La vida es larga, pero también puede ser corta cuando nos dejamos atrapar por la ilusión de la felicidad, que deja el tiempo volar, aunque lo frena en seco cuando esa felicidad desaparece.
Pero la vida no siempre es larga, pues puede ser arrebatada con facilidad, dejando a su portador en la nada absoluta, y de la misma forma, dejando un gran vacío en quienes alguna vez fueron sercanos a él, y de esta forma destruyendo la ilusión de una vida pasajera.
Dos polos opuestos, separados por una línea tan fina y endeble como las hojas marrones de un roble durante el otoño.
La vida y la muerte, tan lejanas y sercanas al mismo tiempo, dos fuerzas en perpetua armonía, que con el tiempo dejamos de respetar, pues al perder el respeto por la vida, para hacer nuestra propia vida más fácil, también perdemos el respeto por la muerte... que en algún momento querrá restaurar la armonía.

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Lo que se me ocurra
De TodoTextos cortos que aveces hago para practicar o pasar el rato cuando no tengo ganas de escribir nuevos capítulos de las historias en proceso.