de atrás dejando poco espacio para que Martín se sentara.

─Hay un bar nuevo podemos ir ─comento Simón.

─Gran idea.

Simón fue mi guía en todo el camino hasta que llegamos al nuevo bar, estuve escuchando mucho del lugar pero nunca había tenido la oportunidad de venir. Es raro que venga a un bar a menos de algún código azul o alguna ocasión especial.

Bajamos a Villa del auto el cual todo el camino se la paso llorando y lamentándose de todo lo sucedido. Al entrar el lugar estaba un poco grande, con gente bailando por todos lados y bebiendo sin control, buscamos una mesa disponible que estaba cerca de la barra. Villa fue el primero en pedir algo. Un vodka doble.

Punto Y Aparte// Juan Pablo Isaza//En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora