Juré que no sería un mal tercio, así que me levanté del sofá en el que me encontraba y salí de esa habitación lo antes posible. No podía creer que mi mejor amiga me había hecho acompañarla para ver a su noviecito, el famoso, y dejarme sentada observando como ella se lo tragaba. Bufé molesta, ni siquiera había alguno de sus amigos, por lo menos para hablar. O coquetearles, tampoco estaban tan mal. Sobre todo Erick ¡Jesús! ese hombre estaba tallado por la mano de Dios, esos tremendos ojos verdes, esa sonrisa y el acento. OH. MI. JODIDO. DIOS. Eso era lo que más me mataba, cuando hablaba y su acento cubano se marcaba. Ya me podía dar cuenta de por qué las chicas lo deseaban tanto. Lo más sorprendente era que el muchachito era el más pequeño de la banda. Habíamos entablado conversación varias veces, le había lanzado un par de indirectas otras varias veces más, pero sin que nadie más que él se diera cuenta. No podía contar las veces que pensé en él sin ningún motivo, solo aparecía allí y me sorprendía por ello. No era como si me estuviera enamorando de él. Solo lo deseaba con muchas ganas.
El hotel no estaba tan concurrido a esa hora, así que bajé para ir al restaurante que había y para comer algo. Vi a Zabdiel, Joel y Richard en una mesa un poco apartada, Sin embargo, no me acerqué. Traté de encontrar a Erick con la mirada, pero no tuve éxito. Tomé la carta y pedí. Luego de unos minutos la comida llegó e ingerí la comida tranquilamente. Cuando terminé revisé redes sociales, pero no había nada de interesante, así que me levanté para volver al cuarto. Esperaba que aquellas dos personas que dejé en la habitación se hubiesen dejado de besar o no se hubiesen puesto a hacer otras cosas.
Mientras esperaba el ascensor, sentí la presencia de alguien a mi lado. Voltee y unos ojos verdes me miraban fijamente.
-Hola Erick. -fue lo primero que dije.
-Hola, preciosa. ¿Cómo estás?
-Tratando de no matar a mi mejor amiga. -le sonreí.
-¿Está con Christopher?
-Sí, ya sabes como se ponen esos dos.
-Uf, no quiero ni imaginármelo. -rió.
-Yo tampoco.
Sonrió de lado y se acercó a mi oído.
-Aunque si podría imaginármelo contigo. -susurró y luego se alejó de forma lenta, acercándose peligrosamente a mí rostro, pero sin llegar a tocarme.
-¿Qué es lo que te imaginas conmigo? -aventuré a preguntar.
El ascensor llegó y Erick entró en él, seguido de mí. Me pegué a su lado aun cuando fuimos los únicos en subir y cuando se cerraron las puertas del ascensor, Erick me acorraló de forma brusca contra una de las paredes del ascensor. Dejó su rostro pegado al mío y miró mis labios.
-Me imagino haciendo esto. -besó mi cuello, tomándome por sorpresa.
Se dedicó a besar mi cuello un par de segundos, besos húmedos, pasando su lengua y mordiendo ligeramente. Estaba en el paraíso. Hasta que llegó a mis labios y no vi más el paraíso, fue el infierno abriéndose paso entre nuestras lenguas que se saboreaban mutuamente. Éramos fuego, piel caliente contra piel caliente. Aliento de dragón, que quemaba, que ardía en nuestras bocas. Desordené su cabello, acaricié su cuello y hombros con mis manos. Tocó mi cintura, pasó suavemente sus manos por mis caderas y apretó ligeramente mi trasero con ambas manos. Acomodando sus manos para que acunaran perfectamente mis glúteos y elevarme un poco más, haciendo que mi excitación llegara a un nuevo nivel. La desesperación y la respiración agitada se hizo presente, el tocarnos así nos estaba afectando. Nos estaba haciendo pedir más, querer más. No era demasiado alta, así que sentí la presión de su excitación en mi estómago.
La noción del tiempo se nos fue, ninguno de los dos recordó que estábamos en un ascensor. Lamía su labio cuando el ascensor paró y comenzó abrir sus puertas. Nos alejamos bruscamente al sentir la presencia de alguien esperando por el ascensor. Las puertas dejaron ver a Christopher y Cassie que se reían, mientras nosotros los mirábamos con cara de culpables, sin embargo, parecían no haberse dado cuenta de que Erick y yo acabábamos de tener la escena más caliente entre nosotros y del bulto en los pantalones del ojiverde.
-¿Y ustedes? -preguntó Christopher.
-Venía por Cassie. -respondí.
-Y yo iba hacia mi habitación. -respondió Erick.
-Vamos abajo, los chicos dicen que tienen planes para todos. -propone Christopher.
Asentí con la cabeza y Erick sólo se encogió de hombros, así que volvimos a están encerrados en el ascensor, pero no solos.
Mientras veía la pantallita que mostraba los números en descenso; 13, 12, 11... Erick se acercó a mi oído sin que los otros dos se dieran cuenta y tomó mi mano.
-¿Qué se supone que haga con esto? -su voz sonó un tanto ronca y guió mi mano hacia su entrepierna.
-Bueno, tendrás que aguantarte hasta que algún día lo terminemos. -le dije y le guiñé un ojo.
Él me sonrió, coqueto y luego me dio un corto beso en la mejilla. La parejita que nos acompañaba iban tan inmersos en sus cosas que no notaron absolutamente nada.
-----------------------------------------------------------
Dejamos el primer capítulo de este challenge. Comenten si les gustó, voten y compartan con sus amigas. ❤
Besos.
Disfruten❤
ESTÁS LEYENDO
Smut challenge -CNCO
Fanfiction*Historias con alto contenido sexual. *Recomendada sólo para +17 *No olvides dejar tu voto o comentario. *Comparte con tus amigas adictas a wattpad y a este tipo de historias. *Disfruten.