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Día 6 - Tripulación - Memoria

Cargo ya la ultima caja de libros, ahora solo quedaba ordenarlos en el estante...que no estaba, suspiro, su novio era realmente un necio, negó en silencio pero así lo quería. Salió del cuarto en dirección donde lo había visto hace más de un rato. Que complicado era mudarse, no importaba cuantas veces se hubiera mudado en su vida por mas que se dijera que ya tenía todo en orden para solo sacar las cosas de las cajas y ponerlas en su nuevo lugar eso nunca ocurría, ni cuando se mudaba siendo un niño ni ahora, las cajas estaban esparcidas en todos los cuartos, algunas ya vacías porque ha logrado ordenar el contenido y otras estaban aun sin abrir.

Vio a Yugo martillar uniendo las piezas que debían formar una de las mesitas de noche. Por el punto bueno ya hay algunos muebles a su alrededor, ya listos para ser movidos a sus lugares, busco con la mirada lo que debía ser su nuevo librero...aun en su caja.

-Veo que ya tienes varios -hablo en voz baja para no asustarlo, lo menos que quería era que se diera un golpe en la mano con el martillo por su culpa

-¡ah! ¡Si! -Freno lo que sería un gran golpe a la madera justo a tiempo, volteando a ver al mayor de los dos -solo instalo lo del cajón y ya tendré todos los muebles de la recamara

-¿no quieres ayuda? -pregunto de nuevo

-¡no! ¡Me gustan estos muebles así que los voy a armar yo! -insistió de nuevo, volviendo a poner uno de los clavos en su lugar

-de acuerdo pero si quieres ayuda

-para nada, no te preocupes, me relaja mucho esto

-claro, me llevare los que ya tienes hechos -sonrió, tan necio sin remedio, bueno, al menos ya podría hacer algo.

Llevo sin mucho problema su pequeño escritorio hacia lo que sería el cuarto de trabajo de ambos, no sin antes escuchar una maldición de parte de Yugo que estaba peleando con los tornillos para el cajón "¿Relajar? Llevas desde la mañana peleándote con todos los muebles"

Siguió así, ordenando cosas y sustrayendo los muebles del que sería el cuarto de lavado. Pasando así el resto de la tarde...acercándose la noche.

Siguió escuchando maldiciones y gruñidos de la lavandería, Yugo seguía peleando con sus muebles, no entendía del todo cual era el gusto por ellos, ni porque le hizo caso de que era mejor comprar ese tipo de muebles armables, pero a veces no puede resistir a los ojitos azules llenos de ilusión menos ahora que se estaban mudando juntos a un nuevo apartamento. Era un sitio nuevo para ambos, un pequeño apartamento, suficiente para ellos dos, la renta no salía tan cara y quedaba cerca para ambos

Recogió el plato donde le había dejado algunos sándwiches que habían sido lo más cercano a una cena, su librero estaba en proceso, por lo menos

-¡ya casi termino! -anuncio el chico alegremente

-lo veo... ¿No estás cansado?

-mmm un poco quizás pero estoy bien

-te dejare entonces terminar eso - volvió a despedirse, podría distraerse leyendo alguno de sus viejos libros.

Fue al estudio

-no creo que este mal decir que quedo excelente aunque lo haya hecho yo mismo -se dijo, su pequeño escritorio de un lado pegado a la pared y del otro una mesa más cerca de la ventana - bien no debería impacientarme logre terminar todo lo demás

Saco los primeros libros de la caja, invadido por la misma nostalgia que le ataco cuando los guardo, parecía como si hubiera pasado más tiempo del que era en realidad, ¿Era así como se sentía ser un adulto?