Capítulo 5: La fiesta.

8 1 0
                                    

Quedaban tan solo un par de días para que empezase la universidad y mi verano había sido una auténtica y completa mierda: trabajar, trabajar, leer, comer chocolate, trabajar, comer chocolate y oh sí, comer chocolate.

-¡LOGAN! ¿Qué leches es esto? – dije gritando mientras entraba en casa tras ir a comprar más chocolate. La casa estaba repleta de un gran número de gente desconocida: gilipollas, rubias de bote, borrachos, drogados… El olor no era para nada agradable. Puaj.

-Es una fiesta hermanita, anímate –dijo con una copa en la mano. Una en la mano y posiblemente dos de más en su organismo.

-¿Desde cuándo ibas a dar una fiesta? ¿Estás de coña?

-Veeeenga, diviértete, vamos. Toma esta copa y a bailaaarr –dijo mientras se caía por las esquinas.

Había salido con un vestido de verano, no apropiado para una fiesta, pero qué más daba, era mi casa. No sé lo que llevaba la maldita copa pero cada vez quería más. No estaba borracha cuando me encontré restregándome contra Lucas de la forma más sensual que podía. Quizás había alcanzado el puntillo y estaba un poco contentilla. Quizás simplemente sí que estaba borracha de verdad. Lo único que sabía era que Lucas estaba irresistible enfundado en sus pitillos y su camiseta de Los Ramones. Ay por favor, este hombre iba a acabar conmigo.

-¡Luuuucass! –gritó una voz nasal - ¿dónde te habías metido? Te he estado buscando por todas partes –una rubia de bote, mimada, caprichosa, con una minifalda que parecía un cinturón. Ni entraba en ella. Será guarra *¿y a ti qué te importa Beth?*

-Ehms… Hola Karen –dijo Lucas- ¿qué quieres?

-Bailar –dijo ella sonriendo. Con esa sonrisa estúpida. Será idiota.

-Te reservaré uno, ¿vale? –le guiñó un ojo- ahora mismo ya estoy bien acompañado.

Espera, ¿bien acompañado? ¿pero quién se creía este idiota que era? Será mamonazo.

-Creo que ya no, baila con la rubia oxigenada si quieres –dije mientras subía a mi habitación. Me costó bastante. Demasiado para ser exactos. No sabía cuántas copas llevaba encima pero creo que eran más de las que mi cuerpo podía aguantar.

Una vez en mi habitación me puse mi propia música a todo volumen. Pero alguien interrumpió mi soledad abriendo la puerta. Era Lucas.

-¿Qué coño quieres? –le espeté.

-Esto –dijo mientras se acercaba a mí, me cogía la cara con sus manos y me acercaba a él. Inesperadamente sus labios chocaron contra los míos. Al principio me quedé un poco quieta, sin saber qué hacer. ¿Qué cojones le pasa a este tío? Pasados un par de segundos reaccioné, empecé a mover mis labios a su compás. Pasé mis dedos por su pelo y la temperatura empezó a aumentar. Lucas pasó sus manos por mi cintura acercándome más a él. La distancia entre nosotros era prácticamente inexistente. Aproveché para quitarle la camiseta. Vaya vaya, tenía que ir al gimnasio porque sus abdominales son algo de otro mundo.

De repente un maldito estruendo resonó en toda la casa haciendo que me sobresaltase y me alejase.

- Maldita sea.–dije haciendo unos pucheritos.

-Continuaremos esto en otro momento preciosa –y se fue guiñándome un ojo.

Bajé las escaleras tras él y me encontré que Logan estaba delante del jarrón favorito de mamá roto en el suelo. Será idiota. Este tío no sabe hacer nada del derecho.

-¡LOGAN! –grité. Esto era el colmo de los colmos – hazme un favor y acaba con la puta fiesta sin romper nada más. Me voy a dormir.

Ya le echaría la bronca mañana, ahora no estaba de humor. Subí corriendo a mi habitación la cerré de un portazo y me quedé dormida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 28, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fire 'N GoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora