La noche era húmeda, las gotas de lluvia eran grandes y escandalosas. Como si el cielo llorara. Yo me encontraba sentada en el sofá individual, cerca de la ventana, me gustaba ver cómo estás caían en la ventana. Mi madre se encontraba en la cocina escuchando la radio, era la única forma en la que ella disfrutaba lavar los trastes.
- ver esta lluvia me recuerda a una canción que escuché con el señor Kay el domingo, era Rock & Roll- me levanté y puse la canción en mi celular- esos golpecitos que escuchaste tu, fueron lagrimas que te lloré, al ritmo de la lluvia los dejé caer para que fueran junto a ti..- comencé a cantar y a bailar, era una canción triste pero muy linda, ella se me quedó viendo y sonrío, estos últimos meses la había pasado mal, cansada y con poco apetito, ademas mi mejor amigo y yo, tuvimos una pelea muy fuerte ya que no me gusta escucharlo y menos cuando se trata de todas las chicas con las que ha salido o se a metido. Muchos pensarían que son celos, pero obvio eran celos. En todas las películas olvidan a la mejor amiga por la novia o a mejor amigo.
- me alegro que hoy sea un día bueno, te ves feliz- se quito el delantal- ¿es por qué se acerca el verano y llegará Kay? Pensé que estaban peleados.
- lo estamos- dije sonriendo- pero fue una tontería.
Ella sabia que no era una tontería y que lo extrañaba pero al igual sabia que no era de las personas que fingían una sonrisas trataban de llamar la atención. Además, Mi hermano Emanuel siempre se encargaba de mantenerme feliz, ya sea con imágenes o llevándome a un cambio de look y de compras. El tenia 25 años, y tenía un mejor puesto que mi madre en la empresa de mi padre. Y justo hoy pasaría por mi para enseñarme a conducir.
-hey hey- dijo entrando a la casa empapado por la lluvia- busco una chica castaña clara de ojos verdes... parece hobbit pero la conocen como Emily.
Mi madre y yo reímos, el nos saludo como de acostumbre pero yo sabia que algo andaba mal, tragaba cada 5 minutos saliva y sudaba como loco.
- ¿mataste a alguien?- le pregunté saliendo de la casa, la lluvia se había calmado y el sol estaba por salir. El seguía sonriendo y despidiéndose de mi madre, subimos al auto y abrocho su cinturón y me miro.
-oh demonios que hiciste.
- Emilia, le pediré matrimonio a Alondra.
- ¿Alondra?- ella era la nieta de los Kay, mi hermano y ella habían sido novios desde los 15 años, aún que ella viviera en el Estado de México, el iba a verla. Era una de esas relaciones de distancia que por milagro funcionaban. - me alegro por ustedes creo que ya era hora.
- tú ya te estás quedando a vestir Santos- se empezó a reír, golpeé su hombro y sonreí, su risa se borró en su rostro- tienes el salpullido de nuevo. ¿Te sientes bien?- toco mi frente para ver ti tenía fiebre, yo la quité.
- hoy es un buen día- sonreí- ¡me siento bien! Con mucha energía.
- ¿ya sacaron los estudios?
- oye hace un momento estaba muy feliz, ahora ya no tanto. Sabes que si tuviera algo grave mi madre te diría de inmediatamente. ¿ a donde vamos? No me enseñarías a conducir.
- Emilia Fairytopia.
- oye ese es un mal chiste- le dije riendo, Fairytopia era una película de Barbie, trataba de unas hadas con alas de mariposa, y el salpullido que tenía en mi cara era en forma de mariposa.
- haha bien bien, Emily, te tengo una sorpresa.
Llegamos uno de mis restaurantes favoritos "Baja Calypso", me encantaba ir y escuchar el mar mientras comía o bebía algo. Mane se bajó y me abrió la puerta. Me acerqué a la estrada, por alguna razón mi corazón se sentía roto. Nos sentamos afuera, mi hermano fue a lavarse las manos. Yo mientras veía que pedir, cuando entraron unos mariachis, esa voz, no podía ser nadie más que Cole. Alcé la mirada y él estaba ahí parado enfrente de mi con un ramo de rosas. Me levante y lo abrace.
- auch las espinas- dijo con una sonrisa en su rostro- te ves hermosa- sacó un papel de su bolsillo- Jamás debí hablarte de todas las compañeras de noche con las que estuve, fue ridículo y eso no debió suceder nunca, soy un idiota, te extraño y te amo Emilia.- me guiño un ojo- lo dije bien ¿o esperas algo más emotivo?
- pensé que llegarías en verano, como de costumbre.
- si respecto a eso- los mariachis empezaron a tocar en la mesa de mi hermano. Voltee a ver y el le estaba pidiendo matrimonio, lágrimas comenzaron a brotar, las manos me temblaban. No podía sonreír, me era difícil imaginar a mi hermano siendo. Feliz con alguien que no era yo. Cole tomó mi mano.
Al llegar a la casa , esperaron a mi padre para darles la fabulosa noticia. Mi hermano mientras tocaba el piano para nosotros, Alondra siempre se sentaba a su lado y recargaba la cabeza en su hombro. Me sentía mal, cansada, la vista me era complicada y la cabeza me explotaba. Salí de la casa.
- te ves fatal- dijo Cole saliendo, yo corrí a sus brazos y comencé a llorar- no te pienso perder, ¿entiendes Emilia? Tienes que darme más días como hoy- sonreí y el beso mi cabeza- necesito verte feliz.
- no dejare que te vayas de nuevo.
- está vez no me iré sin ti. Vámonos escapemos de aquí, podemos ir a Nueva York, o algún otro lado de México. En San Luis Potosí tengo una amiga que podrá darnos hogar en lo que buscamos donde quedarnos. Emilia, escapa conmigo.
Negué con la cabeza, no podía escapar, por más que deseara. Sabia que me encontrarían y las consecuencias serían peores.
- prométeme que no nos despediremos, solo te irías, no quiero saber nada de ti, solo lárgate. Y prométeme que en esa nueva vida, harás lo que siempre has amado- lo mire a los ojos y acaricie su cabello rubio, el era mil veces más alto que yo- harás una familia, tendrás una bella mujer que te amará, y notará cada pequeño detalle que tienes.
- te amo Emilia, prométeme que me esperarás. Vendré por ti y seremos felices.
- Cole...
- te oyes tan sexy cuando dices mi nombre- dijo con una sonrisa y los ojos llorosos.
- tengo miedo.
El me abrazo muy fuerte. Me llevo a dormir a mi cuarto y se quedo conmigo toda la noche. Al despertar él había partido, y no solo de mi casa, se había escapado como siempre deseo. Me dejo el día que más lo necesitaba, el peor maldito día me dejo. Aún recuerdo bajar esa mañana y ver a mamá llorar abrazando a mi hermano y a mi padre con unos papeles en la mano.
- Emily, tenemos que hablar.
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El & Ella: Mi Laberinto.
Teen FictionLa vida no es la que es mala, ni si quiera la vida es la que te decepciona. Eres tú, siempre tu. A veces no das lo suficiente, y otras.... das demasiado por lo que no es suficiente. Las enfermedades llegan, alguna se quedan y otras se van, pero te...