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AMORES DE BARES

Luego de una ruptura cada persona lo enfrenta de la mejor manera posible, sin embargo, muchas veces podemos volvernos muy autodestructivos en esa búsqueda de equilibrio.

Fue exactamente lo que ocurrió luego de terminar con Bárbara. Caí en una depresión de joven enamorada e ilusionada por primera vez que me llevó directamente a los pubs de la ciudad.

Con 18 años podía entrar y beber lo que quisiera. El primer jueves que salí decidí pedir tequila, fue la primera y última vez en beberlo, realmente no me gustaba el alcohol y esa era razón suficiente para evitarlo en adelante.

Al instante de tomarlo, lo escupí por completo. Aunque no tenía esperanzas de haber pasado desapercibida, al parecer poca gente lo vió. Sin embargo, una chica morena y bastante alta de pelo negro azabache se acercó y sonriendo me entregó una servilleta que, por supuesto, avergonzada recibí.

- Tranquila, a todas nos ha pasado alguna vez

- Muchas gracias por esto - digo apretando el papel en mi mano

- Imagino que tuviste una mala noche para llegar y pedir de inmediato eso...y sola - comentó sonriendo

- No la quiero recordar sinceramente, si no te molesta

- Tranquila, solo recuerda que siempre hay más peces en el mar

-No se si quiera saber de otros peces ahora- le respondo con otra sonrisa

- Bueno, mientras lo meditas, porqué no te me unes, estoy esperando a unos amigos y al parecer llegarán en una media hora - comenta mirando su reloj - no lo pienses, vamos y me cuentas de ese pez que tanto daño te hizo

-Ok vamos, por cierto, ¿cuál es tu nombre? - digo mientras me pongo de pie y comienzo seguirla.

- Soy Romina, y tu ¿eres...?

- Andrea, un gusto

Nos sentamos en un sillón de aquel bar y conversamos sobre cosas triviales hasta que llegaron José y Ramiro.

-Aquí está el dúo del que te hablaba, son la pareja más linda que conozco

-¿cuánto llevan juntos? - pregunto a los recien llegados

- 8 años - responde José sonriendo a ver a Ramiro

- Que lindo, ¿saben? Hace 1 año atrás, nunca hubiese pensado estar con gente así gay. Me mandaron aquí a estudiar para alejarme de una chica y al cabo de meses termino siendo golpeada por un chico, enamorada de una profesora que encontré engañándome y sin saber siquiera que hacer claramente en la cama con alguien - Me doy una sonrisa triste y levanto la cabeza para ver a mis 3 compañeros viéndome

- Dijiste que ¿te golpeó un chico? - preguntó Romina

- Si, en una fiesta, lo hice enojar demasiado supongo - ¿pidamos algo para beber?

Fuimos a comprar algunas cervezas para los demás, y una cocacola para mi. Al tener nuestros vasos, nos dirigimos al segundo piso para bailar. La música era principalmente de los 80's y me encantaba así que bailamos muchísimo.

- ¿Fue verdad lo que dijiste sobre tu profesora? Preguntó Romina acercándose a mi oído

- La razón para intentar tomar tequila hoy aunque no me gusta el alcohol, si lo fue - digo con resignación

- Y lo de no saber que hacer en la cama también ¿verdad?

Solo me limité a asentir con la cabeza, ya que me dio vergüenza. Ella me sonrió y continuamos bailando. José y Ramiro bailaban sin cansarse, coqueteaban, se miraban, era algo muy tierno.