Confusa.

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- Señorita, he hecho todo lo que me ha ordenado; he impreso los papeles, los he llevado a la oficina, he hecho llamar al hombre que me dijo, le he traído café las 5 veces que me lo ha pedido y necesito un descanso, ¿puedo...?

Pues sí que le he pedido cosas, pobre...

+ Sï, claro, pero en 10 minutos quiero que vuelvas a mi despacho.

10 minutos serán suficientes para pensar en qué encargarle.

- Gracias Megan. - Me lanza una sonrisa y se va cerrando la puerta. Pero, al instante aparece mi jefe y se detiene en el mismo sitio en el que estaba Brandon hace apenas unos segundos.

- Megan, necesito que vayas a las oficinas Raider para que organices una reunión con el dueño de la empresa, ¡ah! Y llévate a alguien.

+ Está bien. ¿Cuándo tengo que estar allí?

- En una hora, así que date prisa. - Y antes de que cierre la puerta, ya tengo pensado a quién llevarme.

- ¡Vamos Brandon! ¿Llevas todos los papeles?

+ Sí, sí, ya es la tercera vez que me lo pregunta y dudo que en cuestión de segundos pueda cambiar algo de mi archivador.

- Lo siento, es que estoy nerviosa, aún no he pensado ni lo que voy a decir.

+ Lo hará bien, siempre lo hace.

Subimos al coche y, después de un viaje interminable llegamos justo a tiempo. Entramos por la puerta del edificio, que, para mi gusto es demasiado moderno, vamos, que es perfecto. Esta gente tiene dinero.
Un hombre alto, rubio y muy bien arreglado se acerca hacia nosotros.

- Ustedes deben ser los representantes de Montainer ¿verdad? Megan y Brandon.

+ Sí, y usted el señor Raider ¿me equivoco? -digo con mi mejor sonrisa.

- Exacto, señorita. Por favor pasen conmigo.

Al acabar la reunión me doy cuenta de que hemos estado 3 horas charlando y revisando papeles; total, que espero que el jefe me pague las horas extra y los resultados.

- Un placer haber podido conversar con ustedes, y ya les garantizo que su empresa y la nuestra podrán llegar a un pacto. - Es un hombre atractivo, aunque mayor para mí; además, tiene una expresión que me resulta familiar.

Cuando ya he recogido mis cosas de la oficina y me dispongo a salir de allí, veo a Brandon y decido darles las gracias por acompañarme y haberme ayudado hoy.

- No tiene que darlas, es mi trabajo, además, para celebrarlo he pensado en proponerle tener esa cena que me rechazó hace unos días.

+ Está bien, ¿cuándo vienes a recogerme?

- Espere... No me ha rechazado... ¿Está usted bien?

+¿Y por qué no iba a estarlo? - me río, este hombre me hace gracia, bueno.

- Está bien, mañana a las 20.00 estaré llamando a su puerta.

Acabo de acceder a tener una cena con el niño al que hace días odiaba y al que besé hace días en una fiesta de la que no recuerdo nada, bien, ¿qué te está pasando, Megan?

Hoy me toca sentarme al lado de Zack, bueno, no sé si se acordará de la fiesta, o quizá lo que recuerdo sean alucinaciones mías.
No dejo de mirarle. Tiene unos ojos tan bonitos que podría perderme en ellos para no encontrarme nunca.
Vale, Megan, relájate.
Intento concentrarme en clase aunque no lo consigo. Cuando acaba la clase, Zack me llama y me doy la vuelta. Está muy cerca de mi, demasiado.
Levanto la cabeza y veo esa sonrisa y esos hoyuelos marcados que le hacen parecer un niño, pero un niño realmente adorable y a la vez tan atractivo.

- Dime Zack - digo mientras empieza a rodearme con sus brazos la cintura.

+ Quiero que sepas que me encantan tus labios y su forma de besar los míos. - ¡Madre mía! ¡Se acuerda! ¡Qué vergüenza! - niña, no te me pongas roja porque puede repetirse ese toque que tuvimos la otra noche, así que, ten cuidado.

- Quizá no quiera tener cuidado. - ¿acabo de decir eso? ¿En serio?

+ Entonces no me queda más remedio que... - Y antes de acabar la frase me besa, sus labios y los míos juegan por un espacio de tiempo demasiado largo teniendo en cuenta el lugar donde estamos. Cuando creo que esto acaba, acerca su frente a la mía y sonreímos a la vez. Me coge en volandas y entramos en una clase vacía mientras nos besamos. Me intenta sentar en una mesa y los dos reímos a carcajadas cuando Zack se tropieza con algo que hay en el suelo y caemos los dos a éste.
Se coloca encima mío mientras yo sigo riendo y empieza a darme besos en el cuello. En la barbilla. En la oreja. Y llega a mi boca en la que se entretiene y me muerde el labio inferior dedicándome una preciosa sonrisa. ¡Madre mía con el nuevo!
Pero, alguien interrumpe nuestro 'encuentro' y entra en la clase.
Nos vamos corriendo fuera del edificio y Zack me acompaña a la parada del autobús.

- Bueno Megan, que sepas que hace unos 6 minutos era la persona más feliz del mundo. -Me vuelvo a poner roja. Este hombre tiene palabras para adular a cualquiera. -Vaya, parece que no escarmientas, nena. Bueno, al menos espero que aceptes tener una cena conmigo.

+ Zack, eres el tío más tonto y adorable que he conocido, así que accedo a esa cena.

- Bueno, que simpática. Te recojo el Viernes a las 9.

+ Está bien. -digo mientras subo Las escaleras del autobús.

- Megan, espera.

+ Dime Zack

Me doy la vuelta y sube los dos escalones que me separan del suelo de la calle para darme un corto pero cálido beso en los labios.

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2014 ⏰

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