21. DECIDETE.

945 49 26
                                    

Después de responder su mensaje saqué mis audífonos de un cajón que estaba por mi cama.
Entre a YouTube y busque 'Decídete'. No había olvidado cuando comenzó a cantar, ahora eso era un lindo recuerdo que solo mantendría para mi.
Escuché la canción y me encanto, la escuché con Luis Miguel, pues aún no salen las canciones que Izan grabo, pero estoy segura de que cantará esa canción.
Después me recosté en mi cama y disfruté de reproducirla una y otra vez antes de quedarme profundamente dormida.

Al otro día desperté muy temprano. Mi mamá seguramente ya se había ido a trabajar, y mi papá estaría en su 'estudio' escribiendo o algo así. Le mande un mensaje a Izan para saber si ya estaba despierto.
Fui al espejo para acomodar mi cabello y me senté para esperar un mensaje de Izan.
No me iba a cambiar, pues mi pijama era toda negra y parecía cualquier ropa, no se notaba que era una pijama. Me hacía gracia pensar en lo del yin y el yang pues mi ropa otra vez era negra y las sábanas de todos los cuartos de mi casa eran blancas.
Se prendió la pantalla de mi celular y lo tome, era Izan.

Izan🎤: Buenos días
Yo: ¿Cómo dormiste?

Ya le había dado los buenos días, así que no lo iba a escribir de nuevo.

Izan🎤: Bien, gracias, ¿y tu? 😊
Yo: Igual, oye
Izan🎤: Mande
Yo: ¿Quieres ir abajo?
Izan🎤: Mejor ven a verme

Intente no malinterpretar eso.

Yo: Pero... mejor bajamos
Izan🎤: Ven

Parte de mí quería ir y parte de mí quería quedarse aquí. Sabía que no pasaría nada fuera de lo normal pero estaría nerviosa. De un momento a otro pensé 've, arriésgate' y me levante decidida, salí de mi cuarto con mi celular en la mano, crucé el pequeño pasillo que separaba los cuartos y me quede ahí frente a la puerta en silencio. No quería tocar, así que le envié un mensaje.

Yo: Estoy afuera. Abre
Izan🎤: Pasa
Yo: ¿seguro?

Comencé a arrepentirme pero estaba tan cerca.
Respire profundamente, no muy segura de entrar. Tome la manija de la puerta, la giré aún indecisa, cerré los ojos un momento para abrirlos al mismo tiempo que abría la puerta.
Avance unos pasos pues la puerta no daba exactamente para donde estaba la cama de la recámara.
Me giré para cerrar la puerta y cuando voltee, ahí estaba Izan en la cama de los invitados. Estaba tapado con la sábana. Note que se puso nervioso al verme pero intento ocultarlo.
No sabía si acercarme o salir corriendo, aunque lo segundo no era una opción.

Izan: -Ven.
Dijo serio, pero calmado.
Me acerqué mirando hacia abajo, pues por alguna razón me daba pena estar ahí. Me senté en la orilla de la cama esperando a que algo sucediera.

Izan: -Hay que dormir otro poco.
Yo: -No, ya hay que pararnos.
Izan: -Aún no.

Voltee a ver a la ventana que estaba junto a la cama, no se veían casi las casas pues una persiana blanca la cubría un poco, pero no evitaba que la luz del sol entrara y nos diera directamente. Pase mi mirada a Izan, que estaba jugando en su celular. Su cabello brillaba más, al igual que sus ojos, podía notar su expresión tranquila y por la luz del sol notaba a detalle que tenía pequitas, podía ver su suave piel y sus labios.

Yo: -Pero estás jugando.
Dije bajando la vista a su celular.
Presionó el botón para apagarlo y volteo a verme.
Izan: -Ya no.
Seguía tratando de no pensar que estábamos solos, no pasaba nada malo pero la mayoría de las personas se espantaría si les contara. Me concentre en Izan e ignore todo lo que la gente diría.
Izan: -Hay que quedarnos aquí otro poco.
Yo: Esta bien.
Dije sentándome un poco más cerca.
Izan: -Pero acuéstate y tápate para que no te de frío.
Voltee a ver a la ventana una vez más, y note que los rayos de luz que entraban por ahí hace un momento... habían desaparecido y ahora se veía muy oscuro el cuarto.
Apenas entraba un pequeño rayo de luz natural que me hacía ver a Izan.
Me levante y me di la vuelta para sacar otra sabana del closet, era más pequeña y, a diferencia de las demás era color café.
Me acosté al lado de Izan y me tapé. Estábamos viéndonos a los ojos en silencio. Me costaba un poco de trabajo pues la poca luz no ayudaba.
Izan se acercó un poco para abrazarme.
Creí que eso no era tan raro, ya me había abrazado antes, pero la circunstancia me ponía nerviosa, y ya no por lo que dijera la gente, sino  por lo que pasaría a continuación.
Baje la mirada, pues cada vez me acercaba más a él. Solo me abrazaba con el brazo izquierdo, pero aún así se sentía muy bien.
Estábamos muy cerca, sentía su respiración y como chocaba con mi piel.
Me olvide de todo, del ''mejor amiga", de la gente, de quienes éramos y solo pensaba en que lo amaba.
Mi mirada seguía abajo intentando comprender todo.
De pronto sentí sus suaves labios por mi frente.
Luego estaban por mi ceja. Estaba muy nerviosa pero también estaba tan confundida que solo me quede quieta.
De pronto entendí que ese roce era un beso, no en los labios, pero era un beso.
Siguió dando besitos por el párpado de mi ojo.
Izan era muy delicado al hacer eso, por lo que solté una pequeña risita.
Abrí los ojos poco a poco y alce la mirada para verlo. Estaba quieto y no dijo nada.
Me acerqué a su ceja y también la besé.
Era lindo.
El no sonrió, seguía tan tranquilo.
Se acercó otra vez a mi y beso mi mejilla, tenía los ojos cerrados así que también los cerré.
Siguió dándome esos pequeños besitos en mi casa. Se acercó un poco a la parte superior de mi labio, sentía un pequeño roce pero aún había una distancia.
Cuando de repente escuché unos pasos en la escalera y me paré rápidamente.
Izan hizo lo mismo.
~•~•~•~•~••~•~•~•~•~•~•~•~•~
Hola u.u
Este capítulo es muy especial, ojalá les guste ❤️

Decídete [Izan Llunas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora