Light and Love ~ Camren

Parte IX: Closer.

Omnisciente.

Entraba a la cocina cambiada entera de ropa, con unos pantalones negros apegados a su cuerpo, junto con unas pantuflas, usando para arriba una polera blanca lisa, algo tan simple para andar en la casa. Sacudió su cabello observando a Camila sentada alrededor de la isla con su computadora abierta, bastante concentrada.

No tuvo mejor opción que lanzarle la toalla en la cara para soltar su mejor carcajada escuchando los miles de improperios que la morena de lanzaba. Amaba hacerla enojar, es que era tan divertida y atractiva verla con el ceño fruncido, puños apretados, y controlando sus fuerzas para matarla, amaba provocarla, solo deseaba que sus reconciliaciones fueran de una manera mas placentera pero se conformaba con lo que tenía por ahora.

-Fastidiosa.- le dice seria la morena, Lauren solo rió buscando algunos ingredientes para hacer la comida.

-Así me amas.- le responde divertida. -Recuerda que tienes que ayudarme.- Camila se hace la desentendida. -Después de vomitar mis zapatos favoritos, ayudarme es lo mínimo que deberías hacer.- le dice sonriendo divertida aunque la vergüenza se apodera del rostro de la morena.

-¿No dije algo mas vergonzoso?- pregunta apenada para ponerse de pie acercándose a Lauren que calentaba agua para cocinar.

-Si pedirme matrimonio, y decirme que serías mi futura esposa es vergonzoso para ti.- se encoge de hombros, Camila abre los ojos sorprendida.

-Siento haberte pasar todo esas vergüenzas.- Le dice apenada.

-No te preocupes, fue divertido aunque reconozco que cuando coqueteaste con ese hombre estuve apunto de abandonarte.- dice riendo.

-No volveré a beber nunca mas en mi vida. - le asegura.

-Si eso piensas.- toma un par de ollas. -Mamá me contó que sabías cocinar bastante bien.- cambia de tema.

-Me manejó, Sinuhe siempre nos enseño a mi con mis hermanas sobre la cocina, es como una tradición familiar.- le cuenta con una sonrisa. -¿Que harás?- pregunta interesada.

-Algo típico, no soy muy creativa a la hora de cocinar por lo que pensé que hacer fideos con salsa de tomate y cubitos de carnes sería rico para ambas.- le muestra el paquete con el contenido, Camila le sonríe.

-Me gusta, es sencillo y no necesitas mucha ayuda.- vuelve a tomar asiento escuchando la risa de Lauren, amaba su risa.

-¿Te duele mucho la cabeza aún?- pone el agua en la olla para verter los fideos, revolviendo con un tenedor para no quedar pegados al recipiente.

-No mucho, pero siento el cuerpo como si hubiera corrido una maratón.- ríe levemente.

-Te librarás de ayudarme por hoy, solo por hoy Cabello.- la mira convincente para comenzar a prepara la salsa de tomate natural en un sartén.

-Supongo que gracias.- ríe otra vez, apoya ambos codos sobre la isla para sostener su cabeza entre sus manos mirando cada movimiento que Lauren hacía.

Era una mujer tan atractiva, pero también sencilla, humilde y sobre todo con un corazón gigante, lejos de ser una mujer que se cree superior a los demás por tener dos titulos universitarios o por ser atractiva, Lauren era alguien sencilla que amaba la vida y respetaba a todo ser humano por como fuera, era una mujer maravillosa con una mente increíble. Agradecía de verdad haberla conocido porque al mundo le hacía falta personas como Lauren Jauregui.

-Anoche no hablamos mucho sobre nuestras vidas, solo se que eres profesora de Música y que querías ser estrella de pop.- dice Lauren revolviendo el tomate. -Pero dime algo más sobre tu vida.- la mira interesada.