PLAYA.

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NARRA EUNHYE

Lo había visto a lo lejos, distinguí su color de piel, tan diferente a las pieles bronceadas de esta zona, miraba con detenimiento una pequeña escultura de la iglesia local, era muy hermosa, imponente y hermosa; no estaba de humor para charlas vacías y saludos hipócritas, simplemente hoy era uno de esos días en los que hubiera preferido quedarme en mi cama, aun así me acerqué para sorprenderlo. La imagen de él siendo sorprendido por mí y de antes de partir rondaban en mi cabeza una y otra vez, su corta presencia en mi día le había dado un vuelco por completo, necesitaba eso, necesitaba a alguien que estuviera ahí conmigo pero que no intentara meterse en mi vida y eso había hecho Seungcheol.

-¡Al fin llegaste!- dijo mi madre en cuanto llegué a la mesa reservada para la cena- te dije que llegaras temprano, debemos estar listos antes de que los invitados lleguen-

Suspire sin decir nada, después de tantos años comprendí que la mejor manera de lidiar con mi madre y sus nervios es ignorándola.

-¿Estás mejor?- preguntó por lo bajo mi hermana y sólo alcancé a asentir antes de que nuestros acompañantes llegaran.

Después de un rato la cena se había vuelto el mismo ritual de siempre, mis padres hablando con los invitados mientras mi hermana y yo servíamos de esculturas humanas, nuestro trabajo era estar relucientes y sonreír ante todo, ese siempre había sido nuestro lugar en la familia.

-¿No son los chicos de ayer?- preguntó mi hermana viendo detrás de ella.

-¿De quiénes estás hablando?-

-Allá, en la parte del bar, junto a la barra, el señor Yoon y el señor Choi- Me congelé en el momento que los vi, no creí volver a verlos en tan poco tiempo, parecían relajados, estaban charlando entre ellos y dudaba que nos hubieran visto, era imposible que lo hubieran hecho a propósito, no tenían ni idea de que estaríamos en este restaurante.

-Debo ir al baño por un momento- me escabullí de la mesa sin que los invitados y mis padres se dieran cuenta, no quería armar todo un alboroto y que ellos se dieran cuenta de nuestra presencia, ahora no estaba segura del porqué de mi cambio de humor pero no quería ser vista aun cuando horas antes me encontraba caminando con uno de ellos.

-¿Señorita Park?- la voz tenía un tono familiar que penetró directamente a mis oídos e hizo que mi cuerpo reaccionara, aún seguía de espaldas cerrando la puerta del baño pero sabía exactamente quien estaba frente a mí.

-¡Señor Yoon! Qué sorpresa encontrarlo aquí-

-Lo mismo digo, vine con Seungcheol a tomar un trago antes de irnos al hotel-

-Yo estoy cenando con mi familia y unos amigos-

-Espero que tus padres se encuentren bien-

-Sí, lo están, gracias por preguntar- hubo un silencio incómodo entre ambos mientras una señora salía del baño y nos miraba tratando de adivinar que hacían dos personas fuera de él charlando.

-mi amigo me dijo que se encontraron en el pueblo por coincidencia-

-Sí, bueno, me encontraba ahí porque debía venir a la cena, fue una suerte el haberlo encontrado vagando por las calles-

-¿Suerte?-

-No, es decir... sí pero no me malentiendas, quise decir que fue mera coincidencia el habernos encontrado-

-Claro, te entiendo- la temperatura de mi cuerpo aumentaba irracionalmente y no sabía hacia dónde mirar, encontrarme con el señor Yoon era lo más incómodo que me podía pasar en este momento.

-Debo irme o mi madre se pondrá histérica-

-Claro, saluda al tu padre de mi parte-

-No te preocupes, le hablaré bien de su empleado estrella- me sonrió con complicidad habiendo entendido el significado de mi comentario y entró al baño perdiéndolo de vista.

-Te tardaste- reclamó mi hermana

-Me encontré con uno de ellos en el baño, no pude hacer nada-

-¿Ellos?... Ah sí, los chicos de la fiesta, pues te salió mal tu plan de esconderte-

Le lancé una mirada furtiva, a ella no se le escapaba nada, no tuve que mencionar una sola palabra para que supiera exactamente lo que estaba haciendo, aún no sabía nada de mi encuentro con Seungcheol y tenía miedo de que notara algo con sólo mirarme, veces ella podía ser toda una detective cuando se lo proponía.

La noche se resumió en dos grupos, mis padres y accionistas platicando amenamente de cualquiera tema que les interesara a ambos y mi hermana y los chicos del bar, no podía evitar verlos cada cierto tiempo, crucé miradas muchas veces con el más pálido pero eso no me detuvo para volver a hacerlo, a veces nos sonreíamos y otras sólo nos mirábamos, Sooyoung moría por preguntarme sobre la situación que estaba ocurriendo frente a sus ojos pero se refrenaba por mis padres, sólo le quedaba observar. Creo que tenía una adicción con mirarlo, lo mismo me ocurrió en la fiesta, había algo en él que me hacía volver, algo en su mirada que me hacía sentir cómoda con mirarlo no importaba las veces que lo hiciera, quería saber si pensaba lo mismo, quería escuchar que era lo que él creía que estaba pasando en este preciso momento entre nosotros dos.

NARRA SEUNGCHEOL.

Después de que Jeonghan me dijo que Eunhye se encontraba aquí la conversación se tornó hacia ella, él no podía creer que todo esto fuera una coincidencia, no paraba de decirle que fue casualidad encontrarla en el pueblo mientras caminaba y que también había sido el destino verla aquí en el bar.

-Bueno, ella lo llamó suerte...- defendía mi amigo y sin poder responder a eso aún trataba de defenderme, el término que había utilizado me ponía inquieto por el hecho de lo que podía implicar pero no podía negar que me halagaba que lo hubiera usado, aunado a todo eso ahora tenía la misma fijación que en la fiesta, no podía parar de mirarle, y por lo visto era un sentimiento recíproco, la miradas cada vez eran más largas, primero eran ligeros y rápidos, pero se habían vuelto más largos y profundos, no podía llamarse coqueteo a lo que estábamos haciendo, era más bien una forma de comunicarnos algo de lo que ni siquiera nosotros estábamos seguros, era como en aquel gran salón, seguía sin poder resolver lo que intentaba decirme y seguía intentándolo con cada mirada furtiva que me daba. Al final de la noche estaba tan exaltado que cuándo ellas se pararon de sus asientos indicando su ida pedí la cuenta y de inmediato salimos en busca del auto.

-¿Qué estás haciendo?-

-Ya no puedo más, tengo que hacerlo, ¿Estarás conmigo?-

-¡Pero de que hablas!-

-Sonará como una locura si te lo digo pero tienes que apoyarme-

-Seungcheol me asustas-

Primero vimos salir a los padres de Eunhye, junto sus amigos pararon un rato frente el restaurante mientras el valet traía su coche, ella estaba tomada del brazo con su hermana mientras charlaban, lucían cansadas y serias, muy diferentes a la noche anterior; cuando llegó su carro los primeros en subirse fueron sus padres y mientras ellas se despedían de sus invitados decidí que era hora de poner en marcha mi plan, caminé hacia ella cada vez más rápido hasta empezar a trotar y después correr, ella era la última en subir y cuando ya tenía un pie dentro del carro, tomé su brazo y la mire directamente a los ojos mientras le decía "acompáñame por favor", fue un fracción de segundo la que nos miramos y otra en la que ella asintió y empezó a correr conmigo, yo la tomaba de la mano mientras corríamos intentando no perder el ritmo pero también asegurándome que no cayera, el viento golpeaba nuestras caras mientras corríamos hacia el carro dónde nos esperaba Jeonghan, la miré por un instante y la vi sonreír tan bellamente como nunca lo había hecho, sus pómulos irradiaban un hermoso color rojo y toda su cara estaba llena de vida, muy diferente a como la había visto minutos antes, subimos al carro lo más rápido que pudimos y mi amigo aceleró de inmediato mientras se perdía por las calles para nunca ser encontrados.

DARK MEMORIES ·· Seungcheol / S.coupsWhere stories live. Discover now