Háblame

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¿Por qué te enojas? ¿Acaso he herido tu corazón?
Dímelo ya, no calles.
No mates poco a poco mi alma
con el dardo hiriente de tu mirada,
habla de una vez
que mi paciencia ya se acaba
y mis ojos se han inundado de llanto,
pues no soportan el látigo del silencio,
que desbordan tus labios,
porque si ayer reías a mi lado
y abrigabas el frío de mi corazón
hoy te alejas y hieres mi alma
que tiritando de frío,
anhela el calor que tú le brindas.
He cometido errores, es cierto,
y sin culpa habré ofendido tu orgullo,
tal vez por mi afán de ayudarte,
pero entiende que lo único que quiere
es lograr el paraíso de tu felicidad,
y aún así...¿no hablas?
Está bien, no te molestaré más,
pero entiende muy bien una cosa,
el universo de mi felicidad
y las estrellas de mi sonrisa,
se marcharán de mi lado
y este corazón herido
en piedra se convertirá
para que el dolor no deje huella
y la alegría no se convierta en dolor.

Memorias de mi juventud - M.E.U.R.| Terminada✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora