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Empecé a bombear lento, acompasado, me tenía agarrado del pelo y había empezado a tirar de él generando mayor excitación, jadeaba, se arqueaba y echaba la cabeza hacia atrás, sus piernas me envolvían y entre gemidos cortados por sus palabras dijo:

Que bien sienta estar así de llena.

Tuve ganas de llenarla aun mas y aceleré el ritmo. Jadeaba de lo lindo y me estaba volviendo loco.

Llename, llename toda, porfavor

Empezó a tensarse, ya casi gritaba ante la llegada del orgasmo, su vagina estrechita seguía comiéndose mi miembro y ahora, con ella acabando, sentía sus espasmos apretarme aun mas,en cualquier momento saltaría sin poder contenerse.

El traqueteo se había vuelto infernal, estaba viniéndome y mientras bombeaba le dije:

Hablame que tus palabras me vuelven completamente loco.

Quiero que me llenes de leche, que acabes dentro de mi, quiero sentir tu polla gorda desinflándose dentro de mi.

Y no pude mas, me descargué dentro de ella, la llené,era la primera vez que algo así me pasaba, me quede dentro para que la sintiera,tal cual como ella quería.

Siguió besándome, pidiéndome mas, yo estaba exhausto pero no dejé pasar la oportunidad de darle todo lo que quisiera. Estuvimos besándonos, acariciándonos despacio uno al otro durante un largo rato; no podía despegar ni mi boca ni las manos de su piel, ni de sus tetas ni de su vagina cuando logré arrancarle otro orgasmo. Ya estaba encaminado a una nueva erección y se dispuso a chupármela. Se desvivió en llenarmela con su saliva haciéndome disfrutar al máximo de su lengua, de sus dedos y manos que subían y bajaban por mi piel dejándomela tan tensa que las ganas de penetrarla estaban nuevamente ahí. Me aproximé a su vagina...