III

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Él estaba ahí, rodeado de los que suponía eran sus amigos. Tenía una sonrisa muy bonita, a cierta distancia la estaba apreciando. No escuchaba lo que mis amigos decían, creo que todo el mundo había desaparecido, solo estaba él, su sonrisa y yo.

-¡Cam!.. ¡Camille!.-grito Isabelle sacandome de inmediato de mis pensamientos.

-Oh, lo siento. ¿Qué?.-los miro a ambos algo confundida.

-¿Que no se supone que el único hombre de tu vida debo ser yo?- hace un reproche Santiago.

-No. Mi papá es primero.

-Y luego yo.

-Ehh.. no.

Reímos mirando la expresión de Santiago. Estiro mi mano pellizcando su mejilla.

-Despues de mi papá sigues tú.

-¿Quien es el chico entonces?.-señaló Santiago hacia el chico que miraba.
Aparto su mano con brusquedad.

-No señales.-hago una mueca.- No lo conozco. Solo lo he visto una vez y esta es la segunda.

-Hmm.. yo tampoco lo había visto por aquí.-Isabelle lo examinaba de pies a cabeza.-

-No importa.

Seguimos conversando entre los tres haciendo uno que otro comentario respecto a la preparatoria. Teníamos muchas cosas que decirnos, pero los efectos del alcohol estaban controlando nuestro sistema. Opte por la opción que ponernos a bailar, lo cual nos pareció buena idea.
Nos levantamos de la mesa y caminamos hacia la pista de baile. Una vez ahí, comenzamos a bailar formando una bolita entre los tres, disfrutábamos aquel momento, todo era especial, aunque mi papá no estuviera siempre conmigo los tenía a ellos.

-Ire por tres shots.-informe, gritando debido a la música. Caminé hacia la barra esperando a que uno de los barman me atendiera.

-Oye disculpa, ¿Qué haces aquí?

-¿Disculpa? No creo que sea de tu in..-me detuve congelandome de inmediato. Estúpidamente comencé a balbucear, el chico de la avenida me estaba hablando y yo no supe cómo actuar así que me detuve girandome.- Ah lo siento. No sé quién seas.

-Oh vamos, te recuerdo. Ibas caminando por la avenida 66 y no dejabas de mirarme.

-No eras la única persona en la avenida. Además, me gusta admirar el lugar.-sonrei, volteando a verlo, tratando de no parecer intimidada.

-Hmm... Si claro.-pude notar que había puesto los ojos en blanco.- En fin, ¿Vienes sola?

-Ehh.. no. Vengo con mis amigos.-asiento.

El barman se acerca y le pido tres shots de vodka. El enseguida me los entrega. Volteo hacia el chico.

-Tengo que irme, fue un gusto, chico de la avenida 66.-le sonreí amablemente alejándome un poco.
Pero en ese instante logré sentir una mano rodear mi brazo y girarme al instante.

-Mi nombre es Evan, Evan Murphy.-me regala esa preciosa sonrisa que hace media hora había apreciado desde la mesa.

-Una gusto Evan.

Me aparto y sigo caminando.

-Espera... Tu nombre.-grito haciéndome girar de nuevo. Reí observando su rostro. Parecía amigable - o eso creía -

-Camille, Camille Hallway.-grito girandome de nuevo y seguí caminando hasta llegar a donde estaban mis amigos.

Evite contarles mi encuentro con el chico aquel, no quería arruinar nuestra noche.
Seguimos bailando y bebiendo un par de shots más, hasta sentir que nuestras piernas estaban por flaquear. Sin embargo seguimos disfrutando de cada una de las canciones, hasta que llegó una de nuestras canciones favoritas. Al escucharla solté un fuerte grito, mis amigos habían captado que canción era, así que en seguida comenzaron a cantar conmigo, mientras bailabamos al ritmo.

GIVE ME SOME MORPHINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora