«작은 메모 - MarkHyuck»

십팔

-¿Qué haces, Mark Hyung?- Preguntaba el chico mientras era jalado por el mismo.

El mayor no respondía nada, y una vez que llegaron al lugar, lo soltó lentamente.

-¡Respóndeme! ¿Qué haces?- DongHyuck parecía alterado, su cara estaba un poco roja aunque él no sabía si era por rabia o por vergüenza.

-Yo...-

-¿Tú, qué?- Hyuck abrió los ojos al darse cuenta de que Mark había sido el chico que lo había abrazado.-Oh... recién me di cuenta de que... Tú eres aquél chico, ¿Verdad?- El nombrado asintió lentamente, jugando con sus manos y mordiéndose el labio lentamente.

-Sí, soy yo y...- No dejó terminar a Mark, Hyuck lo interrumpió.

-¿Por qué me dijiste gracias?- El chico lo miraba confundido, en ese momento Mark solo pensaba en besarlo. Sus ojitos estaban fruncidos al igual que su frente, eso le daba un toque de ternura al igual que un pequeñísimo puchero que solo lo podías ver sí apreciabas bien su rostro.

Era perfecto, DongHyuck era perfecto para él.

-¿Mark Hyung?- Dong había avanzado un poco y había quedado a una distancia prudente del mayor
y pasaba su mano por delante de su rostro, tratando de despertarlo de aquel trance.

-Lo siento...- Se disculpó.

-No lo sientas, Hyung.- Aquella palabra dicha por él era música para sus oidos, se sentía bien escucharlo.- Ahora dime.- Su rostro serio volvió a su cara.

-Mira... verás.- Comenzó.- Yo... ¿Tú sabes que estamos en último año, cierto?- El menor asintió.- Okey... no sé cómo explicartelo.- Mark rascó su cabeza, tratando de pensar como podía decirle.

Aunque hoy su día no era de suerte.

El timbre de ingreso a clases sonó, haciendo que DongHyuck comience a darse vuelta.

-¡No! ¡Espera, DongHyuck!- Para intentar que no "Escape", agarró su mano y tironeó de ella.

-P-pero, tengo clases.- Dijo apuntando hacia la puerta.

-Lo sé... yo también pero por favor quédate. Necesito explicarte esto.- El menor se lo pensó un poco pero finalmente accedió.

Se sentaron en el frío piso y DongHyuck esperó que el contrario buscara las palabras exactas para hablar.

-Mira, DongHyuck. Creo que es el momento de desenmascararme y decir realmente quién soy.- Hyuck se había tensado al escuchar esto y ya comenzaba a hacer suposiciones. Una de ellas es que "M" era Mark.

Y vaya que acertó.

-Soy "M".- Dijo sin más, esperando una mala reacción por parte del moreno.

-Así que realmente eres tú...- Una sonrisa se formó en sus labios cosa que Mark no esperaba y lo tomo de imprevisto.

-¿No me dirás acosador?- Preguntó seguro de la respuesta.

-¡Por supuesto que no, Hyung!- Aquello lo destensó un poco y dejó que una pequeña sonrisa saliera.

-Esto me da mucha vergüenza.- Mark tapó su rostro con sus manos, completamente rojo. Pero las manos contrarias retiraron las mismas de allí, dejando ver aquellos lindos ojitos cerca de los suyos.

-¿Tú me amas?- Preguntó el menor, muy cerca del otro y éste asintió lentamente.- Eres muy tierno, Hyung.- Una pequeña risita se escuchó y alegró los oídos de Mark.

-Yo... Te amo, DongHyuck.- Y aquella frase el moreno la conocía muy bien.

Hyuck había guardado y clasificado cada una de sus cartas, guardado las en sobrecitos y poniéndole la fecha en la cual la había encontrado.

-Pero, como sabes, no me queda mucho tiempo en esta escuela. No es fácil ocultar mi amor por tí, ¿Sabes?- Rió amargamente, guardandose unas tremendas ganas de llorar.

-Seguramente fue difícil, Hyung.- El menor acarició su mejilla lentamente.- Pero ahora me tienes aquí, ¿Verdad?- El mayor abrió los ojos.

No podía creer lo que el menor le había dicho.