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(Lo que está en negrita es español. Es resto es como si estuvieran hablando en inglés)

Poco a poco, mi vida en aquel lugar se fue haciendo más fácil. Además, el grupito de chicas que había conocido el primer día se convirtió en mis mejores amigas. Hablábamos mucho, de todo tipo de temas, y algún que otro día fuimos a comprar juntas. Parecía que este año iba a ser mejor que los anteriores.

Un día, eché a andar por el campus, y cuando me quise dar cuenta, no tenía ni idea de dónde estaba. Este sitio confundía más que un laberinto…

-A ver como vuelvo a mi habitación…

Empecé a andar buscando una salida, pero parecía que estaba andando en círculos. Estoy segura de que yo ya había pasado por este sitio, la puerta se parece mucho… Pero es que un par de metros más adelante hay otra puerta igual…

Deja ver si este pasillo lleva a algún sitio… No, me lleva a otro más pequeño. Genial, ahora estoy más perdida.

¡Guau! ¡Guau!

¿Oh? ¿Un perro? ¿Aquí? Pero, que yo sepa, tener animales aquí está prohibido…

Como soy muy curiosa, quizás demasiado, me acerqué a la fuente del sonido. ¿Cómo había entrado un perro aquí?

-¡Ja j aja! ¡Me haces cosquillas!

Ya me parecía a mí muy raro que el perro se hubiera colado solo. Parece que hay alguien con él. Y tiene una voz que me suena mucho… Como si la hubiera oído antes…

Lentamente, me asomo por la puerta que lleva a ese patio, sin dejar que esa persona me vea. No iba a chivarme, ya que la verdad, no hay nada más que pueda conmigo como un perro.

-¿Sabes? Este año parece que las divas han perdido su interés por acosarme a mí y a todo el que hable conmigo. Quizás tenga algo que ver el hecho de que yo no hable con nadie…

Lo veo y no lo creo. Quien está hablando y jugando con el perro es Leo. Leo. O sea, Leo. Se está riendo. Leo.

Y espera, rebobina un poco. ¿Acosar? ¿Divas?

-Supongo que estas Navidades serán tranquilas. Y como Luna es amiga de ellas, no la han cogido con ella. No quiero que sufra más gente por mi culpa…

A ver si me enterado bien. Analicemos la situación fríamente. Uno, parece ser que las personas que él llama “divas” son mis amigas”. Dos, ¿por qué iba yo a sufrir yo por su culpa?

Ay… Se me está durmiendo la pierna. Quizás si la muevo un poco…

¡BLAM!

Mecachis. Acabo de tirar un cacharro, descubriendo mi posición. Y Leo me está mirando. Pues yo no me voy a quedar callada.

-Leo, ¿de quienes estabas hablando? ¿De Natasha, Ashley, Valentina y Carla?

Lentamente, Leo me mira con su típica cara inexpresiva y asiente.

-Si son buenas chicas…

-Sí. Hasta que te dan la puñalada por la espalda. Todos son aquí.

No sé qué me sorprendió más. Que Leo haya hablado durante tanto tiempo, o el contenido de lo que ha dicho en sí. ¿Puñalada? ¿No es pasarse demasiado?

-Leo, no sé por lo que has pasado, pero la gente no es mala por naturaleza. Y esas chicas han sido muy buenas conmigo.

-Si no les da por meterse contigo, estarás bien. Eso sí, yo te lo advierto.

Frío LeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora