nací en cuna de oro, mi padre Christian Grey, mi madre Anastasia Grey, son personas muy ricas que a pesar de tener el mundo a sus pies, mi madre siempre pone un alto a mi padre.
soy los ojos de mi padre completamente, y saco provecho de eso, los am...
Esta de más decir que me mudé a los ángeles, viví en mi loft, bueno ahora nuestro loft, ya que hace año y medio, alycia y yo comenzamos una relación formal, ella sabe de mi amigo entre las piernas, y le pareció muy apropiado para la situación, por ende, vivimos juntas, su carrera se a alzado de una manera fantástica, contratos por todos lados, por mi parte, termine la maestría y me hice cargo de la empresa en ciertas partes del mundo, trabajo realmente bien con mi padre, viajamos constantemente a ver las demás sedes de la empresa Grey, mamá está feliz por mi, bueno por nosotras, yo estoy feliz, había dejado atrás ciertas cosas que me afectaban.
aunque siempre tuve la duda, que era de Camila cabello, su familia, desapareció del mapa como por arte de magia y jamás supe de ella, Austin jamás apareció de nuevo por estos rumbos.
Algo raro había ahí, estaba empezando a hacerme pensar si les abría pasado algo, pero tenía que enfocarme en lo importante, ¿ Que era lo importante?, El que pediría matrimonio a mi novia en este viaje de familia, iríamos a Cuba, queríamos ir a visitar parte de la familia y luego viajaríamos a Australia para pasar tiempo con su familia.
- amor apúrate! Siempre se nos hace tarde porque tardas arreglandote mucho - me dijo Aly saliendo del vestidor con un hermoso vestido.
- oye! Yo no soy la que quiso un mañanero después de que casi me violas a mitad de la madrugada?- le dije riéndome y molestándola, sabía cómo hacerla rabiar.
- vuelve a repetir eso y verás Grey, no parecías muy sufrida anoche, pero gracias por el dato, ya no más sexo para ti - me miró retandome, y amenazando.
-Eso es jugar sucio debnam, asi que si a esas vamos, no más rapiditos en el carro- dije tajante pero con una media sonrisa, Lauren 1- alycia 0.
Llegamos al aeropuerto donde nos esperaban sus padres y hermano, así como mi familia. Abordamos el jet privado y tuvimos un excelente vuelo.
Llegamos con buen tiempo a Cuba, hicimos los trámites correspondientes y dejamos nuestro equipaje en las habitaciones, comenzaríamos este día con un paseo por la ciudad, conocer alrededores y luego en la noche, la cena.
Mi familia hablaba español, ya que somos mitad cubanos, Aly tenía buena fluidez y entendía, por lo que no se le dificulto mucho entender a las personas, comimos, reímos y hasta bailamos, nos la pasamos genial.
Llego la noche, y con ella la petición que estaba por pasar, el único que sabía esto era mi padre, el me dio el anillo de la familia y es tradición casarse con el, todos pensaban que era una cena para festejar que las familias estaban unidas y por nuestros próximos éxitos personales, yo a pesar de tener un pene entre mis piernas, podía darme el lujo de vestir ropa femenina, opte por algo blanco, en este mundo todos quieren saber de tu vida, las revistas y paparazzi sabían que éramos novias por lo cual no dudaban en seguirnos, hasta en este país.
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Siempre teníamos a nuestro cuerpo de seguridad y podíamos andar tranquilamente.
Sin preámbulos, tomé fuerzas y me pare con la copa en la mano, haciendo el tintineo para llamar la atención de los presentes. Estaba nerviosa, demasiado.
Buenas noches a todos, bienvenidos sean familia Debnam- Carey por compartir este tiempo con nosotros, cómo sabrán, estos dos años han sido de retos y oportunidades, las cuales en cualquier ámbito se han obtenido mejoras, progresos y conclusiones a varios problemas en ámbitos de la vida, siempre teniendo en cuenta la meta fijada para ello, estamos aquí para celebrarnos a nosotros mismos, pero también quiero hacer esto para celebrar un objetivo más en mi vida, para mí, la familia siempre es importante, es lo primero por lo que se trabaja y no hay mejor recompensa que ver sus risas, y saber que tienen salud, su bienestar ante todo, por ello yo quiero forjar ese nuevo lazo como en su momento lo hicieron mis padres. - voltea hacia alycia y extendí mi mano para que se pusiera de pié, su expresión era entre incredulidad y sorpresa, mi madre tenía una sonrisa mayor a la de el gato de Alicia en el país de las maravillas, no me fijé en los demás ya que estaba muy nerviosa- alycia debnam Carey, ¿me harías el honor de ser mi esposa y ayudarme a cumplir está meta a tu lado? - lo hice, lo dije.
Ella estaba en shock, nuestras miradas conectadas diciendo todo y nada a la vez.
- si acepto Lauren- tres palabras que marcaron el rumbo de nuestras vidas, levantamos las copas de champagne entre lágrimas de felicidad y propuestas para la boda.
- brindo por un nuevo comienzo, por un futuro exitoso en todos los aspectos - mencioné levantando la copa.
Antes de beber, alycia tomo mi mano y dijo viendo a todos - yo también tengo un brindis, por un nuevo comienzo y una nueva vida que viene en camino amor- no entendí o tal vez no sabía cómo entender, ¿estaba embarazada?. - seremos una familia en unos meses!-.
- estás hablando muy enserio alycia?!, No es una broma verdad?, Por favor no juegues con ésto.- ella sonreía y me afirmó que era cierto.
La tomé en mis brazos y le susurré que la amaba, nuestras familias estaban locas con ambas noticias, bebé y boda en puerta, por dios! Tendríamos un bebé.
La pasamos felices todos, hasta que decidí un poco de aire, ya que entre planes de la boda y el nombre de bebé me tenían mareada.
Tenía un solo vicio últimamente, fumaba, a alycia no le agrada, pero es algo que llegó solo. Me disculpé para salir a fumar un rato a la vereda, estaba sola prendiendo mi cigarro, admirando la arquitectura de este lugar, las personas, hasta que una persona en particular llamó mi atención...
No podría ser, creo que la champagne había causado un mal efecto en mí, me acerque a la persona que estaba fuera de ese bar, estaba ¿ Fumando?, Pero es imposible, ella no fumaba, su vista estaba dirijida al piso completamente, me pare frente de ella y pude notar su aroma, ese que desprendía siempre estar a su lado.
Me quedé parada justo ahí, estática.
Alejo su cigarro de la boca y levantó su mirada desde mis pies hasta la cabeza, conforme subía su mirada su expresión cambiaba a incredulidad hasta ¿Miedo?. Logré escuchar su voz con un débil susurró.
