Supongo que prepárense para llorar (?)
Narra Wyatt.
Mi mala suerte siempre ha hecho cosas malas en lo que quiero, y sobre todo en el amor. Mi novia; ___,
ha estado empeorando.
Todo empezó cuando en el patio de mi casa, hablando, le empezó a dar un ataque. Sus pulmones se llenaban de líquido y le impedía respirar; cáncer de pulmón.
En el colegio (y en todos lados) siempre he tratado de pasar el mayor tiempo posible con ella, ya que no soportaría hasta fin de año aunque le hayan hecho la quimioterapia. No había funcionado. Siempre me decía que fuera a jugar con los otros niños, que ella no estaría un día y por eso tendría que aprender a vivir sin su presencia. No le hice caso, no quería.
Estaba allí cuando le dijeron que sufría cáncer de pulmón, y me miró desesperante, con lágrimas en sus preciosos ojos mientras yo me quedé en shock al escuchar tal noticia. Ella empezó a llorar en silencio, y yo la tomé entre mis brazos mientras besaba su cabeza y decía algo que no se cumpliría; "todo va a estar bien." Por supuesto no lo estuvo.
Obviamente hubiese preferido que se recuperara, pero no lo hizo. Cada día se sentía peor y su terapia no funcionaba, y al cabo de seis meses dudaba mucho que fuese a seguir fincionando. Ese día que casi todo se acabó estuve con ella. Entramos al consultorio del doctor y nos comunicó la terrible noticia de que no sobreviviría. Eso nos devastó, a todos los presentes y todos los que la amaban.
Pero ella nunca quiso que la miraran con tristeza, y mucho menos con pena.
El 20 de julio todo acabó. Estaba al lado de ella cuando veía como moría lentamente. No podía respirar y yo llorando le acariciaba el cabello pensando que era el fin; y si que lo era. Al cabo de unos minutos en camilla, dejó de respirar, pero ni siquiera pudo cerrar sus ojos. Le besé la cabeza mientras me levantaba de mi asiento y abandonaba la sala llorando desconsoladamente.
-¿Wyatt? Tranquilo...
-Necesito tiempo a solas, mamá.
Me escabullí por las escaleras hacia arriba y corrí. Pensaba en todos los momentos que pasé con ella y corrí escaleras arriba con más fuerza y velocidad.
Llegué al techo. El fin del viaje. Sin dudarlo me acerqué hacía el borde y salté, pensando en todo esto que estoy contando.
Narrador Omnisciente.
Ese salto no solo acabó con la vida de Wyatt Oleff, sino que también una amistad entre los padres de los niños, y siempre discutiendo por cosas como "Si mi hijo no hubiese conocido a tu hija esto no habría pasado."
El fin de dos vidas puede que haya sido otro comienzo...
