—Deberías aprender al menos a tomar las fotografías.
—No creo que sea necesario, Reborn.
—Yo digo que sí.
—Me obligarás a aprender de todas formas, ¿verdad? —resignado, el castaño agachaba su cabeza y bajaba sus hombros con pesadez.
—Si ya sabes la respuesta, ¿para qué me preguntas, dame-Tsuna?
—Lo sabía —daba un largo suspiro ante de tomar el pequeño aparatejo cuadrado para empezar a familiarizarse con este— pues...
—Ese botoncito grande es el que presionas para tomar la fotografía —sonreía burlón.
—¡Lo sé! —se quejaba con las mejillas rojas ya que justo en ese instante acababa de tomar una fotografía a la nada porque aplastó el dichoso botón, en realidad no estaba seguro si era el correcto y quería probarlo.
Tsunayoshi recordaba que desde ese entonces y poco a poco empezó a tomarle gusto al hecho de fotografiar a su familia en cada paseo, reunión, evento, desgracia, pelea, enfrentamiento, caos, destrucción, estallido o terremoto sucediera. Tal vez por eso empezó a llevar una cámara digital entre sus cosas porque siempre era interesante apretar el botoncito y ver qué captaba. Admitió también que incluso empezó a tomar pequeños consejos de los integrantes del club de fotografía y averiguar el uso de una cámara profesional por cuenta propia. Todo por mero y puro interés didáctico, estudiantil, hasta un hobby... pero...
¡Mentía!
¡No era nada de eso lo que lo impulsaba cada mañana a revisar su cámara, guardarla y llevarla a todos lados!
Y el único que sabía la razón verdadera fue y siempre sería su amigo Enma, su alma gemela.
Pero era su eterno secreto mundial.
Tsuna aún recordaba el primer paseo donde fue designado como el fotógrafo oficial; fue el festejo realizado en el restaurante del padre de Yamamoto. Tomó fotografías al azar, un clic tras otro, el botoncito siendo usado con frecuencia en medio de todo el lío, sin fijarse demasiado en su tarea porque era más entretenido el comer y tratar de que sus amigos no se salieran de control. Sin embargo, cuando decidió revelar aquellas fotografías, sentado en medio de un parque solitario para revisar cada dibujito, riéndose de las diversas caras que captó, desechando las fotos en las que no se veía nada, terminó por encontrar ciertas fotografías que le gustaron y las conservó para él.
«Esas imágenes reflejan su progreso y crecimiento»
La primera fotografía que tomó como suya fue una en donde el bebé que tenía por mentor, aquel que tras al haber roto la maldición retomó su tarea como su tutor por su segunda vez, salía. La siguiente fue de unos meses después cuando Reborn regresó tras un viaje de una semana y volvió con una figura de un niño de tal vez tres o cuatro años, fue entonces que Tsuna decidió seguir tomando aquellas fotos como una evidencia de que no estaba loco y cada vez que Reborn hacía sus viajes regresaba con un cuerpo más desarrollado que antes. Al parecer fue el único en notar esos cambios progresivos dados durante los siguientes meses y años, hasta el punto en que él tenía dieciocho y su tutor aparentaba los quince.
¡Era de idiotas no haber notado que en tres años Reborn creció hasta convertirse en un adolescente! Pero al parecer nadie captó el cambio o lo trató diferente por ese hecho.
«Cosas de Vongola» se dijo a sí mismo para dejar de lado el tema y enfocarse en sus últimos tiempos libres como un humano sencillo, porque después de su cumpleaños número veinte él tendría que tomar a cargo el mando de la mafia más poderosa.
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Hobby
FanfictionTsunayoshi Sawada tiene un secreto, uno que podría condenarlo. Nadie debería saberlo, mucho menos el principal involucrado en su pecado. Reborn jamás debía enterarse que era el culpable de los males de su cielo. R27 *KHR y sus personajes no me pert...