The light on you [Yoonmin] ©

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Jimin y Yoongi se encontraban sentados en la cama del menor con la cabeza gacha. Los padres del pelirrubio los miraban, serios. Era de esperarse que se dieran cuenta de que algo pasaba ¿Cómo no habrían notado que su hijo, quien jamás había interactuado con nadie, estuviera hablando con otra persona en su cuarto?

La mujer se acercó al misterioso muchacho y lo miró con desconfianza.

—¿De verdad es el mismo chico del cual me hablaste en la mañana?

—Sí, mamá.

—Yo lo vi antes. Eres uno de los Min, ¿Verdad? Hay carteles con tu rostro por todo el pueblo.

Yoongi suspiró pesadamente y asintió con la cabeza. Ya no quería seguir escondiendo nada.

—J--Jimin... no nos mencionaste que era un ladrón.

—Me enteré esta noche, mamá. Es una larga historia.

—¿Por eso no lo trajiste?

—Discutimos un poco, y ahora vino a verme, pero--

—Min Yoongi —dijo el hombre mayor con rudeza—, quiero que te vayas de mi casa. Sabes todo lo que pasa con Jimin, e incluso así te acercaste a él. Nosotros queremos lo mejor para nuestro hijo, y no permitiremos que nadie le haga daño jamás.

—Papá, él no es malo.

—¡Es un ladrón!

—Su familia lo es, él es diferente.

—Eso es lo que quiere que tú creas.

—Señor y señora Park —interrumpió el muchacho—, sé que esto se ve mal. Ustedes pasaron ya por muchas cosas como para creer en un chico como yo, pero la verdad es... —tomó con cariño las manos de Jimin— adoro a su hijo con todo mi corazón. Nunca tuve malas intenciones, no las tengo ahora, ni las tendré en un futuro. Lo único que quiero es que sea feliz, y sé que hay una cosa que quiere más que nada en el mundo. Su libertad.

Ambos mayores miraron a su hijo en silencio.

—Jimin no es el único con esos poderes. Hallé un lugar en donde los demás habitan, y quisiera llevarlo.

—¿Por qué dejarlo? —frunció el ceño la señora— ¿Y si es una trampa?

—Pueden llevarlo ustedes, si gustan. No les estoy mintiendo. Él podría ser libre allí. Podría salir a las calles, hablar con otras personas y ser quien es sin ocultarse. Les daría los mapas y todo lo necesario para que pudieran llegar bien. Incluso si no soy yo quien lo lleva, sería feliz con la sola idea de saber que estará a salvo y tranquilo en ese lugar.

Jimin lo miró durante varios segundos. Después, a sus padres. Había vivido con ellos mucho tiempo como para poder adivinar sus pensamientos, y sabía que en ese momento estaban pensando en llevarlo. Sin embargo, había algo que no andaba bien.

—Quiero ir —soltó de repente.

—Si todo esto es cierto, es una idea brillante, Jimin. Vamos a averiguar más sobre el lugar y a ver cuándo podemos llev--

—Quiero que Yoongi me lleve.

Sus padres lo miraron con sus ojos bien abiertos.

—Jimin, cariño, ¿No crees que sería más seguro que--?

—Ya estoy harto de ir por la vida pensando en lo que es seguro. Por primera vez quiero atreverme y hacer cosas nuevas, salir al mundo y conocer a otras personas. Los amo, pero también necesito tomar distancia un poco.