열아홉

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—P-pero... tú.- El mayor no podía pronunciar palabra.

—Hyung, siempre supe que eras tú. Me acuerdo que cuando trataste de colocar una de las cartas en mí casillero el director pensó que estabas tratando de abrirlo, así que te llevó con él.- Los dos rieron juntos pero Mark estaba nervioso, Él había sido tan cuidadoso ¿Para nada?

—Pero si sabías quién era, ¿Por qué no trataste de hablarme?- El mayor bajó su cabeza.—Soy muy tímido y por eso recurrí a las cartas.- Finalizó.

—De verdad lo siento, Mark Hyung.- Contestó mientras tocaba el pelo del contrario.— Yo también soy demasiado tímido, aunque no lo parezca.- Una lágrima cayó por su rostro.

Mark pensó en abrazarlo como la primera vez que había hecho contacto.

Y lo hizo, lo abrazó con todas sus fuerzas, tratando de transmitirle todo lo que sentía a través de ese abrazo.

—No me quiero ir. Si me voy dejaré de verte todos los días, no podré ver tu sonrisa nunca más. ¿Por qué?- El mayor también lloraba. Quería tener a DongHyuck para él.

Quería abrazarlo así todos los días.

—Hyung... No diga eso, vamos al mismo curso pero tal vez no iremos a Universidades separadas.- El menor pensaba en positivo y eso le gustó a Mark.

Tal vez tenía razón y estudiarían en la misma Universidad, pero tendría que pasar un milagro para que eso suceda.

—No lo sé, tengo miedo.- Contestó tristemente.

—¡No lo tengas, porque ahora estás conmigo, Hyung!- Lo abrazó más fuerte si era posible y rió feliz cerca de su oreja.

DongHyuck se sentía bien estando con Mark, aunque recién habían comenzado a hablar, parecía que se conocían hace años.

Y Mark sentía que todo era un sueño, hasta se pellizcó pero...

No lo era. No era un maldito sueño y quiso llorar de emoción.

Se quedaron así lo que quedaba de la mañana, tal vez parezca exagerado pero ellos necesitaban amor. Necesitaban tener a alguien que los apoyara, independientemente de si se habían conocido hace poco o no.

DongHyuck ya conocía a Mark, lo conocía a través de sus cartas. Conocía sus sentimientos y preocupaciones. Y ahora, conocía su rostro, su cuerpo.

Y Mark conocía a DongHyuck, conocía sus expresiones, su sonrisa, su voz. Y ahora, conocía sus sentimientos.

Tal vez DongHyuck no lo amaba como Mark lo amaba a él, pero estaba seguro que algún día llegaría a hacerlo.

Sabía que lo haría, se esforzaría para ello.

«작은 메모 - MarkHyuck»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora