Pov. _______.
_______: ¿Porqué!? No quiero vivir aquí! Estabamos bien en Japón! - exclamé dramatizando mientras mi madre me jalaba de un brazo para sacarme del auto.
Luan: Vamos hija, no será tan malo, además, sabes que necesito inspiración, ¿Qué mejor lugar que París? La ciudad del amor y donde existen héroes con super poderes reales.
_______: No me va bien en el amor - argumenté - ¿Porqué no Transilvania? Ahí hay vampiros, ¿O Guanajuato? Ahí hay momías, ¿Qué tal el mar? Ahí hay sirenas! Talvez, ¿Porqué precisamente este lugar? - cuestionó aun sin soltarme del auto.
Luan: Porque este es el mismo lugar en el que nos conocimos tu padre y yo, sin mencionar que aquí naciste, no puedes negar tus raíces.
_______: Pues ni que fuera árbol para tener esas cosas! - me solté de la puerta del auto dandome por vencida.
Luan: Y Sabes otra cosa, hace algún tiempo que no escribes nada, ¿Podrías escribir un nuevo libro?
_______: Mamá, si vamos a estar aquí, no quiero que nadie sepa sobre eso, quiero una vida nueva, con amigos que me quieran por quién soy y no por todo lo que tengo - dije señalando el lujoso auto y la gran casa frente a mí.
Luan: Bien, pero no puedes abandonar la literatura para siempre - se dió la vuelta y cerró el portón.
Regresó a donde me encontraba y me hizo una seña para que le siguiera dentro de casa.
Entramos a esta.
Luan: Tu habitación es la que tiene la puerta verde.
_______: Si, mi color favorito - comenté.
Luan: Tus cosas ya están ahí, puedes mover, tirar y decorar a tu gusto, solo recuerda que mañana comienzas con tus clases en la escuela que esta aquí a dos cuadras.
_______: Si, si, lo recordaré.
Tomé mi maleta y subí las escaleras hasta donde mi madre me había indicado que estaba mi habitación.
A todo esto, no me he presentado aún.
Soy ______ Wood, tengo 15 años y recién me estoy mudando a París.
Vivo con mi madre, una diseñadora excéntrica, actriz drámatica y abogada terca que siempre hace cualquier cosa con tal de divertirse.
Mi madre tiene 35 años y yo 15, nuestra edad difiere en 20 años, pero aun así, a veces parece que tenemos la misma edad.
Abrí la puerta de color verde y entre a la habitación.
En esta había una gran cama, una gran escritorio con una computadora, dos closet y una mesa llena de lapices, boligrafos y demás.
Colgado en una pared, se encontraba un espejo de cuerpo completo.
Lo qué más llamó mi atención, fue el gran ventanal que había, salí hacia el balcón y logre ver muchas cosas.
Un parque, varias tiendas, alguno que otro edificio y algo que supongo es la escuela.
Luan: _______! - entró a mi habitación.
_______: ¿Qué pasa? - pregunté cuando la vi irrumpir en mi habitación.
Luan: Iré a recorrer la ciudad, ¿Vienes conmigo? - negué - Bueno, pensé que vendrías, pero ya que no lo haces........- se acercó y dejó una camara en mis manos.
_______: ¿Qué es esto?
Luan: Llevaba camarás para las dos, pero ya que no vendrás, no tiene caso que la llevé conmigo - me dio también unas llaves - Si llegas a salir, no olvides tus llaves, bueno, me marchó.
_______: Bien y no te pierdas.
Luan: Si me pierdo puedo pedir un taxi! - exclamó mientras salía de mi cuarto.
Y por ese tipo de comportamiento pienso que a veces parecemos de la misma edad.
Bien, estoy sola, ¿Que puedo hacer?
Talvez debería ordenar mi ropa y puede que talvez, después vaya por algo de comida.
A quién engaño, primero iré por la comida!
Salí de mi habitación y fui hasta la cocina, espero que haya algo bueno en la nevera.
Abrí el refrigerador y ahí, me encontré con un enorme bote de helado Napolitano.
_______: No se diga más - tomé el bote y después una cuchara, cerré la nevera y subí de nuevo a mi cuarto.
Salí al gran balcón y acerqué una silla reclinada, en donde me recoste a comer el helado.
Me quedé ahí, mirando el claro cielo.
Los minutos fueron pasando y pasando, mi bote de helado ya iba a la mitad y el sol seguía estando en su misma posición.
Revisé mi celular, 5:30 p.m, media hora desde que mi madre se fue.
Dejé el celular y suspiré.
De pronto, comenzó a escucharse mucho alboroto a la lejanía.
Me puse de pie y miré a lo lejos, sobre la torre Eiffel se acumulaban cientos de nubes grisaceas y comenzaban a formar una clase de espiral.
Un fuerte viento llegó hasta mi rostro y despeinó mi cabello.
Tomé mi celular, las llaves y la camará.
Me pusé un sueter y antes de saltar por la ventana, miré de nuevo hacia la torre Eiffel.
_______: Esperó que no te hayas metido en problemas Luan Wood.
Desde el balcón salté sobre el techo del siguiente edificio, caí sobre este perfectamente, pero casi resbaló al sentir que una persona paso por detrás de mi.
Hubiera caído de no ser por alguien que me sujeto del brazó y me ayudó a retomar el equilibrió.
XX: Tenga más cuidado señorita - lo único que pude distinguir de aquel chico, fue su negro traje de cuero y un cinturón que parecía ser una cola.
A varios metros frente a él, se distinguía una silueta roja perteneciente a una chica.
Mi mente estuvó confundida por unos segundos hasta que recobré la compostura.
Mi madre!
Comenzé a correr atravéz de los tejados.
Justo ahora, agradezcó que mi antiguo maestro de educación física haya sido miembro del ejercito militar secreto de Japón, gracias a él puedo hacer "Parkour"
Llegué al ultimo edificio y bajé de este como pudé.
Corrí hasta la torre, pero todos corrían en dirección opuesta.
Me detuvé al ver de espaldas frente a mi, una chica, en una de sus manos llevaba un gran martillo.
Vi como alzaba este y lo dirigía hacia la torre Eiffel, pero antes de que hiciera algo, alguien la detuvó.
XX: Alto ahí! - habló la chica de rojo.
