GIVE ME SOME MORPHINE

II

Miraba hacia todos lados como de costumbre. Nunca me gustaba ir distraída mientras iba por la calle, no por inseguridad sino por querer admirar cada detalle de dónde pasaba y siempre con mis mis audífonos tipo diadema. Aunque casi siempre cruzaba el mismo camino de la preparatoria a mi casa, había algo que me encantaba, había algo que me atraía de el camino.
Mientras mi canción favorita sonaba a todo volumen en mis oídos mezclaba la canción con el paisaje. Es algo simplemente hermoso, porque casualmente quedaba con el momento.
Faltaban más o menos tres cuadras para llegar a la calle que daría directamente a mi casa, cuando lo ví. Él estaba ahí, parado, esperando tal vez el autobús. No pude dejar de mirarlo, incluso deje de escuchar la música por concentrarme en mirarlo. Al parecer lo había notado porque en seguida volteo a verme. Su mirada era tan profunda que fácilmente podrías perderte en ella, sus ojos tenían un brillo que los hacia especiales. Entre más me acercaba más podía distinguir de color eran sus ojos. Me siento muy tonta por mirarlo tanto tiempo. Fue ahí cuando sonrió. Aparte mi mirada de él y me dispuse a seguir caminando con más prisa. Gire un poco mi cabeza mirando por encima de mi hombro, él aún me miraba - tragame tierra- y lo que más temía estaba por suceder. El cielo comenzó a llenarse de nubes grises y fuertes relámpagos, guarde mis audífonos en mi bolso/mochila al igual que mi teléfono. Traté de caminar lo más rápido posible para que la lluvia no me alcanzara a medio camino.

Finalmente la lluvia había llegado, pero por suerte solo faltaban algunas casas hasta llegar a la mía. Al estar en la puerta la abrí con mis llaves, dejé mi bolso en el sofá y me apresure a quitarme mi abrigo para dejarlo en el perchero.

-¿Papá?-grite acercándome a las escaleras.

Al no tener respuesta camine hacia la cocina y ahí justo en el refrigerador había una nota.

"Nena, discúlpame por no cenar contigo hoy. Tengo mucho trabajo y solo viene a preparar algo de comer. Llegaré tarde, y por favor duermete temprano. xx
-Papá"

Estaba acostumbrada a que papá solo viniera a casa de vez en cuando. Él literalmente vivía en el trabajo y a la casa solo venía cuando podía. Tal vez nunca me a faltado nada con él, pero al menos necesito un poco de su atención de su parte.
¿Mi mamá? No sé donde esté, o quien sea. Mi papá me había contado que cuando yo era pequeña ella se había ido, él decidió deshacerse de todo rastro que la recordara a ella: fotografías, ropa, cartas, sábanas, cortinas, muebles, color de la casa y solamente se quedó conmigo. Nunca le he pedido alguna descripción de mi mamá, no quiero saber quién fue la mujer que tanto daño le hizo.

Abrí la puerta del refrigerador sacando la comida que mi papá había cocinado - él siempre hacia la comida deliciosa - Mientras la calentaba por mi mente había cruzado de nuevo aquel chico, inocentemente se me había escapado una sonrisa. De verdad era un chico atractivo, su cabello era algo rebelde y su forma de vestir era única, un chico malditamente perfecto.

[•••]

Había terminado de comer hace una hora. Subí a mi habitación para hacer mi tarea - la cual era bastante - mientras escuchaba música. Me estresaba menos resolviendo problemas de cálculo integral con música.
Cuándo por fin terminé cada una de mis tareas de cada asignatura, me aparte de mi escritorio caminando hasta la cama. Estaba agotada, mi espalda dolía como los mis demonios y solo quería dormir, solo quería pensar en si mañana volvería a ver aquel chico.
Mis ojos poco a poco se fueron cerrando, hasta caer en un profundo y dulce sueño.

[•••]

-¡Camille!-los gritos de mis padres retumbaban por toda la casa - señal de que se me estaba haciendo tarde - escucho la puerta de mi habitación sonar, lo cual hizo que me levantará de golpe.