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Día 1 Pobreza - Dentro De Esta Pequeña Jaula

Quería salir de allí, ser libre pero eso parecía tan imposible.

Los grilletes sobre sus muñecas, sus tobillos y el más grande sobre su cuello, de a momentos parecían que iba a hacerle caer de los pesados que eran para su pequeño cuerpo. Se inclinaba para los lados o hacia atrás si no tenía cuidado.

Ha dejado las plegarias porque ya son inútiles, no ruega a dios tener suerte, ya no cree tener nada. ¿Qué era lo único que le quedaba en realidad?

Su familia o las personas que recuerda que lo fueron, ya habían muerto, sobrevivían como podían aunque no recuerda nunca haber comido hasta sentirse lleno, su padre murió en el derrumbe de la mina, su madre cayó enferma, su hermana Rin también enfermo de otra enfermedad... Y a él, su tía, le habían vendido para costear el tratamiento médico de ambas... O eso pensó cuando en realidad gasto el dinero que obtuvo en sí misma y de tanto, su madre y hermana murieron... No estuvo allí, no sabe si es mejor el no haber estado o si por el contrario, estaría más tranquilo de haber permanecido al lado de ambas.

Su vida ha sido corta en realidad, a sus casi 10 años ya perdió a su familia, ya ha pasado por al menos tres bastardos distintos.

El primero, Roger, lo ponía a trabajar de sol a sol para en la noche morderlo y así alimentarse.

El segundo, bueno ni siquiera se aprendió su nombre, nunca le habló, le mantuvo mucho tiempo encerrado y la mayoría del tiempo con los ojos cubiertos, el maldito disfrutaba de morderlo donde fuera, sus brazos, sus muñecas, su cuello e incluso sus piernas y muslos. Pero ese sujeto tenía una deuda con otro monstruo.

Yuri, es el vampiro al que siente más odio, no hay una razón en particular simplemente es como si algo dentro suyo le diera que debía odiarlo con más ganas. Él fue el "decepcionante" pagó de una deuda.

Yuri no le había hecho gran cosa en realidad, como si el odio fuera mutuo apenas se vieron, no le prestó gran atención y tras unos intentos de escape y de matarlo se había cansado

Ahora era un "Articulo de venta"

"Los vampiros me enferman" - fue su pensamiento cuando terminó en esa subasta, tanta gente inocente que serían esclavos o la cena de alguien.

Estaba intranquilo, lleno de incertidumbre, de miedo y de ira, se supone lo iban a vender por eso le pusieron todas esas cadenas y pesados grilletes pero de un momento a otro escucho a Yuri discutir con alguien y le dejaron en ese cuarto.

¿Qué iba a pasar con él?

Una potente voz lo sacó de sus pensamientos, se escuchaba incluso aunque estuviera lejos de la habitación donde está él, la voz de un hombre... Y... El sonido de sus pesadas pisadas acercándose...

Como si a cada pisada hiciera eco en todo el sitio, el miedo le invadió. El seguro de la puerta fue quitado, el dueño de esa voz, de las pisadas estaba allí, su mirada ceniza le hizo temblar, su expresión de molestia, su solo ser le intimidada, tan alto... Tan grande... Tan mortal.

-así que eres tu - le dirigió esas palabras, siguió acercándose hasta estar frente suyo... Mirándole, analizándolo

-insisto en que no te quedes con él, será una lata tener que seguir viéndonos las caras - hablo Yuri desde el marco de la puerta

-ya fui amable al escuchar todas tus opiniones - falsa cortesía o fastidio - las cuales no me harán cambiar de opinión

Yuri no puedo objetar más, incluso parecía no querer hacer enojar más a ese sujeto tan intimidante... Había caído en las peores manos.

Lo supo cuando al estar solos, le sonrío, logrando ver un poco de los colmillos...

-. -. -. -. -. -. -. -. -. 6 meses después