CAPÍTULO 13

1.3K 74 7
                                    

Entré con una sonrisa de oreja a oreja a casa, con una emoción inigualable por fin había conseguido una amiga de mi edad, corrí hacia la sala de estar ya que se oía la televisión.

Quizás esté Meissa ahí—Pensé 

¡Madre! ¡madre! ¡Tengo una nueva amiga!—Exclamé sin percatarme de quién se encontraba ahí

Corazón mío—Cuando escuché ese apodo y esa voz supe que la calidez que sentía dentro se apagó completamente, la sonrisa que tenía en mi rostro se borró—Tranquila corazón sólo quería felicitarte—Después dio un sorbo a la bebida que tenía entre sus manos

—¿Dónde está mi mamá y las demás?—Pregunté con un nudo en mi garganta

—¡Oh cariño! Meissa salió hace pocos minutos a comprarme algo y las sirvientas se fueron hace unas pocas horas, más bien tu mamá las sacó porque llegué yo—Sonrió de lado

—No son sirvientes, son mi familia

John rió estruendosamente, provocando que frunciera el ceño

¿Y este loco qué?

—Corazón no debes confiar en esas mujeres—Hizo una notable mueca de disgusto y dio otro sorbo a su bebida—Ellas saben lo que pasa en esta casa, han visto lo que tu madre te obliga hacer ¿No es así?—Me miró con una ceja alzada—Dime ¿Ellas han hecho algo para sacarte de aquí? O ¿Han tratado de hablar con la policía?

Abrí mi boca pero la cerré de golpe no sabía que decir ante eso, ¿Él tiene razón?

—Contéstame Leila

—Yo...—No sabía que decir hasta que se me ocurrió algoEmpiezo a creer que esa bebida ya le hizo efecto señor

¿Disculpa niña? ¿Qué dijiste?—Se levantó y caminó lentamente hacia mí

Otra vez no podía moverme, es como si mi cuerpo no me escuchara en lo absoluto

—Lo que escuchó

Al instante me arrepentí de haber dicho todo eso ya que sentí un roce en mi mejilla, pero rápidamente alejé mi rostro del toque de John

—No te conviene ese comportamiento hacia mí niña.—Movió su mano tan rápido que no me dí cuenta cuando tomó mi cabello para olfatearlo—Ahora déjame darte tu regalo de cumpleaños. Y no te hagas del rogar corazón—Sus manos ahora se posicionaron en mi cintura, traté de alejarlo de mí

—No me toque—Forcejeé

—Shh Leila, hoy nos vamos a divertir de nuevo

Cuando dijo eso último mis ojos se llenaron de lágrimas que no dudaron en salir

—Mi madre llegará y no le permitirá seguir haciendo esto—Dije para al menos convencer a mi mente de que mi mamá vendría a salvarme

—Eso ni tú lo crees corazón. Ella no vendrá—Una sonrisa de medio lado apareció en su rostro

Me empujó hacia el sofá más grande y sin perder el tiempo se subió sobre mí para quitar la ropa que tenía puesta

—Por favor no lo haga—Sollocé

—Guarda silencio Leila—Se deshizo de su camisa y luego besó mi cuello bruscamente

—Ya basta, por favor déjeme en paz—Intentaba golpear su rostro o morderlo pero sólo fallaba.

Después de unos minutos sentí como me embestía con fuerza, mi interior ardía, dolía como mi alma. Y de nuevo nadie me salvó de las garras de aquel monstruo que se dice llamar "humano".

...

Lloraba en mi habitación acurrucada en una esquina. ¿Cuándo me dejarán en paz? Quiero dejar de llorar todos los días, estoy cansada de lo mismo. Después de que John me dejara en ese sofá, sólo se vistió, besó mi frente y desapareció como todos.

¿Dónde están cuando más los necesito?

Empiezo a creer que el señor que vi en mis sueños no era mi padre, él me hubiera salvado de esto.

A MILLION MEN (RAMÉ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora