Un nivel bajo el infierno [STRAY KIDS]

Capítulo 5. Él aparece.

Amé.

Como todo ser humano, amé a mis padres. Amé a mi mascota. Amé a mis amigos. Amé mi pasión. Amé la comida y el mar. Amé muchas otras cosas a lo corto y largo de mi vida, pero nunca me habían arrebatado algo preciado de mi vida.
Nunca de la forma que me arrebataron a Donghyuck.

No le hablé desde secundaria, pero fue un gran amigo y dejarle atrás duele, ¿no?

Jaemin lloró por semanas. Decidí quedarme a su lado y cuidarle lo más que pude y a pesar de que me costó, logré hacerle sonreír al menos una vez.

Me confesó muchas cosas de Donghyuck, tales como que estuvo enamorado de mí en primaria, y también  que desisitió de mí al verme tan inseguro acerca de quién era. Esas y muchas otras cosas me confesó.

Fui feliz por un momento, ya que no me fijé en su muerte, sino en lo feliz que le hice en algún momento.

Por otro lado, cada vez que llego a mi trabajo, HyunJin y Felix intentan evitarme, me he dado cuenta y me parece extraño.

No he hecho nada para que me traten de esa manera, ¿cierto?

Rodé en mi cama y me enredé en las sábanas.
Era día Sábado  y no tenía nada que hacer a las seis de la tarde, por lo que decidí poner música en mi parlante y mirar el techo de mi habitación.

Quedé mirando a la puerta, cual estaba abierta y me golpeé mentalmente por no apagar la luz del pasillo.

"Luego me quejo de que consumo bastante."

Susurré al aire. De todas formas no me levanté, me daba pereza y mi cama estaba muy cómoda para traicionarla de esa manera.

Justo al salir de mi habitación terminaba el pasillo. Al frente estaba la puerta que daba al baño y a un lado un pequeño estudio donde trabajaba en mis ediciones y algunos planos de cuando quise esrudiar arquitectura, pero desistí de ello cuando me enteré que se basaba en matemáticas más que dibujo.

Cómico.

Suspiré cuando la música paró y me extrañé, pero no me moví.

Seguí mirando a la puerta, casi como en un trance.

Derrepente la luz se apagó y quedé a oscuras más  que por las luces que entraban por mi ventana. El parlante también se apagó y mi celular dejó de responder.

"Qué extraño..."

Un sentimiento de adrenalina comenzó a subir por mis pies hasta estancarse en mis entrañas, ya que de alguna forma comencé a imaginar que había alguien detrás de mi puerta y que prontó entraría a mi habitación.

Imaginé formas y colores de aquel ser, con bastante miedo pero disfrutando a la par el sentimiento.

"Pero es imposible..."

O tal vez no.

Grité fuertemente al ver a un hombre aparecer por el pasillo y pararse fuera de mi habitación. Grité y maldije en todos los idiomas que conocía.
Mi pecho subía y bajaba y tan solo reaccioné a lanzar almohadas a aquel ser. Debido a la poca luz, no logré  ver más que un silueta oscura y aterradora.

"¡Vete, mierda! ¡Vete maldita cosa!"

Estaba ahí de pie, sin moverse.
Me dirán miedoso, pero decidí esconderme bajo las sábanas  y tiritar con libertad, tal y como un niño.

"¿Será un ladrón o un fantasma...?"

Susurré para mí, pero obtuve respuesta de otra voz.

"Soy un ser de luz."

Cerré mis ojos fuertemente al sentir la cercanía de su voz, pero una parte de mí se relajó  debido a su suave voz.

"N- ¡No me importa qué seas! S-sólo vete... vete..."

Minutos después me asomé y no vi nada ni a nadie.
Horas después, fui lo suficientemente valiente para recorrer todo el departamento, pero no estaba y solo recién me permití respirar con normalidad.

Más aun así me sentí observado todo el fin de semana.