Capítulo 7 "Cumpleaños"

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Los cumpleaños, son días muy especiales ¿No es así? Solo pasa una vez al año, hay muchos regalos y una fiesta

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Los cumpleaños, son días muy especiales ¿No es así? Solo pasa una vez al año, hay muchos regalos y una fiesta. Pero este día festivo no es el más feliz para algunos como yo, y más si has pasado tantas cosas horribles en tan poco tiempo.

—Feliz cumpleaños a mi persona favorita —dijo Aarón mientras me abrazaba.

—Tan lindo, ¡Eres el mejor! —sonreí al tiempo que correspondía su abrazo.

—Ten —habló al momento que me entregaba un regalo.

—¿Es para mi? —pregunté sorprendida.

—Claro que sí —aseguró un poco impaciente, estaba esperando a que abriera su regalo.

Era una hermosa cadenita y un reloj, me encantó el regalo. Nunca en la vida me había regalado algo tan bonito, mis padres siempre me daban dinero, dinero que terminaba gastando en libros.

—Muchas gracias —expresé emocionada, me acerque a él y deposite un beso en su mejilla.

—No hay de qué, princesa.

Después de eso me duche y me puse decente, mi padre quería salir a comer conmigo, él siempre estuvo ahí para mí, todo lo contrario a mi madre, no me llamo, ni me envió un mensaje, pero ya estaba acostumbrada a su desinterés. Salí de casa de Aarón y empecé a caminar hasta el punto de reunión que tendría con mi padre, después de unos minutos caminando lo vi desde lo lejano.

—¡Hola papá! —exclamé acercándome a él.

—Hija mía, feliz cumpleaños, estoy muy alegre de verte —dijo muy entusiasmado.

—A mi igual, no sabes cuánto te extraño —sentí unas inminentes ganas de llorar después de pronunciar esas palabras, de verdad lo extrañaba mucho.

—Yo también te extraño mucho, mi niña —comentó dándome una sonrisa triste.

Entramos en nuestro restaurante favorito y empezamos a charlar. Luego de que trajeran la comida que pedimos, nos dispusimos a comer. Me sentía muy feliz de saber que por lo menos a mi padre si le importaba mi existencia. Después de estar un rato hablando, él se ofreció a llevarme a casa de Aarón, la verdad no estaba segura si sabía que ya no vivía con mi madre.

—Tengo algo que decirte —dije un poco tímida.

—Dime, ¿Qué pasa? —preguntó dándome un vistazo.

—Creo que no sabías, pero tengo novio, se llama Aarón —expliqué y dirigí mi mirada a la ventana de su auto, tenía miedo de lo que dijera.

—¿Cuándo me lo presentaras? —se escuchaba un poco emocionado.

—¿No te molesta? —cuestioné confundida.

—Para nada, me alegra que alguien te haga feliz.

Sonreí al oírlo hablar de esa manera, me hacía feliz estar cerca de él. Cuando llegue a casa de Aarón no me sorprendió ver que hizo una fiesta, el hacía fiestas por cualquier razón.

El Libro De Una Suicida (Suicidio#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora