Volver al planeta tierra después de haber cruzado la galaxia fue como darme de bruces con la realidad. ¿En que estaba yo pensando al besarle? ¿O él en besarme a mi?. Aquello cruzó mi mente mientras en silencio hacíamos las tortitas. Nos habíamos despegado después de liarnos en la cocina como si fuese el último día y el fin del mundo se acercase de forma inminente, y ahí estábamos, cocinando en silencio. Un silencio que curiosamente no era para nada incómodo. La goma del pelo se me había escapado en plena lucha de besos y tenía el pelo como una loca, él no estaba mucho mejor que yo, pero ahí estábamos. Nick echó una generosa capa de masa y después una cucharada de chocolate y yo enarqué las cejas cuando volvió a añadir masa.
-¿Esos son los trucos que no querías revelar?.-Se encogió de hombros.
-El truco está en no romper la magia.-Me miró desde su posición y nunca me pareció tan alto como en ese momento, al igual que nunca me había sentido tan conectada a él como en ese momento.-....además, ya me lo dirás cuando las pruebes, vas a querer morirte.
-No seas tan fantasma.-Me reí.
-Se llama seguridad nena.
-Sigue soñando cariño.
Agarré un poco de papel y me empecé a limpiar la cara y los restos de chocolate que tenía por las mejillas, Nick me miró de reojo mientras estaba pendiente de que las tortitas no se pegasen y curvó una sonrisa de esas suyas que podrían derretir a un glaciar, él estaba mucho peor que yo. Me puse de puntillas y aunque ninguno de los dos mencionó nada al respecto de lo que acababa de pasar, le limpié la cara.
-Si tú madre nos viese nos mataría.
-Si mi madre nos viese le daría una especie de colapso.
-Dios, es que estás embadurnado, recuérdame que no vuelva hacer esto... nunca, jamás.
-¿Estás de coña?.-Puntualizó mientras sacaba las tortitas.-... deberíamos repetir la jugada más veces.
Sé que no iba por el tema del beso, pero cuando Nick soltó aquellas palabras los dos pensamos lo mismo y a él las orejas se le pusieron rojas.
-¿Sabes algo de los demás?.-Me salí por la tanjente.
-Hablé con Alisha hace un momento, están todos hacinados prácticamente en una misma sala.
Asentí. ¿Por que demonios Alisha le hablaba a él y no a mi? ¿Se gustaban? ¿Había pasado algo?.
-Ah si, Alisha.-Traté de no darle un tono extraño a aquella frase y aunque lo conseguí, en mi fuero interno estaba expulsando reflujos de celos. Nunca había sido celosa, nunca. Estaba acostumbrada a las idas y venidas de Nick pero Alisha me desestabilizaba... probablemente se debía a que ella podría reunir todos los requisitos para volver loco a Nick y eso me asustaba. ¿Podía tener miedo de perder.... algo que nunca había tenido?.
-¿Te apetece ver una película mientras nos comemos esto?.-Miré la hora y la verdad es que pese a todo no era tan tarde como pensaba.
-Si claro, ¿cuáles son las opciones?.
No me contestó se limitó nuevamente a encogerse de hombros y terminó de preparar las tortitas conmigo detrás y la verdad es que mejor pinta no podrían tener. Hizo cuatro para cada uno, puso sirope de chocolate por encima y me di el plato cuando terminó, limpió un poco todo lo que había organizado y salimos con ello hasta el salón. Una llamarada de calor nos invadió a los dos pero casi que lo prefería a estar congelada.
De primeras nos sentamos y empezamos a comer, ni si quiera nos miramos, tan solo nos comimos aquello en silencio, un silencio que no era especialmente incómodo. Cuando terminamos Nick se recostó en el sofá y me miró.
-Ven, veamos que podemos ver.-Me acerqué un poquito y tiró de mi brazo hasta ponerme sobre su cuerpo, básicamente aquello no era nada raro, estábamos acostumbrados a ese tipo de contacto desde que éramos pequeños, los abrazos nunca fueron un problema o estar tan cerca el uno del otro. El problema venía cuando estábamos abrazados después de habernos liado de aquella forma en la cocina. El corazón me empezó a latir con fuerza y esperaba realmente que no lo notase. Empezó a hacer zaping hasta que encontró un canal donde solo emitían películas románticas. ¿Por que no cambiaba el canal? De pronto me sonó el teléfono móvil, el cual había dejado en la mesita del salón, me incorporé un poco alejándome de Nick y miré el teléfono. Era Tom.
-¿No vas a cogérselo?.-Me giré pero Nick no me miraba, estaba muy centrado en el Diario de Noah, película que no le gustaba especialmente mucho.
-No, me da que voy a pasar.
Dejé el teléfono en la mesa nuevamente y le miré, parecía desconcertado pero ligeramente aliviado. Aún así se tragó su orgullo y dijo algo que no me esperaba.
-No te dejes influenciar por mi, quiero decir... si...-Hizo una pausa.-... Si a ti te gusta, deberías intentarlo.-Le miré pero no dije nada. ¿Que le dices a tu mejor amigo cuando estás hasta las trancas por el? Suspiré y me acurruqué nuevamente en su pecho, eso pareció reconfortarle por que pasó su brazo por encima de mí y respiró pausadamente, como si soltase el aire de golpe.
Al cabo de un rato al estar tan cansados del viaje, decidimos irnos a dormir. Aunque en realidad no estábamos tan cansados como decíamos, supongo que por momentos se empezaba a crear un clima incómodo, sobre todo después de que los protagonistas se acostaran por primera vez. Yo decidí darme una ducha y Nick decidió fumarse un cigarro en la terraza de su dormitorio.
Me metí en el baño con el cuerpo ligeramente ardiendo y me di una ducha de lo más reconfortante, me puse un camisón de tirantes, de color blanco.
Cuando salí del baño me lo encontré por el pasillo, venía del piso inferior con una botella de agua, iba sin camiseta y con unos pantalones grises de chándal. Una parte de mí quería abordar el tema del beso o mejor dicho, de los besos, por que desde la fiesta aquello se había repetido en dos ocasiones más .... pero la otra parte estaba asustada. ¿Como empezaba? ¿Que le decía? ¿Realmente quería tocar el tema?.
-Vaya par de ancianos.-Murmuró al ver que nuestro mejor plan consistía en irnos a dormir. Y como no supe que decir sonreí y mis ojos se clavaron en la forma de su clavícula y de lo tersa que tenía la piel. Tragué saliva y le miré a los ojos.
-Buenas noches Nick.
-Buenas noches Leah.-Me puso la mano en el hombro y pasó justo a mi lado. Él se metió en su cuarto y yo en el contiguo. Cerré la puerta y me quedé pegada en ella con una sensación agridulce en la boca. Por una vez decidí que era mejor plantarle cara al asunto asique salí del dormitorio para entrar en el de Nick, al hacerlo me lo encontré apoyado en la ventana, se giró y me miró desconcertado.
-¿Ocurre algo Leah?.
-Yo...-De pronto lo que hacía unos minutos me parecía buena idea, ya no me lo pareció tanto.-... nada, creo que es mejor que me vaya.
Iba a salir por la puerta cuando de repente puso una mano en esta y la cerró. Me quedé dándole la espalda, atrapada entre la puerta y su cuerpo.
-Tengo ganas de besarte.-Suspiró y noté como su aliento impactaba en mi nuca.-.... tengo demasiadas ganas de besarte.
Me giré y ahí estaba. Apoyó su otra mano en la puerta y terminó de acorralarme.
-Pensaba que era como tú hermana, no sabes lo que estás diciendo Nick.
Me escapé por uno de los huecos que había entre su brazo y la puerta.
-Sí, si sé lo que estoy diciéndote, claro que lo sé.-Me giré en mitad de su habitación y me quedé mirando la chimenea para después mirarle a él.-... como también sé que la noche del bar la recuerdas perfectamente.-Tragué saliva de forma brusca.
-Eso da igual.
-No, no da igual Leah. ¿Tú puedes dejar de pensar en ello? Por que yo la verdad es que no.-Se acercó sutilmente a mi.
-Pero somos amigos.-Aquello pareció descuadrarle desvió su camino hasta sentarse a los pies de la cama y se frotó la cara con ambas manos. Suspiré y me maldije por que yo no quería ponerme intensa, lo único que también quería era besarle.
Caminé hasta él y eso le desconcertó, sobre todo cuando le puse las manos en los hombros y me puse delante.-... yo tampoco puedo dejar de pensar en ello.-Curvó una sonrisa y tenía toda la intención de besarme por que se lo vi en la cara pero le frené.-... pero escúchame, somos amigos... está claro que no entramos en el rango de 'casi como hermanos'.-Soltó una carcajada.-... pero yo no quiero que lo nuestro se vaya a la mierda por esto.
-¿Entonces que hacemos con las ganas que nos tenemos?.-Aquella pregunta me sorprendió tanto y me gustó tanto a la vez, que no supe cómo encajarla. Le pasé mis manos por el pelo y le miré fijamente.-Si no sabes que decir, no digas nada y haz lo que sientas.
Resoplé y le apreté las mejillas con mis manos.
-Pensaba que harías otra cosa distinta a eso.-Me reí.
-Dos días.-Enarcó una ceja por que no entendía que quería decirle.-... dos días es el límite. Tú no quieres una relación conmigo y yo no quiero que estropeemos años de amistad por lo que sea que sea esto.-Tragó saliva de forma abrupta y no supe cómo interpretarlo.-.... ay dios, no sé ni lo que estoy diciendo, perdona.
Le solté y me giré contrariada caminé hasta la mitad del dormitorio y de repente me agarró la mano. Me giró y nuevamente volví a verle más alto de lo que normalmente le había visto. No dijo nada, tiró de mi, se volvió a sentar en la cama y me cogió a horcajadas sobre él. No hizo nada, tan solo me miró fijamente durante unos segundos.
-Dos días entonces.-Sentenció.-... después nadie más lo sabrá, tan solo nosotros, será nuestro secreto.
-¿Prometido?.-Estiré el meñique y soltó una carcajada.-.... si no lo prometes no vale.
-Está bien, lo prometo.-Estiró su meñique atrapó el mío y antes de que pudiese decir nada más, me besó. Me pilló tan desprevenida que creo que eso es justo lo que buscaba, que no pensase más las cosas.
Nunca me habían besado de aquella forma, tampoco es que hubiese salido con muchos chicos pero en el arte de besar Nick les ganaba a todos. Gemí contra sus labios varías veces.
-Si sigues haciendo eso no respondo de mis actos.-Ronroneó varias veces mientras nos besábamos.
-Deja de besarme así entonces.
Deslizó sus labios por mi cuello mientras yo enroscaba mis dedos en su pelo.
-¿Ah si cómo?.
Sus manos bajaron hasta la zona baja de mi espalda y ahí me sobresalté sin querer.
-Perdona.
-No pienso hacer nada más allá de besarte.-Se separó y me miró ambos teníamos las pupilas dilatadas y los labios hinchados.-... lo único que quiero es comerte a besos todo lo que duren estos dos días, y no pienso ir más allá a no ser que sea algo mutuo Leah.
Nick sabía que en cuestiones de sexo yo era muy diferente a él, al igual que yo también sabía que Nick pese a todo, estaba más sano que un roble por que otra cosa sería, pero inconsciente no entraba en sus facetas y sabía cuidarse a la perfección.
También se debía un poco a que la situación en sí, me parecía muy surrealista, ni en mis planes más díscolos, imaginaba que eso sucedería.
Empujé a Nick hacia atrás y éste calló sobre el colchón conmigo encima. Me tumbé ligeramente sobre él y me quedé mirando su pecho desnudo para después mirarle a los ojos.
-¿Por que sabes que recuerdo la noche del bar?.
Nick se acomodó mejor en la cama y me mantuvo tumbada encima de él.
-Por tu reacción al día siguiente cuando te pregunté si te acordabas de algo de la noche anterior y me dijiste que no, se nota muchísimo cuando mientes, haces una especie de gesto extraño.
-Eso no es cierto.-Apostillé.
-Oh si, ya lo creo que si.
Nos reímos y comprobé que debía de ser el único que no supiese que llevaba años colada por él. Quizás sólo veía lo que quería ver y quizás que yo estuviese enamorada de él no era algo factible, o quizás simplemente no lo sabía.
-Me viste desnuda.-Sentencié recordando el momento en el que me desperté.
-La ultima vez que te vi desnuda tenías seis años, eso no cuenta como ver desnudo a alguien Leah.-Enarque una ceja y soltó una carcajada.-.... el vestido te lo quitó Agatha, yo no hubiese sido tan benévolo con la ropa y mucho menos te habría dejado la mía.
-¿Todo esto por un beso?.
-No fue solo un beso Leah, se que aunque estabas un poco ebria sentiste lo mismo que yo.-Hizo una pausa.-... fue un calambrazo, una chispa... no sé exactamente qué fue pero me recorrió de pies a cabeza y a ti te pasó lo mismo por que incluso perdiste un poco el norte, tendiendo en cuenta que no es que tuvieses el norte muy centrado.
Torcí el gesto y se empezó a reír.-Después nos besamos en el bosque y pasó exactamente lo mismo.
-Ya, lo siento ahí se me fue la pinza por completo pensaba que te había pasado algo y fueron los nervios.
-Pues deberías asustarte más a menudo.-Le di una colleja y en el proceso de moverme me agarró la cara y me volvió a besar. Me giró en la cama y se puso encima.-... nunca me pidas perdón, y menos por un beso.
Nos pasamos parte de la noche hablando de tonterías y de vez en cuando hacíamos una parada obligatoria para liarnos como si se fuese a acabar el mundo. No nos tocamos más allá de lo normal, por que aunque probablemente quisiésemos ir más allá, los dos estábamos muy agusto así. Lo que de repente me había dado miedo ahora me parecía escaso ¿no podían ser tres días más?. Nos dormimos abrazados solo que Nick entre mis piernas y agarrado por completo a mi pecho, era una sensación tan plena que nos quedamos así durante toda la noche hasta que una pesadilla me atacó de malas maneras. Era una pesadilla con tonalidades de sensación agridulce como si eso que había soñado, fuese a ocurrir en cualquier momento. Me deslicé por el cuerpo de Nick sin que se enterase y fui hasta el baño. Tenía la cara turbada y los ojos hinchados de tanto llorar. No recordaba con exactitud el sueño pero si la sensación de que algo malo rodeaba aquella casa, que algo malo nos rodeaba.
Bajé hasta el piso inferior prácticamente corriendo, necesitaba abrir la puerta y respirar aire puro, asique eso hice.
Abrí la puerta y expulsé una bocanada de aire que tenía comprimido en el pecho. ¿Que demonios me pasaba?. Me quedé apoyada en la puerta y entonces la vi. Era la figura de una chica morena corriendo entre los árboles. Salí un poco hacia el embarcadero y entonces me fijé que no solo iba con la blusa que yo había visto tirada en el agua, si no que encima iba cubierta de sangre y huía, huía de alguien. No alcanzaba a ver la cara de la chica, entonces me giré y me la encontré justo detrás de mi, pegué un chillido y ahí fue cuando realmente desperté de la pesadilla de la que pensaba a que había despertado. Estaba en la cama con Nick al lado, completamente dormido. Me senté en la cama con un temblor de manos muy evidente, busqué entre las cosas de Nick y le quité un cigarrillo. Necesitaba calmarme, necesitaba quitarme la angustia que me oprimía el pecho. Salí del dormitorio y me fui derecha a la terraza. Hacia un frío de los mío demonios pero necesitaba respirar, me encendí el cigarro y empecé a fumar de forma compulsiva. El sueño me había dejado aterrada, quizás era una tontería pero estaba asustada. De pronto escuché un ruido y me giré. Nick salía frotándose la cara ligeramente y me miró detenidamente, al verme los ojos hinchados se asustó.
-¿Estás bien?.
-Solo a sido un mal sueño.-Caminó hasta mi sin camiseta y me abrazó por detrás.
-Vamos dentro, vas a ponerte enferma.
Di un par de caladas más, apagué el cigarro con la barandilla y le tiré por la terraza, me giré y su cara de preocupación me reconfortó de una forma que no supe entender. Pasamos dentro y fuimos hasta su dormitorio. Mientras él cerraba la puerta, yo me quedé delante de la chimenea, cuando vino hacia mi y nos besamos la sangre me burbujeó de tal forma que me sobrepasó.
Me quité el camisón, me quedé en ropa interior y de pronto el que se sintió sobrepasado fue él.
-¿Leah?.
-No digas nada.
Tiré de él hasta la cama y nos metimos en ella, mientras nos besábamos se sentó apoyando la espalda en el cabecero y yo encima de él, a horcajadas.
-¿Estás segura de esto?.-Realmente no lo estaba, pero en ese momento era lo único que necesitaba y lo único que quería. Me quité el sujetador para que viese que si que lo estaba y empecé a notar como se tornaba duro bajo mis braguitas. Pasó sus manos por mi espalda y entonces sucedió lo que nunca pensé que sucedería, hicimos el amor.
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Dangerous Love. [Noah Centineo and Lana Condor.] 1.
FanficPara Leah, estar enamorada de Nick no es nada nuevo. Se conocieron desde pequeños y aunque no siempre fueron grandes amigos, su amistad se fue forjando poco a poco. No pasó mucho tiempo cuando Leah empezó a sentir algo por él. Entonces... ¿cuál era...