Esperanza

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Las Moiras se miraron unas a otras, dudando, hasta que finalmente la que parecía la líder, Átropos, dijo:

–Lo hay, si, pero dudamos bastante que seas capaz de acceder a nuestra petición. Dinos, Dios del rayo y rey del Olimpo, ¿Serias capaz de renunciar a tu hija para siempre, con el fin de que se quede con nosotras y colabore con nosotras en definir el destino de los mortales? Honestamente no tenemos ningún problema en matarla, pero esos poderes que tiene nos podrían ser de mucha utilidad, hasta podríamos ganar fama gracias a ella.

Se le apretó el corazón. ¿Renunciar a su hija? ¿No verla jamás? No sabía si sería capaz de soportarlo, pero con el fin de mantenerla con vida, accedió a la petición de las 3 hermanas. Se reconcilio con su hija, le comunico que la enviaría a vivir con las Moiras y que podría utilizar su don a sus anchas, con las instrucciones de las Moiras.

Esto la puso muy feliz, se dieron un gran abrazo y se despidieron para nunca volver a verse. Zeus, sin embargo, sentía un profundo pesar junto con una tremenda alegría: su hija podría ser feliz.

En cuanto a los jóvenes, estuvieron juntos toda la vida, hasta la muerte. La hija de Zeus informó a las hermanas del destino sobre sus poderes. Ellas se impresionaron, sin embargo, le advirtieron que nunca jamás debía volver a cambiar el destino que ya le habían definido a un mortal.

De este modo las Moiras: Cloto, Láquesis, Átropos, junto con la misteriosa hija de Zeus, de la cual jamás se ha tenido registro alguno debido a la decisión de mantenerla en secreto, se unieron para hilar el hilo de vida de los mortales, medir su longitud, definir la forma de muerte y cortar el hilo de vida de un mortal, y unir jóvenes de por vida, respectivamente.

El secreto de Zeus [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora