Sentimientos ocultos

Capitulo 1: Sentimientos

¿Por qué? ¿Por qué siento esto por ti? Mi amiga. ¿Esta bien que te ame mientras siga siendo una mujer?

-¿Elisa? Elisa, despierta.- Me dijo Ariel mientras agitaba mi brazo intentando despertarme. Yo estaba apoyada en su regazo, tan cálido, no me quería mover.

-Aaahh... Como me gustaría seguir durmiendo.- Le respondí mientras me quitaba las legañas que se me habian creado en ese tiempo.

-¿Que quieres? Al fin y al cabo, has estado toda la noche viendo "Juego de tronos".

-Je je je...-

Bueno, aun no me he presentado. Yo soy Elisa, una chica de 17 años. Mis ojos son un poco rasgados y muchas personas me confunden con una Asiática, mi pelo suele llamar la atención, ya que normalmente me lo tiño de un color plateado. La gente me suele considerar una persona introvertida, pero si conozco mejor a alguien me abro más a esa persona. Los de mi entorno me llaman "friki" muchas veces, aunque yo siempre pongo la excusa de que tengo gustos especiales por así decirlo. Suelo llegar a los sitios tarde y siempre tengo ganas de dormir (aunque ahora que lo pienso puede que sea por los maratones de series por las noches). Lo que el mundo no sabe de mi, es que estoy enamorada de mi mejor amiga, Ariel.

Sus ojos son lo que más me llama la atención de ella, tienen un color muy particular. Ella suele esconder mucho sus sentimientos, no le gusta que la gente se preocupe por ella. En cambio, aunque me eche mucho la bronca por llegar tarde, se preocupa mucho por mí. Le encanta leer y es una persona muy tranquila e inteligente.

-¿Aun te acuerdas de cómo nos conocimos?- Me preguntó

-¡Claro! Nos conocimos a los diez años cuando me salvaste de un perro que me iba a atacar aquel día.-

-Desde aquel entonces estoy enamorada de ti.-Pensé mirándola a los ojos.

Después de esa corta conversación, nos dirigimos hacia una plaza en la cual iban a organizar un concierto. Al llegar allí nos encontramos con unos amigos, yo sentí envidia, uno de ellos le estaba hablando a Ariel, intentando ligar con ella. Entonces le dije que me acompañara a un baño, solo para que estuviéramos solas de nuevo.

-¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien?- Me preguntó con un tono de preocupación en su voz

-Una urgencia- Lo que había dicho era mentira pero tenía esperanzas de que sirviera.

Al llegar allí, me fijé en su mirada, no se la veía muy contenta.

—Venga rápido, ¿Qué tienes que hacer?— Aquello me lo pregunto con una voz un poco fría.

—Lo siento, pero... falsa alarma.—

—¿Y para esto me has hecho correr hasta aquí? La próxima vez asegúrate.—

Después de ese momento, volvimos al lugar del concierto, lo malo fue que este ya había acabado y no había nadie que conociéramos. Como ya no teníamos nada interesante que hacer nos fuimos cada una a su casa. Yo me preocupé, porque Ariel se pudo haber enfadado por lo ocurrido esa tarde.

—¿Habré fastidiado un poco nuestra relación?— Pensé mientras intentaba dormir olvidando lo ocurrido.